Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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sábado, 16 de diciembre de 2017
Memorias al viento
Memorias del viento
Que me envuelven en un torbellino de recuerdos vagos
Me siento zarandeada ,alzada ,apabullada,
Por sutiles memorias que me producen dolor
Y a veces salto clamando ¡PAZ!
MEMORIAS DEL VIENTO
Que han perdido mi nombre
Ayer no mas estuvo adherido algún rostro
El mío mi silueta que transito por mi.
mi rostro entre el viento lo rescato
como no era pergamino, silencio ,
mis dos ojos sin mirada entre el viento sutil y anhelante
MEMORIAS DEL VIENTO
De mi silueta apenas sobrevive
Un vestido difuso, rasgado y estival
Entre nubes que lo arropan como un viento
Se me ha perdido un hombre entre el viento huaracando
MEMORIAS DEL VIENTO
Y el rostro y mi silueta los ha filtrado
Entre el tiempo, sabio y esencial
Entre nubes como algodones
Bajan y suben, se deslizan con el
Lo hacen desaparecer
El recuerdo de mis días sin nombré se ha olvidado
MEMORIAS DEL VIENTO
Yo crecida entre pinos
Y llorada por el tapado rostro de los ángeles,
Entre vientos brisas huracanes
Me confundiste tan llena de amor
El fuego y la intención de mis cantares.
MEMORIAS DEL VIENTO
Entre nubes altas y lejanas,
Quiero apoyar mi amor sobre tus hombros
Y fundir mi figura con tu bronce
Para que las memorias nos enlacen
Con los recuerdos de lo años vividos juntos.
MEORIAS DEL VIENTO
Anduve los peldaños del deseo
Para estar en lazada a ti entre tus brazos
Hasta alcanzar la cumbre de tu nombre.
MEMORIAS DEL VIENTO
Cuando un viento helado, húmedo, tembloroso
Como rumor antiguo y exigente
Se me estanca en las venas
Y mi voz se reseca, se pierde en el vacío del silencio
Y me entrego al impulso circular que pudo ser un verso.
Amor perdido
Amor perdido,
¡qué dolor!,
¿sabes?
¡Perder al amor!
Es como arrancarte el
corazón
en mil pedazos
y toda la luz del
alma.
El amor se lleva en
lo hondo de la sangre,
el sol que te compaña
y te reviste,
brazo en que te
apoyas
por el camino incierto
del vivir,
escudo que te
resguarda el pecho
de muertes o
borrascas.
Amor perdido,
¡quiero llorar entre
escombros!,
nos separamos tú y yo
en la cuesta para
siempre.
¡Algo de mi luz en el
polvo se ha perdido!
El miedo a no poder
encontrarlo
ahuyenta de los ojos
las palomas del sueño
entre clamores de
lloros y penas,
apurando en la breve
llama
la inmensidad del
tiempo.
Amor perdido,
ha de haber un portal
sin cerrojos
por donde podré
entrar
y como atisbando
de a poco te buscaré
entre la raíz de los quebrantos.
Otearé para estar
otra vez contigo
desde las colinas
cercanas
y veré el fulgor que
tú irradias
desde la lejanía
y así secarás las
fuentes de mi llanto.
Amor perdido,
en la flor te
recuerdo
y amorosa te exalto,
guardando en mis
entrañas
los bálsamos de tu
amor
y mi secreta lumbre
que ilumina
de a poco mi pecho
cansado
se refugia en el
orillar del mar
bajo las blancuras
del astro.
Amor perdido,
¡que hundimiento del
mundo!
Un gran horror a
columnas quebradas,
tiempos sin imágenes,
cielos intemporales,
entre estíos e
inviernos.
Amor perdido se extinguieron
las alegrías,
las risas, las
danzas,
pero perduran las
frases de amor,
aquellas que te
escribí
con todo mi corazón.
Ahora, sin tenerte,
todo va hacia atrás,
la vida se va
quitando
frenéticamente horas,
minutos,
segundos de encima,
destejiendo,
galopando su curso
del lento existir,
queriendo borrar
recuerdos,
historias para hacer
otra vez el anhelo de
volver a empezar otra vez.
El futuro se llama
ayer.
Ayer oculto, secreto,
escondido entre
verdes follajes,
de esperanzas,
hay que empezar otra
vez,
reconquistar la vida
con toda el alma
y todo el corazón
detrás de aquellos
otros
ayeres conocidos.
¡Vamos hacia el
mañana
entre estrépitos
besos,
inventando las ruinas
del mundo,
de la mano tú y yo
por entre campos
florecidos
de amapolas
ondulantes!
Y ya no más amor
perdido,
amor encontrado entre
tactos,
abrazos, piel,
entregándonos al
palpitar de sentirnos juntos,
sin caos ni penas,
sólo luz y belleza
del vivir.
Amor perdido,
encontrado entre la
luz del alba
y las estrellas
escondido,
tendiéndonos las
manos para coger las nubes,
las flores, las alas,
los mil sonidos del
aire
para existir
flotantes en el puro vivir,
salvados por milagro
de no estar más
juntos
y así estrenar el
beso,
el amor,
sin sufrimientos ni
quebrantos.
Quisiera que estés presente
Quisiera que estés
presente
con el color de tus
ojos
o tu voz o tu risa.
¿Lo sobrenatural
nació quizás contigo?
Hoy estoy pensando en
ti…
como lo hice ayer y
lo haré mañana.
Mi mente repite tu
nombre,
mis labios lo gritan,
mi cuerpo extraña el
calor de tu cuerpo.
Te extraño,
extraño el sabor de
tus labios…
Extraño la caricia de
tus manos.
Quisiera que estés
presente,
aquí a mi lado…
Quisiera poder besar
tus labios
y tomar tu mano.
Pero no puedo,
no estás presente
y te busco en una
búsqueda incierta,
inasequible, eterna,
jugando con nosotros
a será o no será.
Sé que te encontraré,
estaré siempre al
acecho
en las altas
madrugadas
por si cruzases por
mis soledades
entre alas invisibles
que se cruzan
y envuelven mi cuerpo
esperándote.
Quisiera tenerte a mi
lado
en el frescor de mi
cuerpo enternecido
donde la hierba se
siente ya iniciada
entre musgo verde y
recién brotado,
entre la sombra de
los sauces inclinados.
Quisiera que estés
presente
y te entregaría un
poema de amor
como puñado de agua
límpida,
entre un espejo
agradecido
donde acontece
tamizada la tarde.
Estaré contigo
agradecida
de tenerte entre mis
brazos
pero es ardua la
empresa,
la curva se endereza
y pienso que sin
acertar el rumbo ni la escala estaría
mi cuerpo contra el
tuyo
en la alta luz que
con ímpetu resbalaríamos
en nuestro nido de
amor.
¿Cómo apresar la
sosegada llama
que te entibia los
ojos?
¿O el frenesí que tu
mirar proclama
cuando se incendia
pródigo de rojos?
Quisiera que estés
presente
desvivida por besarte
y mi piel en este
estío enamorado
tiembla como
adolescente enamorada
y hasta mi corazón
multiplicado,
arde entre las ramas
del cerezo.
Hollo mi memoria en
una espera cotidiana,
corriendo por mis
venas
mi amor para ti
consagrado,
ajena a la honda
espera
que el tiempo
riguroso sazona.
De repente, llegaste,
como llegan las
nuevas
que sacuden las
entrañas,
tiembla el aire,
temblamos los dos tan
sólo con mirarnos,
empañadas nuestras
voces,
quebradas nuestras
alas sólo sonrisas y cantos,
besos sin fin
hundiendo nuestras cabezas
confundidas entre
nuestros regazos.
Quisiera que estés
conmigo
siempre ya que
hambrienta de tu amor
estoy y mi cuerpo
puro y casto
te reclama fatigando
mi corazón
y mi respiro.
¡Quiero vivir los
besos
con sensación de
retorno siempre!