Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 2 de noviembre de 2017
La dicha de ser
Siempre se tiene que esperar
la dicha
con los ojos terriblemente
abiertos.
Escogida estoy ya para la
hazaña
del gran gozo del mundo:
de soportar la dicha,
entregar todo,
carne, vida, muerte,
resurrección;
de acostumbrarme a su caricia
indómita,
a su rostro dulce, a sus
cabellos desmelenados,
a la quemante lumbre, beso,
abrazo,
entrega total de mi cuerpo.
Dicha es lo fácil del alma,
es lo que se tiembla al
sentirla venir.
Para que llegue la dicha
Hay que irse separando uno
por uno,
de costumbre, capricho hasta
quedaros vacantes, sueltos.
Quedarse bien desnudos de
nuestros sueños,
tensas las fuerzas vírgenes
dormidas en el ser.
La dicha solo es el anuncio
de su ardiente inminencia
galopante.
convoca y pone en pie,
porque la dicha quiere también
la dicha.
Desgarrada en dos,
llega con el miedo de su
virginidad
inconquistable anhelante de
verse conquistada.
Me necesita para ser dichosa
lo mismo que a ella yo.
Lucha entre darse y no,
partida alma
su lidiar, lo sufrimos
nosotros al tenerla.
Los elegidos para ser felices
somos tan solo carne
donde la dicha libra su
combate.
Prefiere quedarse a irse,
se desgarra por sus heridas,
nuestra sangre brota, ella,
es inmortal.
Dicha que despierta mis
poemas
escondidos en el más allá,
los que busco en mi causada
fantasía.
Muchas veces misteriosa
poesía, para hallarte,
vuelo y vuelo bajo el cielo y
el mar.
Te vi llegar
en cada ola que golpea las
rocas.
Dicha cual caricia eres mí
espuma,
formas parte de mi vida.
Mi dicha con audacia
inquieta,
sin cesar, te has buscado la
poesía
en el rojo esplendor del
mediodía
y en la nocturna soledad
secreta.
Lo no esperado
Lo
no esperado,
la
sorpresa inexplicable que inunda mi piel,
todo
mi cuerpo haciéndolo volar
por
cielos altos y lejanos entre nubes flotantes
acercándome
a horizontes luminosos y cercanos.
¿Cuál
es el motivo de que en este presento intenso,
lo
no inesperado nos invada con brisas suaves,
toques
imperceptibles,
momentos
inolvidables,
horas,
minutos,
segundos,
con
una paz indescriptible pensando siempre en el vivir,
enamorada
de la vida?
Lo
no esperado,
en
un silencio calmo y persuasivo,
el
aire diáfano y puro se detiene un instante,
toda
la quietud del mundo
apareció
súbitamente y la humanidad toda,
alma
con alma,
se
unió en un abrazo fraterno
para
iniciar el gran cambio que poco a poco
se
inició para hacer desaparecer la violencia,
el
desdén,
el
desamor,
el
materialismo con tan sólo fines de lucro.
Lo
no esperado,
superando
los miedos,
los
fracasos,
las
decepciones,
surge
lo mejor del ser humano escondido
en
lo profundo del corazón,
la
indispensable solidaridad,
la
necesaria condolencia,
la
plena esperanza,
la
clamada ilusión,
para
que el existir sea una fuente de amor y paz.
Lo
no esperado,
no
lo dejes ir,
acógelo
en tus brazos,
en
tu mente,
disfrútalo,
saboréalo,
deléitate
con lo nuevo que te envuelve,
dejando
atrás el pasado
con
mantos de lluvia dulce y descansa
en
un pleno bienestar con bálsamos de amor
que
existen pero que sin darnos cuenta
por
la vorágine de la vida real
que
no nos deja percibir su aroma,
su
sabor,
su
dulzura.
Lo
no esperado irrumpe a veces despacio,
levemente,
otras
veces con rapidez nos cerca
y
nos hace sentir que el amor
nos
está esperando siempre,
juntas
las almas en la distancia,
en
caminos paralelos,
jamás
juntos en el mundo real
pero
sí con total comunicación interior
sin
dejar de pensar unos en los otros
en
cada momento especial de nuestro existir.
Nos
amamos en el ayer
y
nos amaremos en el Hoy
y en
el mañana,
porque
lo inesperado llega y nos une.
Lo
no esperado,
la
felicidad,
esa
mágica palabra,
que
siempre se esconde,
se
escurre,
se
evade,
apareció
en este lapso
como
una sorpresa indecisa.
Estoy
en paz,
me
siento libre,
completa
conmigo misma.
Mis
suspiros profundos y lentos
se
suceden uno tras otro
en
lentos y deliciosos respiros
de
amor a la vida.
Espejuelos del amor
Espejuelos
del amor
nos
miramos sin vernos
nos
amamos a través
de la
nada del espejo.
Te amo
como aman los poetas,
con
palabras dulces,
con
caricias prohibidas,
con
metáforas inventadas
de un
corazón que ama
con lágrimas
derramadas a través de espejuelos
guarnecidos
de oro y plata
donde
solo nosotros sabemos que existen.
Escribo
porque nací escribiendo sin saberlo,
porque
me sale del alma
y cada
verso es mi vida
reflejada
en nuestros espejuelos
ya que
mi vida es la palabra.
Sin mis
poemas estoy muerta,
sin mis
versos no soy nada,
soy
como una sombra perdida
que por
el silencio vaga.
Espejuelos
del amor
escribo
lo que me dicta el corazón
y mi
alma expresa lo que tú sientes
sin
melodías vibrantes y altisonantes.
Espero
pacientemente
que
penetres en mi ambiente
con tu
mirada independiente
la cual
se grava en mi corazón.
Espejuelos
del amor
en los
que mi deseo
es
estar sin tocarnos ni vernos
en un
continuo sentir queriendo
volar a
tu cama,
arroparte
con mis brazos,
queriendo
darte mi todo,
arrullarte
en mi canción,
alimentando
con mis besos
imaginarios
a través de los espejuelos,
El
hambre de tu pasión.
A
través de los espejuelos,
los
besos y el pecho se conquistan,
en
afanosas lides entre gozos,
parecidos
a juegos,
días,
tierras,
espacios
fabulosos,
a la
gran disyunción
que está
esperando,
hermana
de la muerte o muerte misma.
Cada
beso perfecto aparta el tiempo,
le echa
hacia atrás,
ensancha
el mundo breve
donde
puede besarse todavía.
Ni en
el llegar ni en hallazgo,
tiene
el amor su cima,
es en
la resistencia a separarnos
en
donde se le siente desnudo,
altísimo,
temblando
entre los espejos de jade.