Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 10 de septiembre de 2017
Rencores de un adiós
Rencores
de un adiós
Por
qué aparecieron en silencio,
Doliéndome
el alma y el corazón
Esta
oscuridad distinta y los jardines
Sembrados
de légamos.
Que
vagos sonidos retornan si ecos.
Rencores
de un adiós
Veo
paredes al fondo del lago,
Sus
ventanales describen el tiempo,
No
soy el dolor golpeando muerte
Ni
la diferencia golpeando luz.
Ahora
que el aire me posee,
Debo
encontrar la verdad.
Rencores
de un adiós,
Quisiera
que atendieras todos mis sentidos nuevamente
Quisiera
sentir tu ser rodeándome en tus brazos,
Pero
ya es imposible,
Ya
que los rencores afloran y duelen
Hoy
quisiera que tus ojos me quemaran nuevamente
Me
mataran sin rencores con sus grises ausentes,
Con
su piel de viento, con pasión sin límites.
Rencores
de un adiós
Aquí
estoy bajo la desgarradora soledad
De
tu recuerdo consumiendo mis temores,
Devorándome
mis gritos bajo tu piel
Fantasmal
y traicionera
Que
me ahoga en rencores desde esa
Distancia
tan presente.
Rencores
de un adiós
Me
arrancaste la carne en cada abrazo
Con
rencores sufrientes y dolorosos
Yo
no sé definir en la distancia…
Si
estas presente y me matas
Con
tu ausencia desgarradora.
Rencores
de un adiós
Que
golpean en mi mente
Y
me dejan sin aliento
Más
por eso yo presiento
Que
nuestro amor está en suspenso
Rencores
de un adiós
Que
mi mente se niega
Y
mi corazón siente
Que
tú ya estas ausente.
Despedida sin adiós
Despedida sin adiós,
la noche como ceniza negra y borrosa
va tras de ti
galopando,
entre turbulentos huracanes, rayos, truenos,
que te alejan más de mí.
Sé que sufriré
sin tu presencia a mi lado
pero la vida, diluyéndose como segundos de agua,
nos lleva al mundo del olvido esperado,
el necesario para renacer en nuevo amanecer
donde en miles huecos y resquebrajos sin fin
nos lleva a encontrar la paz necesaria
para encontrar el amor único y veraz.
Despidiéndote sin adiós,
no quiero noches quietas,
abismales con hondas cuevas
que nos llevan a mundos sin destino.
Sí, me despido de ti
sin una mirada, sin una palabra
silencio absoluto, oscuro, oscilante,
que se quiebra en puntas de cristal acrisoladas
para querer herirme pero no pueden,
una barrera me defiende,
es la barrera del Amor
que rodea toda mi vida.
Enamorada de la vida, del amor,
la unión, la solidaridad del compartir en un todo
lo sabio y pertinaz que nos conduce a la felicidad
interior
de nuestro corazón latiente y vibrante.
¡Viva la vida! ¡Viva el amor!
Lejos, muy lejos,
vete de mí, no te des vuelta,
no me busques.
No me encontrarás jamás
en este mundo dividido entre vos y yo.
Mar de lágrimas
Mar de lágrimas,
inunda mi rostro frío
colmado de sal,
tristeza infinita
que se arraiga en mi
alma
porque tú no estás a
mi lado.
¿Cuál es la razón de
llorarte tanto, amor?
La desazón de mi
espíritu
me lleva a llorar
a orillas del mar
en noches serenas y
cálidas.
Y lloré un río de
lágrimas
hasta quedar exhausta
y sin sollozos.
Mis heridas y dolor
se han ido ya
con las lágrimas,
me siento vacía
esperando el mañana
que me traerá un
nuevo amor
verdadero,
pleno de cariño
y ternura.
Mar de lágrimas,
en mi corazón todo lo
que existe,
ahora,
es sólo el dolor del
duelo
basado en la
nostalgia
de un amor pasado
como humo en el
viento
por el amor perdido.
Mar de lágrimas
que como gotas de
sangre
migran a mi corazón
fluyendo
a través de la
ventana del alma
con mis rotas
emociones.
Son sollozos de un
sueño
de un amor perdido
y que nunca pude
encontrar
en una búsqueda
eterna de ti,
mi amado,
mi pasión única.
Mar de lágrimas,
mensajes silenciosos
de esta vida,
columpiándose en un
dulce retraso
de un morir que no
perdona.
El destino se
estremece
en la punta de una
rama
cuando al pesar de la
gota
hace inclinarse a la
hoja
ya casi rendida.
Mar de lágrimas
en un puro silencio
se deslizan
suavemente
con su gran menuda
carga,
de tanto y tanto
cristal celeste,
de gotitas de dolor
y aflicción.
Mas no me doblego,
no me rindo,
me yergo
y me alzo entre luces
de diamantes,
en volandas me voy
en búsqueda del amor
soñado.
Morir, vivir,
equilibrio
estremecido,
son pausas entre vida
y muerte
creando en mi entorno
ondas de paz.
Tantas lágrimas
perdidas,
tantas huellas en mi
piel,
ya no rompes mi
silencio,
nada es igual que
ayer.
Mar de lágrimas
no puedo permitir
que el mundo gire
en el recuerdo,
puedo desafiar la
oscuridad
y vivir entregando mi
corazón roto
a quien no cree en el
amor.
Volveré a pensar en
el sueño
que por ti abandoné,
en un renovar de
alegrías
y gozos
mi vida se tornará
feliz
y placentera
entre soplos de aires
cálidos
en torno a ondas de
calma.
Mar de lágrimas
entre brisas frescas,
el alma siente
que pasa por ella
algo nuevo,
es el sendero a un
nuevo cauce
con un gozo nunca
sentido,
un verdor,
una alegría,
unas estrellas
y un río
que me lleva
a un nuevo mundo de
amor.