Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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miércoles, 22 de noviembre de 2017
Por un solo beso tuyo
Besos húmedos
¡oh!
Sorpresa sin darme
cuenta
me besaste por vez
primera,
mi cuerpo vibró y mi
mente se nubló,
entró en mi corazón,
llegó el amor.
Ese primer beso de mi
mayor anhelo,
un beso grande, un
beso inmenso,
un beso cálido,
húmedo y tierno.
Por un beso tuyo…
caminaría en el
desierto,
inundaría los cerros,
cruzaría el mar en
corcel de plata.
Te entregaría mi
calma.
Araría en el desierto
para sembrar en tu alma
la semilla de tu
estirpe,
que vería crecer con
ansia.
Por un solo beso
tuyo…
arriesgaría mi
historia,
vendería mi alma
y contemplaría la
gloria.
Por un solo beso tuyo,
regresaría mi
historia
desde donde siempre
te he buscado
y desde siempre te he
esperado,
y ahora que te he
hallado
apretaré con denuedo
tan sublimes
recuerdos.
Pues la flor que he
cultivado
llena ahora con su
perfume
el jardín que he
tanto cuidado.
No alcanzas a
imaginarte
lo que es capaz tu
embeleso.
A mi arte entregaría
sólo por saberte mío.
Por un beso tuyo
daría mi vida entera,
despreciaría todo el
oro del mundo
y lo cambiaría por un
beso tuyo.
Con un beso de tus
labios
encontraría la cura
de mis males
con el toque de tus
manos
acabarían todos mis
pesares.
Primer beso de
amantes insipientes,
¡Júbilo! ¡Felicidad!
¿Podrán los labios repetirlo?
Por un beso tuyo
yo no sé qué daría,
si la luz del cielo
o un diamante entero.
Por una caricia
tiraría al viento
al mejor te quiero
despertando el
tiempo.
Por un beso tuyo yo
no sé qué diera,
si mi alma entera
o mi corazón
enamorado.
Gritaría al mundo,
llena de alegría,
el amor que siento por
tener tu cuerpo,
por probar tus besos
y
tu dulce aliento.
Por un beso tuyo
bajaría el sol,
la luna plateada,
mil palomas blancas,
yo no sé qué diera
loca de contenta
si mi alma entera
colmara mi corazón
sin frenos.
Besos de tu boca,
caricias te daría,
abrazos que
demostrarían
mil veces mi alegría.
La sinfonía de mi
pensamiento,
a veces te diría
las letras de un te quiero
porque a veces por ti
vivo
y a veces por ti
muero.
Me entrego a ti mi amor
Me entrego a ti mi amor,
te busco y anhelo
tu presencia a mi lado.
Mi piel tiene el sabor de miel
de tus besos y mi cuerpo
clama excitante
que vengas a mí y me amas.
Me entro a ti,
con mi alma deseosa de amor,
ahora, en este instante, ya,
sin esperar en vano al vacío
absoluto
sin el encuentro de nuestros
cuerpos unidos
como uno solo,
entre besos,
caricias, ternuras,
mimos de ansiedad compartida
de llegar juntos a culminar
como si estuviéramos
en nuestro Paraíso terrenal.
Me entrego a ti,
mi amor,
con toda mi pasión,
mi ardor otoñal,
con mi cuerpo aún deseoso
de ser poseído por ti.
Cuando estamos juntos
volamos hacia la inmensidad del
horizonte
bajo la luz de las estrellas
que iluminan cada momento del
amor
que nos une, nos estruja,
nos hace explotar con dulzuras,
con besos profundos,
casi sin ruido algunos,
otros melodiosos que piden más,
mucho más.
Me entrego a ti,
mi amor,
avivas mis deseos de ser tuya,
enteramente tuya y mi virginidad
te entrego en cuerpo y alma.
En nuestro lecho de amor,
entre azahares,
rosas, amapolas,
verdes lotos recién nacidos
hicimos el amor con pujanza,
entre impulsos tanto esperados,
con vaivenes de entrelazos,
como con abrazos y suspiros
levemente
respirados entre besos
que nos llevan a nuestro mundo,
sólo nuestro.
Me entrego a ti,
somos dos en un cuerpo y dos
almas,
entregados al amor con
intensidad,
plenitud, alborozo, alegrías y
risas sin fin.
Bailo entre tus brazos,
mis caderas sin quererlo se
mueven solas,
bailando como si estuvieran
en las mil y una noches.
¡Qué felicidad!
¡Soy toda tuya!,
sólo tuya,
bajo el arco iridiscente
de la bóveda celeste que nos
acoge
secretamente en nuestra íntima
soledad.
Me entrego a ti con regocijo,
sin pudores, ni tabúes,
con toda mi ternura,
mi amor, mi dulzura,
enamorada de ti como de la vida.
¡Te amo!
Te esperé durante mucho tiempo
pero por fin me encontraste
con todo el arte de tu seducción,
tus palabras fueron sin saber
la caricia al interior de mi
mundo
haciendo remover en mi cuerpo lo
dormido,
lo que se había detenido en un
lapso de la nada.
Vivamos tan sólo el Hoy,
es el que no unirá por siempre.
Pesares del ayer
Pesares del ayer
vuelven a mis recuerdos
cual de puerta pesada cuando
gira sobre gonces de hierro enmohecido.
Anidaban en las grutas del olvido
y ahora pregunto
¿por qué regresan en un sombrío torbellino?
Pesares del ayer renacieron
en una mañana apenas comenzaba,
áspera y fría cual musgosa bruta
y ardieron en el cielo de esa aurora
nubes de un rojo intenso
como en un conjuro infernal,
colmado de bramidos cayendo cual torrentes.
Pesares del ayer como nubes de borrasca
me inundan con un ronco eco de dolores idos.
Todo aquello pasó pero aún
en mi mente siento remordimientos
por no haber sabido actuar con límites
y dejar pasar al dolor por mis fronteras
que debían protegerme.
por no haber sabido actuar con límites
y dejar pasar al dolor por mis fronteras
que debían protegerme.
Pesares del ayer, mi afligido pensamiento
quiere ahuyentar las sombras de aquellos ayeres,
de aquellos amores
que en vano llegaron a mí.
Pesares del ayer,
recuerdos que deben irse
al lugar secreto donde reina
la paz y el silencio
haciendo irse muy lejos
a los tormentos imborrables
quiero que todo lo pasado que provocó dolor
se hunda en hondos precipicios
palpitando en un viento ardiente
como el que sopla en un gigante incendio.
Pesares del ayer,
dejadme vivir desde el Hoy la vida
plena de amores
y deseos calmos.
Y poco a poco nacerán
los versos, las frases, las prosas,
entre perfumes de
flores guarnecidas de pimpollos nuevos.
Y entre risas y lloros en flor
mis prosas volarán en las alas de mis sueños.
Versos!
¡Palabras de amor!,
me hacen refugiarme en el mundo del olvido
sin pesares del ayer,
sólo estrofas entonadas
como canción de vida.
Pesares del ayer,
unos los hundo en el mar,
otros cruzan por el éter para que beban luz
en las estrellas y no regresen
jamás a mis recuerdos
que tan sólo quieren revivir los mejores instantes
de felicidad
de los ayeres de ayeres
y en este Hoy dormitar en el silencio
de la luna llena rodeada de luces brillantes
de amores nuevos.