Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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viernes, 27 de abril de 2018
Profunda calma
Profunda calma
Es el lugar donde la paz profunda, la quietud extrema,
nos sumerge en un
bienestar de amor.
Es en esas noches tan especiales
que entre versos y poemas de amor
nos encontramos con nosotros mismos.
En un mundo irreal y único,
volamos a otras esferas a encontrar
las palabras únicas, las
frases, las metáforas
que envuelven como lazos entrelazados nuestro poema de amor.
Profunda calma, no la turbia ni el ave del sueño
con fría agua, y los tranquilos fantasmas que pueblan en derredor,
solo puede iluminarla las luciérnagas con su luz brillante
sobre el cielo azul de la noche.
Tal vez alguien ha sentido la voz
clara imperiosa que
como una blanca
Segadora busca romper la profunda calma.
tiéndete a entre las
amapolas florecidas
apoyado has de pasar, sin que te hiera con feroz lanza
queriendo que la luz de la calma se esconda
En la noche de horizonte sin fin.
Que la profunda calma descanse en ti,
así se calmará tu enorme ansia errante.
mientras nos estrechamos ávidamente entre
almas colmadas de amor.
Nuestro reposo debe ser absoluto
sin ansias,
sin desvelos,
sin penas,
sin dolores,
son deseos absolutos de vivir plenamente
en una profunda calma, insuperable, impertérrita.
Y desde la oscura lejanía del horizonte
viene hacia nosotros un bálsamo errabundo
que nos da fe y amor.
Busca el arrullo de horas muertas
con mil ojos confundidos
y caricias con vientos indiferentes
que den a mi alma la profunda calma que ansío.
“Un silencio de
voces mentoladas
Y ojos cenicientos de cristal
Esperan el tiempo como
Letargo
impreciso”
Vivencias
Vivencias
Fluye el río del tiempo, se empapa uno en sus aguas,
se le encoge la voz, la mirada se amansa.
Se achica el corazón, las piernas se acalambaran.
Se entumecen los brazos y se arrumbara la espada
y la flauta se vuelve reticente y opaca.
Piernas y corazón apuraban su marcha hora explorando amores, hora
andando comarcas,
a todos algún sueño prometía mi
flauta no el sueño que se sueña, sí el sueño que se arranca,
de la tierra renuente y el corazón desbordado.
Que pronto un diluvio como un
torrente de lágrimas ahogo las penas del mundo y puedo ir,
cantando bajito sin ahondar las pisadas, no sé si por costumbre o
por cautela con un dejo de gozo y otro dejo de lástima.
Gozo por lo que tengo y por lo que soy.
Me basta.
Pena por tantos sueños muertos a mis espaldas.
“Me
niego a despertar
no quiero ver la soledad de tras
de tu perfume que se negó a partir”
Ausencia
Ausencia
La tarde se ahoga en el
fuego dilatado,
como se ahogan mis ansias
en,
sobre la nada que me da tu
ausencia.
Llega tu voz de durazno y
miel florida,
para asfixiar suspiros y
apagar lejanías.
No es tu voz, ni el espejo
de tu voz es un canto de pájaros,
picoteando aleros, jugueteando indiferencias.
Ausencia, ya no siento tu presencia, no
vislumbro tu figura,
tus dulces manos, tu
mirada profunda,
otra vez mis ojos en el
fuego de la tarde, buscándote.
Y todo se olvida … hasta
tu ausencia …
¡Qué sensación tan
profunda arrancas de mis entrañas con tu ausencia!
¡Qué grito de amor
desgarras de mis poros y mi sangre!
Ya que en este Hoy es sólo
ausencia.
“El
reloj cae
y las horas se rompen,
lapida
y cruz”