Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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viernes, 1 de diciembre de 2017
Pérfido corazón
Pérfido
corazón,
con
hábiles maniobras
y
lastimando mis sentimientos
tu
ingratitud me invadió
hasta
lo más profundo.
Me
heriste con tus maliciosos juicios,
ignoraste
u olvidaste
todos
mis esfuerzos
para
darte lo mejor en tu vida.
Fuiste
un baluarte para mí
cuyos
muros cayeron por tu incomprensión
y
tus desalmados sentimientos.
Pero
aunque todo sea un gran todo,
trataré
de que parezca una nada.
No
quiero recordar tus perversos esfuerzos
para
herirme y lastimarme.
Rompiste
mi corazón con tu hábil indiferencia
pero
cruzaste la línea con ladina porfía
y
supiste hacerme sufrir
hasta
que un manto de lágrimas
cubrió
mi pecho.
Ahora
ya no quiero
saber
más nada de ti.
No
eres nadie en mi vida,
fuiste
el todo,
mi
ternura,
mi
amor,
mi protección,
mis
cuidados,
todo
eso ya ha desaparecido
en
el espacio infinito de la nada.
Todo
tiene un principio y un final,
lo
que sentí por ti se terminó ahora busco un sino,
un
sendero,
una
luz,
donde
refugiarme a curar mis heridas
las
que tú causaste y no me verás más,
para
ti desde hoy no existo, soy invisible.
Comprendo
que nunca comprenderás
el
daño que me hiciste
y en
algún momento de tu vida
cuando
yo ya no esté pensarás en tu actuación cruel
y
mezquina hacia mí pero ya no tendrá solución,
lo pasado
ya fue.
Empezaré
a vagar sola encontrándome conmigo misma,
buscando
donde está la verdad,
cuál
fue mi error,
en
qué camino de errores me sumergí
para
no volver a cometerlos
y en
el hondo silencio de la noche
encontraré
las respuestas aún dudosas
de
por qué recibí estas heridas
sin
haberlas creo provocado.
La
memoria del corazón
elimina
los malos recuerdos
y
magnifica los buenos
y
así podré sobrellevar lo que sucedió esa noche,
a
quien quise tanto y por celos,
envidias,
rencores,
me
destrató y surgió su furia
queriéndome
hacer pedazos.
Ese
hombre nació de mis entrañas,
un
fruto hermoso que colmó mi vida,
fue
lo más querido,
lo
más preciado pero hasta hace poco
se
transformó por los pasos de la vida
en
otro ser deshumanizado
y
sin sentimientos buenos.
Ya
la vida lo llevará por otros caminos,
donde
su corazón cerrado
se
abra al espacio sin fin del amor.
Yo
no lo veré ni lo sentiré,
pero
son mis deseos los que lo lograrán
y
podrá encontrar el camino de la verdad.
Cuando
la razón indica decepción
hay que
darle paso a la razón
para
que no sufra el corazón.
Desde
hoy mi tarea es llevar mi vida en alto,
jugar
con ella,
lanzarla
como una voz a las nubes
a
que recoja las luces que se me habían ido lejos.
Ese
es mí sino:
vivir
plenamente entre risas,
alegrías,
olvidos
y amores renovándome cada día
para
encontrar la luz de la plenitud
llenándome
de gozos con alas por el aire
como
las mariposas o las nubes flotantes.
Contigo soy feliz
Contigo
soy feliz
(sueño
día y noche con estar a tu lado
y en
mi duermevela busco tu alma clara y abierta
por
caminos anchos y altos muros para guardarlo,
escondida
sólo para mí).
Mi
felicidad es estar a tu lado.
Contigo
soy feliz
(siempre
me pregunto dónde estás,
si
tú no estás ausente te siento conmigo,
veo
tu cuerpo alto
que
se termina voz como en humo la llama,
en
el aire impalpable).
Mi
felicidad es estar a tu lado.
Contigo
soy feliz
(me
inspiras tropeles de versos
que
abren las alas y vuelan
levantando
un tembloroso remolino
de
cadencias que nacen de mi amor por ti,
son
frases nobles,
cláusulas
marmóreas,
blancas
que lentas pasan al pensar en ti).
Mi
felicidad es estar a tu lado.
Contigo
soy feliz
(el
silencio nos une,
el hondo
que nos hace llegar
a lo
profundo en nuestras almas
quebrando
surtidores delicados,
en
la tierra de lluvia recién mojada
llamándonos
con su húmeda voz
desde
un mundo muy remoto a otro mundo
muy
lejano siempre unidos).
Mi
felicidad es estar a tu lado.
Contigo
soy feliz
(cada
amanecer flores acaban en rimas,
versos
que empezaron tallos
hasta
el jardín más quedo va floreciendo
por
el amor insólito que acomete
por
los altos riscos azules del aire).
Mi
felicidad es estar a tu lado.
Contigo
soy feliz
(te
siento tan cierto y mío,
seguro
que hoy,
que
aquí,
que
tu evidencia
es
el filo con que me hiere tu abrazo,
se
gastarán tus caricias en días y noches blandas
y
poco a poco te voy queriendo más,
amor,
no
quiero que te vuelvas recuerdo,
sombra
esquiva entre mis brazos).
Mi
felicidad es estar a tu lado.
Contigo
soy feliz
(en
nuestro lenguaje sutil
cuando
los cristales duplican
el
blanco disco de marfil de la luna,
nos
unimos y nuestras voces tiemblan
plenas
de ansiedad y muchas veces,
misteriosas
frases de amor vuelan
como
visiones que se ocultan al llegar la aurora).
Mi
felicidad es estar a tu lado.
Contigo
soy feliz
(sin
querer,
te
quiero,
el
estar juntos…
tiene
saber a poco,
siempre
que estoy a tu lado
cada
día quiero más de ti,
eres
mi silencio azul en las etéreas alas
que
descienden por diáfanas escalas
a
las aguas turbulentas y profundas
que
inundan nuestras almas).
Mi
felicidad es estar a tu lado.
Contigo
soy feliz
(nuestro
paso armonioso nos lleva en plena noche
por
el campo abierto.
Los
astros nos observan con tenue empeño
y
las lomas echadas de bruces nos miran en silencio).
Juntos
somos uno,
aspiramos
la calma que nos une,
con
perfume a trébol mientras se alborozan
todos
nuestros recuerdos de nuestra vida juntos
y la
luz nos ilumina de puntillas,
en
el alba lanzándonos a las nubes
para
amarnos siempre como voces.
Instante de amor
Instante de amor,
breve,
brevísimo pero
intenso,
apasionado,
haciéndome vibrar
todas las cuerdas de
mi cuerpo.
¡Qué olor de azahares
y madreselvas
a mi pecho se derrama
al sentirte en mi
alma!
Eres la luz que
ilumina mi alma encendida,
me enseñas la orilla
de ese mar que descansa
y al rayar el alba
puedo tocar tu silencio,
instante supremo,
despierto el tormento
de un amor sin fronteras,
sólo instantes,
pequeños espacios de
presentes eternos.
Instante de amor y
dulces miradas
con cálido encuentro
a puertas cerradas
con un mar de
palabras no pronunciadas
y caricias aisladas
con un verbo inspirado
en un mar liberado.
Al llegar el ocaso de
una línea de mi vida,
recordaré ese
instante,
único,
reflejándose siempre
en el espejo de mis
pensamientos
y besaré en silencio
que dio vida al
placer de sentir en mi alma,
tu ser.
Lo que sentimos es un
camino sin un principio…
ni un final.
Fiel a mis instintos
y al deseo de vivir
una experiencia
mágica,
única,
distante,
sobrenatural,
te escogí a ti en un
breve instante y tú a mí,
con la única
protección de mi secreto…
tú secreto,
corriendo juntos los
momentos breves
como los más
vibrantes del amor.
Instante de amor,
suspiros
entrecortados
como cantos de aves
en enero al abrirse
las amapolas bajo
nieve,
invisibles.
Se escucha el canto
del gran hallazgo
que al amor se le
oye,
su soliloquio,
claro,
sin esperar que
llegue ese día preciso.
Sólo cuando el amor
despierta,
me roza por instantes
aún en una noche fría
ya que el impulso del
amor brota
con música de liras
el don de alegrarse,
seguir su ímpetu y
conquistar
su forma por el aire
diáfano.
Instante de amor,
breve pero lento,
pleno de placer y
alegrías,
deja lágrimas de
emociones llenas de ti
y de mí en surcos de
pasión aclarando
tristezas y llenando
melancolías.
Lágrimas por
quererte,
secarlas con
sentimientos
que perdurarán por
siempre.
Y de noche te sueño,
te contemplo a mi
lado
y te miro sin saber
que existes,
en poder pensarte y
te siento con amor,
aún sin saber si
estarás junto a mí algún día.
Instante de amor,
sueños que
ilusionaron,
sonidos que se
soñaron,
miradas que
pretendieron poseerte.
Suaves llegaron tus
palabras
¡todo ilusión,
pretender que
existes,
que me amas!
Déjame amarte aún sin
tu saberlo,
amarte es mi
presente,
es mi futuro,
sólo sueño amarte
porque amarte es mi ser,
es mi vida,
es mi anhelo,
mi deseo más
profundo.
Instante de amor,
te hago llegar en él
mis palabras,
mis sentimientos,
¡siéntelos!
y búscame más allá
del final del mundo.