Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 17 de septiembre de 2017
Distancia sin olvido
Distancia sin olvido,
cuando abrí la puerta
el perfume lejano de tu ausencia
me acaricio la piel
saturada de calle,
de tumultos, de sopor.
Distancia sin olvido,
sentí que me abrazaban,
“es su silencio”, me dije.
Era su silencio,
un silencio vivo,
bullicioso de recuerdos,
de manos de papel aterciopelado,
que acariciaban mi pelo desprolijo.
Distancia sin olvido,
un silencio de voces mentoladas
y ojos cenicientos de cristal.
Distancia sin olvido,
esta carta, la décima tercera
la escribo para ti
para que me recuerdes
sin olvido.
te extraño como nunca
y No te tengo como siempre
sólo la esperanza me anima a esperar.
Distancia del olvido
te llevo siempre con migo…
no muy cerca, pero sí muy dentro mío
No te veo,
no te hablo,
no te llamo,
sí, te escribo y te pienso
distancia sin olvido
te escribo con dolor
Y te pienso con mucha pena,
te tengo que decir que no
decirte que no vale la pena,
Pero la verdad es que necesito tus abrazos,
Tus caricias, el placer y el gozo que me
brindabas.
Si pudiera volver a escuchar tu risa,
La guardaría para dejarla sonar
Cuando el silencio cruce mi soledad.
Distancia sin olvido,
te busco en mis fantasías,
pero no estas,
te llevaste todo con tu partida,
Incluyendo mi vida.
Me muerdo los labios para no llamarte,
me queman tus besos,
Me sigue tu voz.
Llevo muy dentro de mí
encendida la fiebre de tu amor.
Deseo olvido en la distancia
y no hay olvido,
siento el amor en la soledad de mi sombra,
¡Vete ya al olvido eterno
a la distancia total!
Momentos vividos
Momentos vividos,
tan sólo minutos de un tiempo de amor
Y esto cambió mi vida para siempre.
es increíble ver como la vida va cambiando más
rápido,
día a día, segundo a segundo,
como ha dejado de ser tan natural,
tan vivo como antes.
Cada vez se escucha menos el murmurar de los
vientos cálidos,
ahora se palpita menos el resplandor de la
luna
y el calor suave del sol.
Desde que desapareciste,
todo se volvió de súbito húmedo, denso, frio,
vacío.
El viento grita día a día con ansiedad,
con una enorme tristeza,
porque te tuve en mis brazos un minuto, dos,
tres y no más…
Momentos vividos,
te quiero a mi lado más, mucho más,
mirándonos a la cara,
besos cálidos entre los dos,
tímidos y gozosos placenteros y sin fin.
Horizontal así te quiero junto a mí,
No desaparezcas quédate inmóvil, marmóreo,
quiero que yo con mis caricias y mis abrazos,
te haré vivir un instante largo de felicidad…
Podrá nublarse el sol eternamente.
Podrá secarse en un instante el mar.
Podrá romperse el eje de la tierra como un
débil cristal.
¡todo esto podrá suceder!
Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre
crespón,
pero jamás en mí podrá apagarse la llama de tu
amor.
Momentos vividos,
no te vayas aún, deja ya que mis manos
acaricien tu frente,
deja ya que mis labios besen,
con mil besos todo tu cuerpo.
Pero ya no te puedo encontrar,
allí en esa distancia, precisa, con tu nombre
donde estás ausente.
Por irte a buscar abandonaré todo,
Pero aún no te veo y no sé dónde estás.
En vano iría en busca tuya,
allí en donde todo fue mi pensamiento,
a sorprender tu sueño o tu risa.
Tú andas entre el aquí y el allí.
Tienes mi alma suspensa, toda sobre el gran
vacío,
sin poderte besar ni un milímetro de tu
cuerpo.
Tu sola vida es un querer irte en silencio,
en un tránsito vives, en alejarte de mí,
no en el mar, ni en la tierra, ni en el aire
que atraviesas,
Anheloso con tu cuerpo como si viajaras.
Momentos vividos,
quisiera estar contigo siempre, no sólo
algunas veces,
sufro cada vez que partes
y quisiera todos los días tenerte.
y yo perdida, ciega, no sé con qué alcanzarte,
en donde estés,
si con abrir la puerta nada más o con gritos,
sentirías llegar mi ansia en la absoluta
espera inmóvil del amor,
inminencia, gozo, pánico sin otras alas que
silencios,
alas de amor.
Ultima decepción
Ultima
decepción
La
paz de mis latidos son solo pura historia,
faltó
el amor que ansíe siempre
y en
mi quebranto escribo esta carta para ti
que
no leerás nunca.
Debo
limpiar mi pecho de dolor y desencanto,
borrarte
de mi sangre y limpiar mi memoria.
Impúdicos
fueron tus besos que creí sinceros
y
por ello dolida trayectoria que pesa sobre mi corazón
con
tormento y desencanto.
¡quebraste
este cuerpo y desgarraste esta alma!
¡ganaste,
es tu victoria!
Ultima
decepción
Recuerdo
tan presente tu cariño,
tus
caricias en una entrega generosa de besos repartidos.
Caricias
fulminantes y labios compartidos
y
todo ahora cambio, amor que tú me dabas
es
punta del abismo, es pura lontananza.
Ultima
decepción
ahora
algo recorre mi sangre
un
tumulto silencioso se agiganta,
sobre
las nubes que no llueven todavía.
El
murmullo sacude los arboles
mientras
el viento comienza a hacer fantasma.
Desde
lo alto.
Aquí
ya nada toma forma
en
una especie de vorágine
asfixiando
lentamente toda mi vida.
Algo
se bebe mi sangre…
mientras
viajo obnubilada
y
sin retorno, alejo de ti para siempre.
Ultima
decepción
esta
carta de despedida, me recorre sin tregua
y
sin calma mi alma adolorida
porque
tú no estás conmigo en mis brazos, en mis gozos.
Allí
la tempestad se asoma
el
mundo es ajeno cuando el rayo incongruente
me
trastoca y soy solo una cosa que escribe en
horizontes
tormentosos lloviznando en su agonía.
Ultima
decepción
borre
toda tu forma
y
tratare con todo mi afán de no recordarte más.
mientras
yo te recordaba, ¡qué muerta estaba!
tan
terminada en tus lindes se te podía seguir
como
en un mapa clarísimo,
al
norte la voz seca, boreal, tibia abandonada al sur
y en
el litoral bien lejos la sonrisa que yo amaba.
Ultima
decepción
pasaras
a la historia sin saber que pasaste
y yo
entrare al parnaso donde los poetas escriben
con
pluma notoria por el fulgor que tu dejaste en mí.