Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 1 de julio de 2018
Deseos reprimidos
Deseos
reprimidos, escondidos, misteriosos,
ocultos en lugares secretos del alma,
todo en ellos son canjes,
ola y
nube, horizonte y orilla.
Deseos
reprimidos,
de
escapismos y desapariciones,
vuelos
a otros mundos
donde
la lucha no existe
y donde
está velando
en puro
juego
ese
ardoroso buscar
en la
plenitud del acierto.
Tratar
de encontrar el universo
cuando
se aclare
la razón final del movimiento,
del no
moverse,
del
esperar un mediodía sin tarde,
la luz
en paz,
renuncia
del tiempo al tiempo.
Deseos
reprimidos
que
buscan en mi interior
la plena consumación del amor pasional,
sensual,
del amor,
igual, igual,
que de
tanto ardor
me
conduce al sosiego
mientras
mi lira sin cesar lo aclama.
Deseos
reprimidos,
son el
eco que resuena en mis entrañas,
como los
versos en mi alma
que
cantan a lo grande
porque
van conmigo
con un
corazón que las alturas ama
en un
ideal cuyos fulgores persigo.
Aspiro
a que se insinúen
en el
real mundo en que vivo.
¿Qué
buscan?
¿Qué
esconden?
¿Amares
tumultuosos, espontáneos, vibrantes,
sin
doblegarse a un doble juego?
Deseos
reprimidos,
quiero
alcanzarlos, una vez, mil veces,
con decisión inequívoca,
con
prisa desatada,
con mis
ilusiones volando
hacia
altos templos de vestales iniciales.
Deseos
reprimidos,
los quiero por audaces,
los
quiero por ingenuos,
yo sé
que en sus anhelos hay horizontes
para
los mundos y los cielos.
Placeres,
quereres, poderes,
entran sin desearlos
a la porosidad lumínica
de todo
mi ser.
Deseos
reprimidos,
los
ansío dentro de mí,
por
doquier aparecen
en cualquier lugar,
en
momentos imprevistos,
sin
tener un ápice de necesidad,
de
poder, de poseer,
de
intentar aprisionar al amor
entre barreras semiabiertas
para
sentirme más libre,
dispuesta
a intentarlo todo,
a
descubrir lo más obvio,
a lograr el descubrimiento
del
deseo realizado.
Deseos
reprimidos, íntimos,
que
intuyen los aromas del amor,
que dan
vitalidad,
fuerza,
ternura y placer
para
que la vida transcurra sin tregua,
con
pausas moduladas,
sin
insistentes sobresaltos,
como
queriendo volar.
Deseos
reprimidos,
tejedores
de urgencias, de reclamos,
de esperas, sin prisas ni bravatas,
pero
con insistencia terca
para
poder llegar a recoger
el
aroma del mundo
y
sentirse dentro de él…
profundo
y con total fuerza
ilimitada y necesitada.
Te desvaneciste
Te
desvaneciste,
por no estar contigo
en este
hoy,
en este
ahora,
crece
en mí
una
hiedra pálida de dudas
que
ahogan mi pensamiento
y
detienen las horas de la espera
inquieta
y
desazonada,
la
ramazón de hiedras
que
sacude el viento.
Si todo
pensamiento
me sabe
a tu presencia,
no puedo dejar de extrañarte
y ya me
es imposible
disimular
tu ausencia
ya que
de esta agonía
nada
puede consolarme.
Te
desvaneciste,
¿a
donde están la magia
y la fantasía de tenerte conmigo?
Nada en
esta tierra
libera a mi alma
de la
inquietud
que la
aprisiona
cuando
me faltas,
cuando
no estás…
Te
desvaneciste,
debo
dejarte de sentir,
de
extrañar,
de
pensarte
en
segundos
tan
sólo para que otros amores
se
muevan en mi pecho,
para
que sean un mar
a mis
sueños y a mi olvido.
No
quiero sentir más
el eco
con tu nombre
ni la agonía de tu ausencia,
ni el manto tibio de tus manos,
anhelo
y necesito
otra
luz
con
mirada nueva
que
haga resurgir
brioso,
salvaje,
victorioso,
un
nuevo amor
que en
mi pecho vibre
y que
un frescor enternecido
bañe
con mil caricias
mi
cuerpo
que
será un mármol tibio.
Te
desvaneciste,
eres
ahora apenas
un recuerdo lejano,
un
nuevo amanecer
hizo
que la tristeza
se
fuera al pasado del ayer
que
sólo oscurecía mis días,
ahora
comenzó una primavera ardiente
y feliz
en mi ser.
Después
de tu ausencia
en
volandas
sueño
otras mañanas de colores,
que me
llevan a los fondos de mares
y de
glorias
encontrando
el amor verdadero,
único.
Vibro,
tiemblo
como
una mariposa de fuego
y
tormenta,
corazón
con alas
con
aleteos leves
entre
latidos temblorosos
y de
suaves cadencias
en
ansias verdes,
azules,
en
ondas y curvas
entre
aromas de madreselvas.
Te
desvaneciste,
no
existes más,
naufragaste
en un mar
de inestable equilibrio,
tu nombre quedó
en el
agua sumergido,
ya no volverás más
a mis
pensamientos.
Ahora
quiero vivir
no en
un vacío eterno
sino en
una creencia
de
estar juntos
en el
ahora
mi
nuevo amor
y yo en
un mundo nuestro.
Ya no
más tu añorada presencia,
ahora
crece
hacia
dentro de mis dedos
la suavidad de una nueva
piel
cálida
y al llamado de sus ojos
se alza
de mi sangre
la
poeta
y mis
versos cantan
y se
reflejan
en los cielos azules
y horizontes lejanos.
Mi único amor
Tú,
mi
único amor
el que
me endulza la vida,
me hace volar
por
cielos abiertos,
entre nubes de algodón
y
pájaros perdidos.
Eres el
milagro esperado
me
envuelves
en
mantos entrelazados
de tules y lentejuelas
haciéndome sentir vibraciones
y
latidos
que
estallan cual cristales lejanos
entre
estrellas fugaces.
Tú, mi
único amor
te
busco
entre
altos bosques de bambúes
que
impiden que tu sombra se refleje
clara y precisa
en mi
mente anhelante
de tu
presencia fuerte,
enhiesta,
verdadera.
Eres el
milagro esperado
entre
campos florecidos
de
amapolas de dulce néctar
quiero
estar contigo
en ese
lecho de amor de flores
para
que tus brazos
estremecidos de placer
me hagan gozar
momentos
largamente esperados.
Tú, mi
único amor
necesito
el clamor de tu voz melodiosa,
seductora,
con
matices de un querer apasionado
que se
acerca imperceptiblemente,
encendiendo mi corazón
con
deseos vehementes.
Eres el
milagro esperado
la luz que
se encendió
entre
los dos,
de a
poco,
despacio,
haciéndose una llama de amor viva
que fulgura en el Universo
a
través de tinieblas,
vientos
huracanados,
cometas de fuego.
Tú,
mi único amor
la
distancia nos acerca
aún a través de la lejanía
uniéndonos en instantes exuberantes
de amor
puro,
límpido,
único,
expectantes
los dos
de
estar juntos amándonos
hasta el fin de los fines.
Eres el
milagro esperado
lágrimas
de alegría
desbordan mi rostro
mojando
mi cuerpo
con
gotitas de felicidad
al
estar en tus brazos,
sintiéndome amada
con profundo
placer.
Tú, mi
único amor
no me
abandones nunca,
eres mi
numen,
mi
inspiración,
mis
palabras de amor,
mis
poemas,
mis
prosas puras
y
vírgenes
nacen,
crecen,
se
vuelcan en hojas chamuscadas,
esperándolas con ansias
para hacértelas llegar
a ti,
mi único amor.