Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 16 de octubre de 2017
Murmullos en la noche
Murmullos
en la noche,
colmada
de cálidas palabras
encendiendo
velas donde el viento
sacude
negra soledad.
Ayer en
la noche,
entre
los silbidos del viento
acaricié
el pétalo de tu sombra.
¡Qué
extraño fue!
Murmullos
en la noche,
los dos
quietos,
abrazados
en un solo cuerpo,
sentimos
en oleadas
de
viento y agua
que la
esperanza viene a nosotros.
Murmullos
en la noche,
somos
dos,
sólo
dos,
con
miedo a ser uno.
Miedo a
amar y a dejarse amar
miedo a
pasión desbocada,
miedos a besos furtivos y deseados,
miedo a
vivir entrelazados
bajo
las ramas confundidas y anhelantes
de los
ligustros.
Miedo
de ser naturaleza,
viva,
en la
naturaleza.
Murmullos
en la noche,
delirios
alucinantes
de
saborear la paz
serena
de tu amor
y cada
mañana tu aliento
de
cigarra anida
mis
ojos abiertos
en la
penumbra quieta.
Murmullos
en la noche,
que mi
alma juglaresca escucha
como
fondo apabullado,
son
murmullos que
como
arrullos de horas muertas
nos
nombran,
para
unirnos con mil ojos
confundidos
de caricias
en un
viento indiferente
que
juguetea con nuestros cuerpos
plenos
de amor.
Murmullos
en la noche,
quiero
que tú
con tus palabras y gemidos de amor
aturdas
todos mis sentidos.
Comúlgate
conmigo,
apagan
los murmullos que deliran
desboca
los temores indefensos
y sólo
¡ámame!
y será,
entonces, el mundo nuestro.
¡Ámame!
Seré la
sal de tu camino
y el
verde de tu sombra acogedora,
seré tu
cuerpo de perfumes
y
aromas dulces,
brazos
de estatuas,
esculpidas
por la pasión fresca
de mis
formas tuyas.
Alba de amor
Alba de amor,
la noche cuajada de estrellas
envió desde todos sus astros
la más pura armonía
de reflejos como ofrenda
nupcial a mi tálamo.
¡Cómo suena en mi alma la
clara
vibración pasional de mi
amado,
que se abrió todo en círculos
inmensos
donde anduvo mi amor de su
brazo!
Alba de amor,
la luz áurea va inundando
nuestras almas y cuerpos,
la ternura de todos los
surcos
se ha quedado enredada en mis
pasos
y los dulces instantes
vividos
siguen tenues en mi alma
soñando.
La emoción que brotó de
nuestras
vidas ha tornado la ruta del
alba
y ahora vuela por todos los
prados.
Ya la noche se fue,
queda el velo que al recuerdo
se enlaza apretado
y nos mira en estrellas
dormidas
desde el cielo en nosotros
rondando.
Alba de amor,
ya la noche se fue
y las nuevas emociones del
alba se han atado.
Todo sabe a
canciones y frutos.
Se ha quedado tu vida en mi
vida
como el alba se queda en los
campos
y hay mil pájaros vivos
en mi alma
de esta noche
de amor entre cantos.
Quisiera guardar en secreto
esta noche larga
pero mi alma no puede
alcanzar
el silencio del poema sin
palabras
y saltan y juguetean entre
mis
labios los versos de amor
como vibraciones íntimas.
Alba de amor,
vivimos una noche colmada de
sueños,
lo saben nuestras almas
más allá de las islas
y más allá del sol.
El trópico, en sandalias de
luz, prestó
las alas y tu sueño y mi
sueño
se encendieron juntos.
Esta noche se ha ido, casi
aurora,
casi ronda de luna entre
montañas.
Alba de amor, noche rasgada
con claridades de esencias
altas
circundadas de emociones
intensas
y me surgen canciones con
palabras
y en mi pulso laten mis
poemas
andando trémula por los
astros
como si yo no fuese por la
tierra.
Alba de amor,
que noche de hojas suaves y
de sombras,
palpitante de aromas y gozos
con cántico de vientos
entre embelesos de luces
mágicas.
Noche larga con cantares
dulces
y poemas, frases, prosas de
amor
que cruzan y se van
a lo lejos a horizontes
lejanos,
vibrando con su eco las
palabras
temblorosas y ávidas
que tú, mi amado,
no me dejes ir de tu lado
y me tengas abrazada como
una cadena de flores
perfumadas.
Contigo soy feliz
Contigo soy feliz
(sueño día y noche
con estar a tu lado
y en mi duermevela
busco tu alma clara
y abierta
por caminos anchos
y altos muros
para guardarlo,
escondida sólo para
mí).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(siempre me pregunto
dónde estás,
si tú no estás
ausente
te siento conmigo,
veo tu cuerpo alto
que se termina,
voz como en humo la
llama,
en el aire
impalpable).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(me inspiras tropeles
de versos
que abren las alas
y vuelan levantando
un tembloroso remolino
de cadencias
que nacen de mi amor
por ti,
son frases nobles,
cláusulas marmóreas,
blancas
que lentas pasan
al pensar en ti).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(el silencio nos une,
el hondo que nos hace
llegar
a lo profundo en
nuestras almas
quebrando surtidores
delicados,
en la tierra de
lluvia recién mojada
llamándonos con su
húmeda voz
desde un mundo muy
remoto
a otro mundo muy
lejano
siempre unidos).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(cada amanecer las flores
acaban en rimas,
versos que empezaron
tallos
hasta el jardín más
quedo
van floreciendo por
el amor insólito
que acomete por los altos riscos azules del
aire).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(te siento tan cierto
y mío,
seguro que hoy,
que aquí,
que tu evidencia
es el filo con que me
hiere tu abrazo,
se gastarán tus
caricias en días
y noches blandas
y poco a poco
te voy queriendo más,
amor,
no quiero que te
vuelvas recuerdo,
sombra esquiva entre
mis brazos).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(en nuestro lenguaje
sutil
cuando los cristales
duplican el blanco
disco de marfil de la luna,
nos unimos
y nuestras voces
tiemblan plenas de ansiedad
y muchas veces,
misteriosas frases de
amor
vuelan como visiones
que se ocultan al
llegar la aurora).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(sin querer,
te quiero,
el estar juntos…
tiene saber a poco,
siempre que estoy a
tu lado
cada día quiero más
de ti,
eres mi silencio azul
en las etéreas alas
que descienden por
diáfanas escalas
a las aguas
turbulentas y profundas
que inundan nuestras
almas).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(nuestro paso
armonioso
nos lleva en plena
noche
por el campo abierto.
Los astros nos
observan
con tenue empeño
y las lomas echadas
de bruces
nos miran en
silencio).
Juntos somos uno,
aspiramos la calma
que nos une,
con perfume a trébol
mientras se alborozan
todos los recuerdos
de nuestra vida
juntos
y la luz nos ilumina
de puntillas,
en el alba,
lanzándonos a las
nubes
para amarnos siempre,
como voces.