Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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sábado, 30 de diciembre de 2017
Noche larga
¿Por qué la oscura
noche es tan larga?
¿Cuál es el misterio
de que nos inunde
la tristeza y la
soledad?
En la noche larga
la sombra de los
cipreses
es como un grito en
la niebla.
Se alzan al cielo
sin saber la razón
coro de voces descalzas
que se posan
sobre las copas
oscuras de los árboles.
Yo sueño contigo,
amor,
con que tus manos
se van perdiendo a lo
lejos
como dos trémulas
alas
tras la negrura del
cielo.
Noche larga,
sin ti mi vida es
soledad de soledades,
mi corazón está solo
como un rosal sin
colores.
Si viera tus ojos
en esta espera
apesadumbrada
volcaría la alegría
con canciones de
primavera
y se trocarían en
lumbres
mis soledades en
sombras.
¡Cómo sueño las horas
azules
que me esperan
tendida a tu lado,
sin más luz que la
luz de tus ojos,
sin más lecho que aquel de tu brazo!
Noche larga contigo a
mi lado
sintiendo a mi amor
florecer
en la mística voz de tu canto:
notas tristes,
alegres y hondas
que unirán mi emoción
a tu rapto.
¡Oh! Noche larga,
regada de estrellas
que enviará desde
todos sus astros
la más pura armonía
de reflejos
como ofrenda nupcial
a mi tálamo.
Noche larga
que con un velo de
recuerdo
se enlaza, apretado
y nos mira en
estrellas dormidas
desde el cielo en
nosotros rondando.
Se ha callado la idea
turbadora
y me siento en el sí
de tu abrazo,
ya la noche no es tan
larga
porque convertida en
un solo murmullo
se interna en mi alma
cantando.
Es la noche una cinta
de estrellas
que una a una a mi
lecho han rodado
y es mi vida algo así
como un soplo
ensartado
de impulsos plenos y
pasionales.
En esta noche larga,
mi amor,
se han unido nuestras
risas
más blancas que el blanco
y ¡oh milagro!
en la luz de una
lágrima
se han besado tu
llanto y mi llanto…
Se ha quedado tu vida
en mi vida
como el alba se queda
en los campos
y hay mil pájaros vivos
en mi alma en esta
noche larga de amor
entre cantos sin
tristezas ni pesares.
Ya la noche no es tan
larga
tendida a tu lado,
entre tus caricias
y el gesto de tu
abrazo,
en tus palabras
cuelgan rumores
parecidos al lenguaje
que llevas en tu boca
de agua,
desde el más quieto
charco
al más agreste risco.
Esta noche se ha ido
casi aurora,
casi ronda de luna
entre montañas,
noche rasgada al
tiempo repetido
entre esencias altas
y claras,
circundando de emoción
mi espíritu todo.
Fuiste tú
Fuiste tú,
me dejaste en el
mundo irreal de la poesía,
mundo mágico donde
estoy sola,
en otra dimensión,
viviendo momentos
únicos conmigo misma.
Mis poesías de amor,
son paradisíacas,
tiernas, dulces, a
veces severas, duras,
despiadadas,
adoloridas
y ¿cuál es la razón
que me insta
a estar jugando con las palabras,
saboreándolas,
deleitándome con
ellas?
¿Es que existe una razón verdadera?
No, es irreal,
es del otro mundo,
de otros cielos, de otros horizontes
y vienen despacio, sin
apuro,
sin prisas a buscarme
y a llevarme a
lugares lejanos y secretos.
Fuiste tú…
mi inspiración, mi numen,
mi amor consagrado
hasta el último
anhelo de mi alma.
Me haces vivir
en nostálgicos y
melancólicos suspiros
que desde mi mundo
interior
surgen aún más allá
de la nada,
del no existir
en esta realidad sin
amor verdadero.
Fuiste tú…
me transformaste,
soy y seré un ser
diferente
desde el instante
en que apareciste en
mi vida,
me enamoré del AMOR,
me diste el todo
que siento que soy
hoy.
Entre metáforas,
sílabas, letras, frases, sinónimos,
mi mente se va sola
con ellas a danzar,
a disfrutar de la música,
a amar la vida con total intensidad.
Sin saber por qué,
las poesías,
con prisas, con prioridades inusitadas
quieren ir a las
páginas en blanco.
Corren, se entrecruzan, se vuelcan
perdidas sin saber
qué expresar,
si es el amor el intenso
o el tranquilo dulzor
de caricias no
sentidas.
Se van enhebradas en
letras tejidas
con encajes de
fulgores brillantes,
opacos, refulgentes
a recorrer el orbe
en mantos de amor
para envolver en
redes
las almas necesitadas
de sentimientos
puros,
inocentes y vírgenes.
Fuiste tú…
cambiaste mi entorno,
mi sensibilidad más
honda, más sentida,
me elevó a bordes
abismales
de remotos tiempos,
de ayeres y de
presentes inesperados
con profundos deseos
de amar y ser amada.
Fuiste tú…
el que despertaste
mis ansias,
mis angustias, mis
puros deseos
de volar sin alas,
lejos, muy lejos,
a cielos azules entre nubes áureas
como campos de
algodón,
buscando el don de la
esperanza,
el deseo de vivir
volcando mi sentir
en trozos minúsculos
de papel
o en hojas
apergaminadas
o en caminos de arena
donde se borran con
la espuma del amor.
Fuiste tú…
me diste la vida,
esta vida mía
que me hace amar por
sendas sin fin,
derramando como pétalos de jazmines
sentimientos hondos,
sinceros, únicos,
transferibles de un
alma a otra,
tendiendo mis
anhelados puentes
donde la vida renace
y el ser humano se
une
entrelazando dedos,
manos, brazos, mentes
para limpiar nuestro
planeta
de oscuros y
misteriosos sentimientos
malvados y mezquinos.
No me olvides
No me olvides,
pedazo de mi alma,
sensación del alma mía,
mi ritmo de la noche,
hechizo de
melancolía.
No me olvides,
sangre de mis venas,
constelación de milo
estrellas,
manantial de nueva
vida,
origen de la
cadencia.
No me olvides,
eres mi aurora
virgen,
dueño de mis sensaciones
y en el silencio que
nos llega
hasta el alma
sin saber de que
ausencia de ruidos
está hecho.
¿son letras,
son sonidos,
son vuelos inspirados
y cortos?
No me olvides,
milagro divino,
príncipe del lejano mar,
soy tu claridad en la inocencia,
relámpago de cristal.
Vivamos en el paraíso,
sones primeros,
vírgenes tanteos de
labios
estrenando los goces
de los tiempos del
alma.
No me olvides,
ternura de la tarde,
nostalgia de la luna,
esperanza cantada,
ilusión nocturna.
No me olvides,
suspiro en madrugada,
encanto de la
naturaleza,
obsesión del
amanecer,
impresión de la
belleza
reflejada en nosotros
dos.
No me olvides,
delfín de los cielos,
fulgor del arte innato,
eres el aire que
respiro,
yo te amo tanto…
No me olvides,
te buscaré por
lugares ignotos,
sin que lo percibas,
te llamaré en
instantes nítidos,
claros,
momentáneos
y tú, mi amado,
escucharás mis suspiros,
mis frases de amor.
No me olvides,
pienso en ti,
ésta y todas las noches,
pondré a vivir en
cada rosa
y en cada lirio
que tus ojos miran
y en cada trino
cantaré tu nombre,
soñando que no me
olvidaste.
¡Qué sosegadamente
se hacía la concordia
entre las piedras,
los luceros,
el agua muda,
la arboleda trémula,
todo lo inanimado
y el alma mía
dedicándotela a ti!.
No me olvides,
entre las luces y las
sombras,
a la luz de quererte
por la tierra y el
cielo,
planos suaves de
nubes,
iré hacia ti
con mi cántico dulce
que en mi cantaba.
No me olvides,
pintaré de rosa el
horizonte
y de azul los alelíes
y doraré de luna
tus cabellos.
No me olvides,
así la vida
pasará feliz entre
las flores,
los cantos
y fulgores
de un amanecer único,
sin que enturbiar
consiga
su transparencia
ufana,
el no tener mañana
como no tuvo ayer.
No me olvides,
de nuestras fugaces
dichas
es el fugaz emblema
y cuando las hojas de
la flor
esconden su perfume
se extiende como el
canto
pero nuestro amor
es más fuerte
e inextinguible,
y con su encanto
da fulgor
a la alborada recamada
de oro matinal.
¡ No me olvides,
óyeme en mi susurrar
sonoro:
te amo cada instante
más!