Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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viernes, 10 de agosto de 2018
Por un solo beso tuyo
Besos húmedos
¡oh!
Sorpresa sin darme cuenta
me besaste por vez primera,
mi cuerpo vibró y mi mente
se nubló,
entró en mi corazón,
llegó el amor.
Ese primer beso de mi mayor
anhelo,
un beso grande, un beso inmenso,
un beso cálido,
húmedo y tierno.
Por un beso tuyo…
caminaría en el desierto,
inundaría los cerros,
cruzaría el mar en corcel de
plata.
Te entregaría mi calma.
Araría en el desierto
para sembrar en tu alma
la semilla de tu estirpe,
que vería crecer con ansia.
Por un solo beso tuyo…
arriesgaría mi historia,
vendería mi alma
y contemplaría la gloria.
Por un solo beso tuyo,
regresaría mi historia
desde donde siempre te he
buscado
y desde siempre te he
esperado,
y ahora que te he hallado
apretaré con denuedo
tan sublimes recuerdos.
Pues la flor que he
cultivado
llena ahora con su perfume
el jardín que he tanto
cuidado.
No alcanzas a imaginarte
lo que es capaz tu embeleso.
A mi arte entregaría
sólo por saberte mío.
Por un beso tuyo
daría mi vida entera,
despreciaría todo el oro del
mundo
y lo cambiaría por un beso
tuyo.
Con un beso de tus labios
encontraría la cura de mis
males
con el toque de tus manos
acabarían todos mis pesares.
Primer beso de amantes
insipientes,
¡Júbilo! ¡Felicidad!
¿Podrán los labios repetirlo?
Por un beso tuyo
yo no sé qué daría,
si la luz del cielo
o un diamante entero.
Por una caricia tiraría al
viento
al mejor te quiero
despertando el tiempo.
Por un beso tuyo yo no sé
qué diera,
si mi alma entera
o mi corazón enamorado.
Gritaría al mundo,
llena de alegría,
el amor que siento por tener
tu cuerpo,
por probar tus besos y
tu dulce aliento.
Por un beso tuyo bajaría el
sol,
la luna plateada,
mil palomas blancas,
yo no sé qué diera
loca de contenta
si mi alma entera
colmara mi corazón sin
frenos.
Besos de tu boca,
caricias te daría,
abrazos que demostrarían
mil veces mi alegría.
La sinfonía de mi
pensamiento,
a veces te diría
las letras de un te quiero
porque a veces por ti vivo
y a veces por ti muero.
Déjame a solas
Déjame a solas
con mi alma triste y taciturna,
buscando en mi interior
la paz y el amor dormido.
Déjame llorar la pena de no verte,
exhalar un suspiro de amargura,
refugiarme en los brazos de la muerte
para no sufrir ya tanta tortura.
Déjame a solas
para acariciar sólo el recuerdo
de los besos que me dabas con pasión,
déjame para ver
si es que me pierdo
en un profundo mar
de oscuras aguas.
Déjame recordar
que una mañana me brindaste
el rosal de tu
ternura
y que bebimos del azul fontana
la excelencia del sol y de la luna.
Déjame enloquecer,
pues eso quiero,
hundirme en el rincón del desconsuelo.
Déjame navegar como velero
que no tiene timón ni timonero.
Déjame a solas
en un desierto,
acompañada tan sólo de mi pena,
para pensar que vives
y que no has muerto,
porque no mueren las personas buenas.
Déjame trasladar a otros lugares,
quiero tomar la senda que cogiste
para ver si te encuentro en otros lares,
y me quieres como antes me quisiste.
Déjame a solas,
más breve flota la esencia de la carne,
más breve el viento devorando el llanto,
nada se agolpa y todo es un rastro
nada es inédito dentro del aire.
Tú debes saber
que mi edad invisible rueda triste,
emergen los recuerdos
de nuestras noches de amor
como el aire que respiro.
Entonces te diré,
como flor sangrando desde mi hoja,
venciendo el papel que voy llenando
Poesía es Soledad,
solamente una palabra contra el mundo.
Déjame a solas
para pensar eternamente en ti,
mi amado ausente,
decir que el vacío sopla la razón
aquí en los huesos donde existo
no habría nada que el alma despierte,
solo tú lo podrías hacer,
solo tú, el amor que hace que las palabras ardan.
Estoy acá
Estoy acá
cerca de ti
muy cerca,
mi vida en tu vida
y tú me desconoces
no sabes quien soy
Camino por las orillas del mar
y la espuma me acompaña
se creen que voy sola,
no, estoy contigo.
Los espejos,
el agua quieta
sombrean un solo cuerpo
pero en el alma hay dos sombras
unidas por lazos indisolubles.
Estoy acá
me debía bastar
con lo que ya me has dado
y pido más y más,
tú nunca podrías dar
otra cosa de ti
más perfecta.
Se cierran sin misión, ya, los ojos
a una luz, ya, sobrante.
Estoy acá
tal como me la diste
la vida está completa:
tú, terminado ya.
Pero de pronto te entregas a mí
es reconquista de ti
vuelta hacia dentro.
Estoy acá,
pidiéndote que me quieras
decirte que vivas,
que vayas más allá todavía
por los recovecos últimos de tu ser.
Estoy acá,
pidiéndote,
implorándote a ti, la vida,
inagotable,
alumbrada por el amor
al pedírtela.
Y no te acabaré
por mucho que te pida.
Estoy acá, acompáñame,
protégeme,
ampárame,
eres el amante de mi amor
y así puedo vivir en ti,
sin temor a lo que yo más deseo,
a tu beso,
a tus abrazos,
Estar ya,
siempre pensando,
en los labios,
en tu voz,
en tu cuerpo,
en tus brazos
y poder estrecharte sin fin
sin penas,
mientras se va inhacedera
con mi gran amor por detrás
tu solo cuerpo posible
tu dulce cuerpo pensado.
Te beso,
¿es obra humana tanto gozo?
¿Podrán los labios repetidos
hacer que vuele a mi el segundo beso?
Más que beso,
claridad que busca la certeza alegre
del don de hacer
milagros de amor.