Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
Páginas
▼
sábado, 21 de octubre de 2017
En un rincón de mi alma
En un
rincón de mi alma,
escondidas,
apretadas, enlazadas,
nacen
mis letras, mis prosas,
mis
poemas que nuestro amor creó.
Son los
versos que lloran en la lira,
que se
quedó sin cuerdas.
Son las
aves de mi niñez
que
buscan y no encuentran
un
árbol protector en que posarse.
Las
busco con desesperación
pero las estrofas de amor
se anidan en frases
que
escribo como amor para ti.
En un
rincón de mi alma
donde
nadie lo encuentra,
se
oculta el poema de amor,
el que
nos unió,
poema
que escribí
con
dedos de amor y llanto de cristal
por la
falta de tu presencia
que tu
ausencia se llevó.
Ausencia
que se siente
como
cuando el fuego se extingue
porque
el aire ya no está.
En un
rincón de mi alma,
se
guarece entre frondas de lágrimas
el
dolor de no tenerte a mi lado
y pido
noticias de ti al viento,
al ave, a la flor, al bosque
y a los
astros del firmamento.
Mas no
he de dejar de buscarte
pues me dice una voz secreta:
¡sigue
no te canses, mujer poeta!
Él ha
de venir a buscarte
por tierras, mares y cielos,
en su
cansada fantasía.
En un
rincón de mi alma,
aturdida
y desangrada
revolotean recuerdos purificados del pasado
y como
en una tierra mullida
danza
en amores trenzados
a mano delicada,
intrincada filigrana
como un
gran amor donado.
En un
rincón de mi alma,
mis
sueños peregrinos
prosiguen
sin tregua
la
búsqueda de tu amor,
se
afanan, luchan,
persiguiendo
al mañana
que te
traerá otra vez hacia mí.
Y como
una luz como telar exangüe,
el
cielo ilumina mis tristezas
e
hilvana, enviando a mis páginas,
letras
como poesías de la noche fría.
En un
rincón de mi alma,
te tengo guardado,
tú, el soñador, el amor compartido,
luz del dolor cuando mi arpa reza
¡oh
luz! ¡oh belleza blanca de ilusiones!
¡Cuánta
esperanza
irradia en mi alma
la sombra de tu ser ausente,
siguiendo
un ideal
y un
sueño que no se alcanza!
Y hay
en éste, mi otoño,
cuando
la vida empieza a declinar,
mi
corazón rebosa de amor
y mi
espíritu se anega de ilusiones
en el
silencio que flota
a
nuestro alrededor,
rodeándonos
como un tapiz vaporoso
entre hilos alados y brillantes.
El
sueño de amor inunda mi alma
y en
mis versos gira
como
magia del más allá,
inundando mi alma
de un
existir único y verdadero
donde
no existe
el mago
azul de la mentira.
Amor en vuelo
Amor en
vuelo,
extendiste
tus alas emplumadas
de seda
áurea
y
comenzaste tu búsqueda
desde
las altas cimas
tratando
de encontrar el amor,
el
verdadero, el sentido, el profundo.
Avanza
por los cielos,
acortas
distancias,
viajas
con el viento en total silencio,
a veces
cantas canciones de ensueño,
brotan de tu alma poemas
dejando
puertas abiertas
para
que yo entre en tu corazón
de
almizcles y dulces.
Amor en
vuelo,
te
busco en el horizonte grave,
oteo
distancias para encontrarte
y así
abrazados
guarecernos
en nuestra cueva de amor.
Prometo
no esconder mis alas,
con
ellas cubriré tu cuerpo amado
haciendo
un nido cálido
y pleno
de amor.
Nos
encontramos
en las
cimas del beso
sin
dudas y sin mañanas.
En el
vértice puro de la alegría alta,
multiplicando júbilos por júbilos,
por risas, por placeres.
Apuntando
en el aire las cifras fabulosas,
sin
peso de tu dicha.
Amor en
vuelo, a ti se llega por ti.
Te
espero.
Yo sí
que sé donde estoy,
mi
lugar, mi lar de por vida,
pero no
sé donde estuve contigo,
allí me
llevaste tú,
eres de
otro mundo
y en tu
devenir e ir me buscas
con
febril ansiedad
y me
depositas sin yo mirar nada
ni
aprender el camino,
sólo
estar contigo,
mi
andar es el tuyo
y
cuando tú partas otra vez
¿Qué
puedo hacer yo
sin tan
sólo verte partir?
¡Qué
desterrada, qué ausente,
es
estar donde uno está sólo!.
No
quiero cielos nuevos,
yo
quiero estar donde estuve contigo,
volver
a tus brazos.
Amor en
vuelo
y
mientras no vengas tú
en mi
búsqueda
yo me quedaré
en la orilla de los vuelos,
de los
sueños, de las estelas, inmóvil.
Porque
sé que donde estuve,
ni alas
ni ruedas ni velas, llevan.
Todavía
van extraviadas
porque
sé que donde estuve,
sólo se
va contigo.
Sola en
mis noches
escribiré
para ti mis versos,
los
compilaré quizás
en un libro que tú nunca leerás
porque no llegará a tus manos.
Cuando
repaso algunas de mis estrofas,
el
corazón se asombra
de
tanto amor que ofrece,
las
quiero por ingenuas,
piensan
que vuelan
solo
porque mi frente rozan
sus
alas de mirlo.
Las
quiero por audaces,
vuelan
altos,
yo sé
que en sus anhelos hay horizontes
para
los mundos y los cielos.
¡Llevan
todas mis ilusiones,
volando
como insecto de luz
en sus
canciones!
Amor en
vuelo,
búscame
siempre como alma sonora
de
armonía de flotantes alas,
tráeme
silencio azul
en tus
etéreas alas
que
descienden hacia mí
por
diáfanas escalas
entre
ecos halagadores
y
música de ritmo sin fin
entre
inspiración única y sagrada.
Llegaste sin aviso
Llegaste
sin aviso,
lentamente,
en
secreto,
despacio,
poco a
poco
saliste
de la oscura noche
en un
milagro misterioso.
Te
esperaba ansiosa
,
anhelante
desde
el tiempo del ayer,
no creía en tu llegada,
no te esperaba,
vivía tan solo
en una
memoria lejana del amor
sin
tiempo ni recuerdos.
Llegaste
sin aviso,
como corre el río sinuoso
en ondas oscilantes,
entre calmas de manglares,
entre
orillas
sin
principios ni fin
que se
nos acercan
misteriosas
e insinuantes.
Entre
estrofas amantes
surgen las letras,
las
palabras dulces
y
acariciantes para ti,
mi
amado amante.
Llegaste
sin avisar,
cantando
con dulce cadencia
el
yarumi,
poema
eco poesía
como
elogio a la naturaleza.
Yarumi,
planta
que nace
después
de la quema del suelo,
como enviada de la naturaleza
para
recuperar al hombre puro
contra
la insolencia
y la
ignorancia
que
destruye todo a su paso.
Llegaste
sin avisar,
y me
dijiste
que el
amor es el secreto
de los
siglos en receso
que va dibujando
su invisible
rocío cósmico
en los atardeceres temporales
del espíritu
y tus
palabras con sonrisas
abrazaron
nuestros mundos
profundos
y luminosos.
Llegaste
sin avisar,
limpiando mis tristezas,
te
llevaste mis llantos,
fuiste alegría
junto a
tus palabras con sonrisas,
trayendo
de a poco
la vida
con
colores brillantes y límpidos.
Nuestro
amor es como un anochecer
y un
despertar junto a ti,
impregnando nuestra piel
con la
suave y cálida brisa
de un
nuevo día.
Llegaste
sin avisar,
haciéndome
un hueco
en la
inminente llegada de la luz,
soy voz
al fin,
hermosa y afinada,
pura y descansada
pudiendo confundir mi mirada
con mil
estrellas fugaces,
tocando una eterna melodía inolvidable,
salvándome
del olvido.