Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
Páginas
▼
viernes, 20 de julio de 2018
Consternación de amor
Consternación
de amor,
aflicción
por no estar entre tus brazos nunca más
y
surge mi pesar por tu ida de mi vida.
Esta
carta que te escribo sé que no la leerás nunca,
pero
en ella vuelco mi pesadumbre,
mi
abatimiento,
por
no estar más junto a ti.
Mi
tarea es ahora llevar mi vida en alto,
jugar
con ella, lanzarla como a una voz en las nubes,
a
que recoja las luces que se nos marcharon ya.
Ese
es tu sino: vivirte.
No
hagas nada.
Tu
obra eres tú, nada más.
Consternación
de amor,
la
luz lo malo que tiene es que no viene de ti,
es
que viene de los soles, de los ríos,
de
la oliva,
quiero
más tu oscuridad absoluta,
donde
no vea ni una pizca de tu figura.
Turbación,
siento en mi mundo interior,
un
torbellino de estrofas, poemas de amor,
cartas
que quieren volcarse en un trozo de papel
y
como vagabunda intento encontrarlas.
¿en
qué lejanías se esconden en mi corazón dolorido?
no
aparecen ni siquiera estrofas,
los
sones que de mi lira van brotando,
son
los pasos de las visiones que conmigo,
los
andan buscando.
Consternación
de amor,
camino
esto pretendo saber.
¿bajo
o asciendo?
¿me
adelgazo trepando por el atrajo
o me deslizo yo barranca abajo?
acabemos
nuestra historia de amor,
no
quiero verte mas, aléjate, aléjate,
ni
me digas ni una palabra.
mi
puerta se cerró ya para ti por siempre.
Y
yo buscare el sendero del amor único,
verdadero,
real, que me amara,
que
me protegerá y me dará,
toda
la felicidad que contigo perdí
y
que creí era por siempre.
La
vida nos da y nos quita,
momentos
especiales de amor y de dolor,
pero
yo estoy enamorada de la vida,
vivir
es el verbo del amar,
por
siempre a todos nuestros semejantes.
¡amor
búscame que te espero con ansias y anhelos,
virgen,
casta y pura,
toda
para ti.
Retrato olvidado
Retrato
olvidado,
mis
pinceles más leales,
se
proponían apresar tu verdadero rostro:
Desentrañas
las esenciales líneas donde tu fuero,
el
aire acata:
Y,
en los arrabales del alba espiar el múltiple venero,
donde
emerge a raudales, toda la luz que quiero,
para
tu piel, tus ojos cenitales,
pero
es ardua la empresa,
la
recta se espírala,
la
curva se endereza,
sin
acertar el rumbo ni la escala.
La
alta luz tropieza o,
en
su ímpetu resbala.
Retrato
olvidado,
¡no
quiero apresar más la sosegada llama,
que
te entibiaba los ojos!
¿O
el frenesí que tu mirar proclamaba,
cuando
se incendia, pródigo de rojos?
¿Cómo
dejar de apresar la tímida manzana,
que
en tus mejillas el amor convocaba?
¿La
uva de tu piel?
¿o
la mañana asomada a tu boca?
Retrato
olvidado,
mi
afiebrada paleta, se anublaba,
ya
no estoy más enamorada de ti.
Me
pierdo en la enigmática y secreta,
zona
de la alborada,
donde
digo carmín, azul,
violeta
y
al nombrarlos, se esfuman en aireada,
fantástica
pirueta.
La
paleta se obstina en alcanzar el tono inaccesible.
El
pincel se alucina,
vuela
hacia el imposible
y
se desploma, herida golondrina.
Retrato
olvidado,
cejo,
pues, en mi empeño
y
entre mis manos, no quiero tomar tu cabeza,
ya
no siento ni los contornos del diseño,
sino
tu esencia presa.
Victoriosa
me bato en retirada,
ya
vencida el ansia de mostrarte en el lienzo sin recato.
Si
gano tu sustancia,
¡
qué importa haber perdido tu retrato!
urdí
un pájaro vivo allá, en mi infancia,
cuyo
vivo temblor en ti rescato,
con
la sazón del tiempo y la distancia…
retrato
olvidado,
ya
no quiero recordarte más,
fuiste
el amor de mi vida,
ya
no más.
¿A dónde te has ido?
¿A dónde te has ido?
¿Por qué te has ido de mi vida?
No sé por qué esto tuvo que suceder,
¡sabes, mi corazón nunca te olvida!
¡cómo quisiera poder volverte a ver!
sé que nunca volverás del lugar recóndito,
Donde te has ido,
pero tú me dijiste un día no muy lejano,
inolvidable,
que siempre me amarás.
y ahora te veo en cada estrella en el cielo,
siento que me abrazas cuando el viento va a
soplar.
¡cómo quisiera verte, ese es mi anhelo!
Y que con un poema de amor tú aún vivirás
conmigo,
tan sólo un instante de tu vida.
¿A dónde te has ido?
¡que cruce en tu muñeca del tiempo,
contra el tiempo el pensar en mí!
El tiempo frio, enroscado, acechador,
esperó lo suficiente para que tú te fueras
lejos de mí.
A tu vida infinita, sin término,
los segundos para tu huida te echaron lazos
pueriles.
Desde lejos te siento sentir que tu corazón en
un rincón afirma,
sangre yendo y viniendo en ti,
que tu querer por mí no desapareció,
encontraste otro ritmo pero como mi amor, no.
¿A dónde te has ido?
ya no te veo, no se oye nada de ti,
Ni un gemido, ni una palabra.
Me sobran los ojos y los labios buscándote en
este mundo tuyo.
Para sentirte a ti no sirven los sentidos de
siempre,
usados como ayer.
y como quisiera ver tu sonrisa tan solo una
vez más,
tan solo me gustaría oírte decir que aún me
amas,
desde el recóndito y misterioso lugar donde te
fuiste,
pero pienso que mis deseos no se cumplirán
jamás.
¿A dónde te has ido?
¡cómo te siento en mi pensamiento!
y en la esperanza de soñarte con tanto sentimiento
y no perder la confianza de que algún día,
te tendré otra vez entre mis brazos.
Mis manos te han olvidado,
pero mis ojos te siguen viendo
y cuando es amargura lo que me inunda por tu
ausencia,
Lo cierro despacio y sueño.
Y en mi imaginación estoy a tu lado,
sordamente en lo oscuro, tropezando en ocasos,
en vísperas , hundiéndome hacia arriba con un
gran peso de alas
y es entonces que abro los ojos
y ya quedo ciega, sin ver,
sin saber más vivir sin ti, en este mudo
descolorido,
donde estábamos juntos.
Inútil es pensar en ti y comienzo a entrar en
otro orbe,
Donde me espera otro amor,
que me
ama en silencio conforme y eterno.