Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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sábado, 28 de julio de 2018
Amante reviví
Amante
reviví
volví
a ser la mujer,
enamorada
del amor,
porque
encontré en ti
la
ternura, el mimo, la nobleza,
la
alegría de tú corazón.
Amándote
reviví,
mi alma
se colmó,
amor,
alegría, gozo,
Placer
de placeres.
Tú eres
mi amor de verdad,
lo
imposible siempre llega.
Felicidad
destilada
por el
tiempo en sus colmenas,
por el
aire o por abejas.
Aprendí
con paciencia a esperarte,
A
sentir tú presencia llegar,
despacito,
besándome
el cuello,
las
manos mi todo.
Amándote
reviví,
me
llevaste por el sendero,
que
inspiró la poesía.
En un
raudal de inspiración
que es
fragor de lucha en el día,
y en la
noche meditación.
Nuestro
primer beso de amantes
¡asombro!
¿Es
obra humana tanto gozo?
¿Podrán
los sabios repetirlos?
Vuelan
hacia el segundo beso
más que
beso claridad,
quieren
buscar la certeza alegre
de su
don de hacer milagros.
Amándote
reviví,
mis
armoniosas risas y lloros en flor,
se
congregaron al rumor de las alas de mis sueños.
¡Versos!,
con ímpetu alado
al
ideal ascended
y en
las estrofas verted
el amor
que por ti siento.
Ahora,
contigo a mi lado,
río,
canto,
bailo,
amo,
mi
cuerpo vibra junto al tuyo.
Amándote
reviví,
Cuando
abrí la puerta de mi vida,
el
perfume lejano de tú ausencia
me
acarició la piel.
Sentí
que me abrazaban,
‘’en su
silencio’’, me dije.
Era tú
silencio colmado de amor,
que se
acerco muy cerca mío
con el
fuego de tu piel .
Amándote
reviví,
obediente
al ardor de un mediodía
muerdo
la fruta nueva.
La boca
anhela el más celado jugo
del
anhelo que me pasa.
Besos
para ti,
contigo
reviví,
presiento
en cada instante,
la
dulzura de la primavera,
pulpas
de enero,
azúcares de marzo,
día a
día,
sumados
a la almendra.
Contigo
reviví,
Amándote
en una consumación feliz que trae amor,
A donde
amor espera.
Éxtasis de pasión
Éxtasis de pasión
a gritos desde un lugar
que ignoro
pero en mi cuerpo se alza
erecta y vibrante,
mi locura de amor y pasión
por ti acrecienta día a
día.
Cuando no estas a mi lado
mi deseo por ti es mucho
más.
Con solo pensarte mi cuerpo
se enciende
y arde
y pide con intensidad
amarte.
Éxtasis de pasión,
En mis noches oscuras de
silencio
deseo tenerte junto a mi
para acariciarte con mis
manos
todo tu cuerpo con
suavidad
y con mis labios de fuego
recorre cada partícula de
tu piel
y hacerlo estremecer
hasta lo más profundo de
tu ser.
Éxtasis de pasión
Deseo tus besos
con el dulce néctar con
sabor a miel.
Deseo susurrarte tus oídos
cuánto te amo más y más.
Éxtasis de pasión
Deseo junto a ti
enlazarnos
entre enredaderas de amor
y hacer de la noche oscura
un mundo de fantasía.
Deseo sentir tu piel sobre
mi piel
y con cada movimiento
telúrico
apagar el fuego ardiente
que llevamos dentro de él.
Éxtasis de pasión
Deseo sentir tu aliento
junto al mío
y ver tus ojos brillar
cuando intentas apagar
el fuego del volcán.
Deseo sentir tu
respiración agitada
y ver tu sonrisa
apasionada.
Éxtasis de pasión
Para apoyar mi amor
sobre tus hombros
y fundir mi figura con tu
bronce,
confundiste el fuego
y la intención de mis
cantares
y de apoco anduve buscando
los peldaños del deseo,
hasta alcanzar la cumbre
de tu nombre.
Éxtasis de pasión
Los signos que orilleaban
tu cintura
eran de luz y sal
reverdecida.
Enséñale a mi boca a que
te nombre
y llévame las manos a tu
pecho,
amor, que desnudándote
caminas
sobre el muro que cerca mi
silencio.
Éxtasis de pasión
Que tus puertas estén
siempre abiertas
para que mi cuerpo
se encuentre en tú espejo
cada día al despertar,
abrazándome con tu calor,
entre alas, maravillas,
luceros
y todo el amor nos unirá
sin largas esperas.
No estar contigo
No
estar contigo,
te desviaste
de la
senda
en la que yo te estaba buscando.
Te
entreví soslayadamente,
intuí tu venida,
te
esperé con todas mis ansias,
mi
cuerpo entero
clamaba
por ti.
Viniste
hacia mí
raudamente
como
relámpago de luz
iluminando mis mares internos
y te
internaste con alegrías,
con
ternuras
y
deliciosas caricias
como un
pájaro
picoteando
un campo pleno
y
fecundo
de
semillas estremecidas
de ser
encontradas.
Tu
llegada
duró
sólo instantes,
ya no
estoy contigo
y te
extraño tanto
que mi
corazón se estruja,
vibra,
palpita
y se
anega de lágrimas
largas,
interminables,
la
desilusión me colma
y los
pesares
inundan
mi alma
que
confundida
y
estremecida
no
puede comprender
los por qué
de
estos tan sólo instantes
de
felicidad total
y
pródiga.
No
estoy contigo,
no lo
estaré nunca más
en esta
vida del Hoy,
ni del
mañana.
Mi afán
ciego
por
creer
en tus promesas de amor
no me dejaron ver
que
ibas a ser
en mi
camino
sólo
una estrella fugaz.
Bañaste
mi alma
de luz
por un instante
y como
un cometa raudo
y veloz
su
estela
dejó
marcas indelebles
en mi
cuerpo
y en mi
espíritu.
Contigo
sentí el perfume
y la
suavidad
de una
flor recién abierta.
Suave
curva
la
entrega de nosotros
como
pájaros
que en
busca de lo soñado
hacia
todas partes vuelan
ensayando todos los cantos
de las
aves
que toda la Tierra pueblan.
No
estar contigo
es
sentirme
como
colmena vacía,
sin
zumbidos
ni
latidos
ya que mi alma está seca,
es como
hundirme
en un
mar de dolorosas tragedias,
me
hiciste mal,
me
hiciste bajar
a un
abismo
donde
la luz
no
penetra.
No
estar contigo
es
sentirme atrapada
en un
laberinto
de
verdes follajes
donde
los pájaros
no responden
y en un intangible ensueño
lejano
donde
las flores
se
esconden.
Y así
dejaste mi alma triste
y
abatida
viviendo
sólo en
la bruma
donde
mis ilusiones
se
pierden.
Te
pienso
y te
retrato fiel
sobre
el heliotropo
del
crepúsculo
idealizándote
con
ímpetu alado.
Sólo
eres ahora
un triste recuerdo,
un tesoro no conquistado,
un
espejo
donde
no se reflejan
nuestras imágenes.
¡Vete
ya!
¡No regreses!
No me
encontrarás
en la
inmensidad del tiempo,
ya eres
una saeta
que se
perdió
en el
azul cielo.
Para ti
escribí
los versos de amor
que no
llegaron nunca al papel
que los esperaba
con
ansias
entre
el olor de tomillos
y de
madreselvas.
¡Qué
dolor a mi pecho se derramó!
Voy en busca
de la
lluvia que limpia
y
rejuvenece mi alma
e
ilumina mi rostro
con una
sonrisa
para el
nuevo amor
que se
acerca.