Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 13 de noviembre de 2017
Silencio en tus recuerdos
Silencio
en tus recuerdos,
recuerdos
de un tiempo,
en
el que todo era como había sido,
pero
en el que empezamos, casi sin saberlo,
al
separarnos despacio, de a poco,
un
completo silencio nos inundó.
Tiempo
pasado y perdido de lo que en un punto fue y ha sido,
porque
aunque se guarden las imágenes,
los
archivos sonoros, es un tiempo que se fue,
es
un tiempo ya muerto,
es
un tiempo que sólo se puede aprender,
mediante
un silencio, hueco, frio, gris.
Silencio
en tus recuerdos,
te
fuiste de mi lado por un apartado sendero,
lentamente,
caminando y nunca supe si te fuiste de verdad,
O si
estaba soñando
Y
empecé en silencio total a escribir poesías,
para
tener recuerdos de las cosas,
de
las que vinieron y se fueron,
de
las doloridas,
de
las que me hicieron llorar
y
aún de las hermosas.
Silencio
en tus recuerdos,
la
eternidad es inmensa,
sólo
hay silencio, me invade el miedo
y me
desespero al gritar sin que nadie escuche,
suplicar
y sufrir es mi destino.
pero
es mejor estar aquí amándote en silencio.
Silencio
en tus recuerdos,
siempre
amaré en silencio,
a
este amor que dijo ¡adiós!
amarte
así en silencio y sólo llevarte aquí en mi pecho.
amarte
así frenéticamente y así en mi soledad serás mío.
Amar
en silencio…
es
permitirle a mi pensamiento,
cabalgar
en haras del viento
recrearte
en cada mañana gélida o tibia alborada,
en
la que vislumbro tu figura.
Silencio
en tus recuerdos,
a
veces me digo “Pasó por aquí”,
pero
tú no sales al exacto centro puro de ti mismo,
son
los rumbos confundidos los que te voy buscando.
Con
la risa o con las voces, ambos juntos,
descabalamos
en silencio que no duele,
que
no se siente, creemos que sigue entero.
Si
por los días te busco o por los años,
no
salgo de un tiempo virgen,
¿fue
ese día?
¿fue
ese año?
que
fuimos felices tú y yo,
pero
no hay señal, porque no dejas huellas detrás de ti.
Silencio
en tus recuerdos,
trataré
con toda mi pasión de no recordarte más,
ni
en silencio pronunciare tu nombre,
ni
evocaré los momentos de gozo que juntos, muy juntos pasamos.
Estamos
juntos ya siempre por la despedida, inseparables,
al
borde mismo del abismo del silencio,
en
despedida que ya no olvidaré.
Quebranto de lágrimas
Quebranto de lágrimas,
que inundan mi mundo en gotas saladas,
que sacuden mi interior con sollozos
agonizantes.
Al poema confié la pena de perderte.
He de lavar mis ojos de los azules tuyos,
faros que prolongaron mi naufragio.
He de coger mi vida deshecha entre tus manos,
leve girón de niebla que el viento,
entre sus alas efímeras dispersa.
Vuelvo la noche a mí,
muda y eterna del diálogo privado de soñarte,
indiferente a un día que ha de hallarnos
ajenos y distantes.
Quebranto de lágrimas,
vieja alameda triste en el que el árbol
medita,
en que la nube azul contagia mi quebranto
y en que el rosal se inclina al viento que
dormita,
te traigo mi dolor
y te ofrezco mi llanto.
Quebranto de lágrimas,
no has regresado,
no eres más el mismo al que amé
y en un minuto dejo un poco más de llanto
dentro del corazón.
no has vuelto y en mi silencio otoñal he
buscado vanamente tus huellas,
todas las huellas y mi ilusión es un manto del
cual se estremecía el viento,
Y que el sol ha dorado por siempre.
Quebranto de lágrimas,
mis manos te han olvidado,
pero mis ojos te vieron
y cuando la amargura del desencuentro surge
por mirarte los cierro.
no quiero encontrarte nunca,
no quiero que desperdicies mi vida,
lo que fabrica mi suelo.
Como un día me la diste viva, tu imagen poseo,
que a diario lava mis ojos con lágrimas tu
recuerdo.
Quebranto de lágrimas,
amor que clama el silencio,
si mis brazos y tu boca se ya no se encuentran
porque las palabras partieron.
Otra es ésta, que no yo , muda
conforme y eterna con este amor
ya tan mío que irá conmigo muriendo.
Como haré en el nuevo día ,
vivir si tu aliento sin tus brazos impalpables
entre los míos?
lloro como la tierra que ha sentido dos veces
germinar, el
fruto
perfecto y perderlo.
Quebranto de lágrimas,
lloro por ti,
me duele porque ya perteneces al pasado
y al no tenerte mi vida se suspendió,
por todos los minutos, horas, día, años.
sentí de pronto el infinito vacío de tu
ausencia,
pero te seguiré amando en esté tímido silencio
que te perseguirá siempre.
Distancia sin olvido
Distancia sin olvido,
cuando abrí la puerta
el perfume lejano de tu ausencia
me acaricio la piel
saturada de calle,
de tumultos, de sopor.
Distancia sin olvido,
sentí que me abrazaban,
“es su silencio”, me dije.
Era su silencio,
un silencio vivo,
bullicioso de recuerdos,
de manos de papel aterciopelado,
que acariciaban mi pelo desprolijo.
Distancia sin olvido,
un silencio de voces mentoladas
y ojos cenicientos de cristal.
Distancia sin olvido,
esta carta, la décima tercera
la escribo para ti
para que me recuerdes
sin olvido.
te extraño como nunca
y No te tengo como siempre
sólo la esperanza me anima a esperar.
Distancia del olvido
te llevo siempre con migo…
no muy cerca, pero sí muy dentro mío
No te veo,
no te hablo,
no te llamo,
sí, te escribo y te pienso
distancia sin olvido
te escribo con dolor
Y te pienso con mucha pena,
te tengo que decir que no
decirte que no vale la pena,
Pero la verdad es que necesito tus abrazos,
Tus caricias, el placer y el gozo que me
brindabas.
Si pudiera volver a escuchar tu risa,
La guardaría para dejarla sonar
Cuando el silencio cruce mi soledad.
Distancia sin olvido,
te busco en mis fantasías,
pero no estas,
te llevaste todo con tu partida,
Incluyendo mi vida.
Me muerdo los labios para no llamarte,
me queman tus besos,
Me sigue tu voz.
Llevo muy dentro de mí
encendida la fiebre de tu amor.
Deseo olvido en la distancia
y no hay olvido,
siento el amor en la soledad de mi sombra,
¡Vete ya al olvido eterno
a la distancia total!