Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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viernes, 17 de noviembre de 2017
Suspiros en silencio
Suspiros
que surgen en el silencio
desde
lo hondo del alma,
parecen
clamores de murmullos
elevándose
al viento.
Surgen
poemas, frases, ideas,
profusos
versos con suspiros entrecortados
que
desgranan mi amor hacia ti.
Yo
intento siquiera emitir en silencio
la historia en mares sin calma,
me
despego tan solo
en
suspiros al viento
aunque
en esos suspiros
se vaya
mi alma.
Me
detengo un instante en este verso
y entro
a través del cauce de mis palabras
hacia el suspiro oculto en el silencio.
Dibujo
tu paisaje al compás de un poema,
en él
te acaricio y manifiesto,
una vez
más que el dolor de quererte
es el
fuego que me quema,
sin
embargo, te quiero
sin
querer renunciar.
Ya no
tengo lenguaje para escribir poemas,
sólo me
queda el suspirar en silencio,
en él
he tratado de esconder el secreto
pues
grande es el reto
por no
saber dónde estás.
Los
suspiros en silencio se extinguen
como
acontece siempre
en cada
paso al andar.
En mi
amor te distingues
porque
eres poesía
y
aunque ya no te encuentre
en mis
versos estarás
y mis
suspiros en silencio
volarán
hacia ti.
Suspiros
en silencio,
van despacio, leves,
como
soplos alternos se entregan a ti,
al
ritmo de tu vivir soñando.
Veo la
estrofa
de que
está hecho tu sueño,
la
tienes en tu alma tendida
esperando
los besos
que ya
son tuyos
son el
misterio en el alto silencio de la noche,
ya que
un soñar mío
empieza
al borde de tu cuerpo
y en él
el tuyo siento.
Tú
dormido, yo en vela,
hacíamos
lo mismo,
no
había que buscar tu sueño,
ya que
era mi sueño, mis suspiros
eran tuyos.
Suspiros
en silencio,
entrecortados,
diáfanos,
van
hacia el aire entre murmullos de amor,
respirando en tus caricias
y
despertando entre tus recuerdos.
Mi
corazón palpita y vibra
entre
mis suspiros, en silencio
y mi
alma se va con ellos
añorando
tu ausencia.
Mis
suspiros son de puro amor por ti.
Si los
cielos iluminan
trasluces
de paraíso,
islas de color de edén,
es que
en las horas sin luz,
sin
suelo,
hemos
anhelado el estar juntos los dos,
sin palabras,
dejando
como una gran estela de luz,
el amor
detrás cuando cruza
por la
noche eterna del mundo.
Suspiros
en silencio,
me los
ha llevado el viento
en la
dulzura del alba
y
buscándonos a tientas
con las
bocas
que el
vacío besaba
en
prodigioso pacto
nos
encontramos siempre.
El arte de amar
El arte de amar
consiste en vivir
y el arte de vivir
consiste en amar.
Cuando la palabra brota
refulgente del corazón
trae suspiros hondos cuando florece,
es cuando en los ojos
nace la estación
en que las pupilas se iluminan de amor.
Nacen de mi alma versos y estrofas,
formando caricias en mis manos
y enamorada, fascinada totalmente
hago del amor un sublime placer.
Siento que mi corazón
me exhorta a actuar
como su emisario
y mi voz te susurra dulcemente
mis sentimientos cándidos
en la luna frágil
de la tarde nuestra.
Sin hablar, en un silencio distante,
nuestros labios temblorosos de tentación
sentían los latidos en ansias
verdes, azules,
en ondas para rendirse
en las mieles de la pasión.
El arte de amar nos eleva
a la cima más alta del más allá,
al momento tan perfecto, tan sin par,
imposible en lo mejor del placer
de estar tú y yo juntos.
La esencia del amor
está en los ideales de la paciencia
entrelazando mieles, pasiones intactas
como tejidos de hilos.
Es un don, un diseño ideal,
meditando juntos
aprendemos a amarnos más.
El arte de amar
es saber proteger y cuidar
esa ilusión nacida sin saber
por qué, frágil y perfumada
sin atrevernos a tocarla
por miedo a que desaparezca en la nada.
Amar es una mirada que se enciende,
una voz que penetra,
una necesidad de caricias,
un mundo de dulzura,
una sed de ternura, es cantar y bailar,
respirar y sentir, abrazar y mecer.
Mirar juntos esa puesta de sol,
escuchar el murmullo de las olas,
volar alto en el cielo
mecidos por el suave viento.
El arte de amar
es proteger la vida,
vivir momentos únicos e inolvidables,
compartir alegrías y tristezas,
luchar juntos siempre.
Quiero llevarte en mis pensamientos
y sentir tus brazos rodeándome
cuando cierro los ojos,
diferenciar tu aroma
y saber que eres tú
quien está aquí a mi lado,
demostrándome que amar
es un arte
que llevamos siempre con nosotros
pero que tan solo desarrollamos
cuando hallamos a ese ser mágico
que nos arrebata una ilusión
para convertirla en realidad.
El arte de amar
es poder volar sin alas
y sentir en el pecho perfumado
con rosas y calas,
es abrir un fino abanico
y desplegar sensaciones
y perderle el miedo a las emociones
cuando los suspiros se vuelven canciones.
El arte de amar es saber besar,
acariciar y encender la pasión,
es la gloria a alcanzar
y eso ¡amado mío!...
eso… eso es celestial,
en el cielo monosílabo
de ser dos queriendo vivir.
Te necesito
Te
necesito,
abro
mis ventanas con flores
de
múltiples colores
para
darte una señal,
un
signo
por
donde puedas encontrarme.
En mi
jardín envuelta
en un
manto de esperanza
mi
cálida voz te llama
para
encontrar tu sonrisa
cálida y sonora
detrás
de un heliotropo,
de un
alelí,
de una
rosa.
Te
necesito,
hablaré
con las mariposas,
les
mencionaré mis deseos
alumbrando
mis movimientos,
buscándote con el pulso agitado
de la
sangre
sobre
el plato frío de mi silencio,
poblado
de ecos y de sombras
como un
ave de marfil en primer vuelo.
Te
necesito,
recorre
mis sentidos sin orillas,
un
viento adolescente en primavera,
la
estirpe de mis cantos se levanta
y mi
sangre convoca tu presencia
y ahora
que te nombro y te reclamo
floto
con movimientos lentos
en el
aire,
en un
rítmico volar de dulces sueños.
Te
necesito, amor,
te
necesito más aún
cuando
los astros encienden sus lumbreras,
mientras
hallan trasluces en las tinieblas,
claridades
en secreto,
noches
que lo son apenas.
Te
necesito,
ven a
mis brazos que ansiosos te esperan,
que
cuidan su misión de fuego puro,
un
caliente perfume de cipreses
tienden
un arco de paz sobre el camino,
las nubes que sustentaban a los cielos,
sueltan
al aire pájaros al vuelo.
Te
necesito,
eres mi
ancla de oro
y
cadena de mi anhelo,
piel
que adivina el pulso de mis ojos,
cruz
que aprieta las nubes contra el cielo.
Quiero
que bajen sombras de amor
a
nuestro cielos,
circundando
nuestro mundo,
sólo
nuestro.
Te
necesito,
estoy
en tus islas encallada,
hambrienta
de amor,
soy una
llama que tu cuerpo reclama.
Es el
capricho que risueño rompe
la cerradura del secreto
que
padece mi corazón.
Ese
miedo tibio que revuela
entre
alegrías e ilusiones hacia tí,
como
alas batientes en el aire,
que
sigue y canta.
Te
necesito,
los
signos de tu voz me reclaman,
despiertan
mi ternura,
desparraman
mi alma enternecida
toda
por tus dulces palabras.
¡Te
necesito!
¡Búscame!
¡Atrápame!
¡Conquístame!
Y dame
algo que sea nuevo.
El
tiempo ya no existe,
aunque
exista la templanza
y la
experiencia de nuestras vidas,
pues
nuestro amor nos llevará
a nuestra auténtica realidad y destino.