Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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sábado, 8 de septiembre de 2018
Penas por tú pérdida
Penas
por tú pérdida,
¿Por
qué siguen lastimando,
las
que ya sucedieron hace mucho tiempo?
¡afuera,
afuera ya, lo soñado, flotante,
marchando
sobre mí,
sin
poderlo pisar porque no tiene sitio,
¡desesperadamente!
Para
quedarme sola, inventaré,
selvas
vírgenes,
con
árboles de metal y azabache,
iré
hacia ellas
y
veré que de sus puntas cuelgan,
papeles
apergaminados,
con
mis poesías que creía perdidas,
eran
para ti, no las leerás
y
menos las cartas que te escribo.
Penas
por tú pérdida,
cada
mañana tu aliento de cigarra,
anuda
mis ojos abiertos,
en
la penumbra quieta.
Te
fuiste, pero aún estás conmigo.
No
estás. Y estas en mí como una lluvia,
de
suavidades indefensas,
que
braman por sacarme de la rutina muerta,
para
arrastrar tu sed de verme en el silencio,
de
tus miradas grises.
¿Por
qué para poder tenerte en mí,
no
debo tenerme para mí?
¿Será
mi culpa?
¿Toda
mía es la culpa de tu ausencia?
¿y
tu miedo a amarme y ser amado?
yo
soy tu amante.
Esa
es mi culpa.
Penas
por tú pérdida,
y
una vida ¿ Es la vida un hábito de vida,
entretenido
en una aventura corporal,
mientras
las penas y el dolor entretejen mi destino?
Me
fui a tu encuentro por el dolor.
Tú
no venias por allí.
Me
metí en lo más hondo por ver si,
al
fin estabas.
Por
la angustia desgarradora, hiriéndome,
tú
no surgías nunca de la herida.
y
nadie me hizo señas
un jardín o tus labios,
con
árboles, con beso,
nadie me dijo, por eso te perdí-
ya que tú ibas por las
ultimas terrazas,
del recuerdo, del gozo, de
lo cierto.
A ti solo se llega por ti,
te seguiré esperando.
Ahora que no estás
Ahora que no estás,
te añoro y miro por mi ventana
y siento una nostalgia tan grande
que se me cierra el alma
y el día parece llorarme,
lágrimas desconsoladas
cierro los ojos, las preguntas me abandonan,
me hundo en tu querer de ayer,
ese otro hundirse que detrás aguarda,
a la
muerte por no tenerte.
Ahora que no estás,
mejor no amar, mirándome en espejos
complacidos,
deshaciendo esa gran unidad en juegos vanos,
mejor no amar, con alas, por el aire, como las mariposas,
o las nubes flotantes.
Buscaré pesos los más hondos, en ti,
que ellos te arrastren a ese gran centro
donde,
donde yo te esperaré.
Amor total, quererse hasta el más allá.
La forma de querer tú es dejarme que te
quiera.
El sí que te me rindes es el silencio lejano y
distante.
Tus besos son ofrecerme tus labios,
para
que los bese yo,
desde un horizonte infinito.
Ahora que no estás,
y que este cielo me mira con los ojos de tu
vida
y sabes que si no estás conmigo mi pecho por
ti suspira
y la tristeza me oprime el pecho donde tú
anidabas.
Estás dentro de mí que aunque triste,
por tu ausencia siento paz en la presencia,
de los besos de tu boca,
que siento en mis labios tibios como si aún,
me abrazaras y me tocaras.
y poco a poco el agua se va secando,
de la fuente de mis ojos.
Ahora que no estás,
jamás palabras, abrazos, me dirán que tú
existes,
que me quisiste jamás.
me lo dicen hojas blancas,
sin tus poemas de amor.
y yo seguiré abrazada a ti, sin preguntarte
nada,
de miedo a que no sea verdad,
que tú estás conmigo y me quieres.
y me abrazo a ti, sin mirarte y sin tocarte,
no vaya a ser que descubra con preguntas,
sin caricias, esta soledad inmensa de quererte
solo yo.
Ahora que no estas,
¿Dónde estás?
¿En qué me equivoquè?
¿Por qué no sé nada de ti?
Son tantas las preguntas que me hago,
es tanta la confusión,
vivir en un sin saber en medio de la
incertidumbre,
que cada vez se me hace más difícil,
haciendo mi camino más inseguro
y ahora no sé qué hacer…
Me digo a mi misma,
¡debo decir basta!
más no puedo dejar de pensar en ti, no puedo
seguir…
Necesito de ti, de tus palabras,
porque sin darme cuenta te aleje de mí.
lágrimas recorren mis mejillas,
mientras te escribo esta carta,
no sé si volveré a verte sólo sé que te
esperaré siempre…
Duele
¡Cómo duele no saber nada de ti,
Ni una carta, una noticia,
desapareciste en la nada sin siquiera enfrentar la verdad
aunque fuera feroz, terrorífica, sádica!
DUELE
Mi corazón esta fatigado, agitado,
sin poder casi respirar,
esta es la cuarta carta que te escribo
y lo hago porque pienso que estas a mi lado
respirando dormido, con tus cabellos perfumados
y tu tez morena
DUELE
Estoy clavada en la sitio en el que te deje de ver,
No daré un paso más,
Necesito noticias tuyas.
Aunque me hablabas día y noche
nada dice ya tu palabra ultima,
fue aquella que yo te oí como en susurros sin eco.
Días seme rinden de tanto buscarte
Recorro rumbos para encontrarte
Y verte una vez tan solo.
Nunca cumplirás mas años para mi
Que pasaran por el cuerpo completos los almanaques.
DUELE
el tiempo siempre te estará aguardando
en el minuto siguiente
y esté en el que te tengo yo,
tu eres una fecha sola.
Contigo era vivir hacia atrás.
DUELE
No tenerte entre mis brazos ni una carta tuya,
ya no importa escribiré cartas a otras amores perdidos
y quizás alguno me responda
porque ya no me olvidó,
desde la lejanía de cielos y mares.
Prefiero estar entre sofoco de mescolanzas,
tristeza, melancolías, el silencio
no quiero oír tu voz nunca más.
DUELE
El silencio es una pampa de hielo,
Un humo congelado sin olor a combates.
Un perfume que estuvo.
Un color que exprimió sus gamas de colores.
el acto revelado que duele
con lágrimas como un manto de agua
saltarina e inquieta, es un veraz espejo
de lo que yo fui antes de conocerte.
DUELE
La palabra, nuestras palabras, entendiéndonos
De una vez por sí mismas nunca más.
Fui por ti amasada con sólo
dos ingredientes
siempre y nunca.
DUELE
No quiero saber más de ti
no golpees mi puerta, nunca te abriré, ilusionista,
mantenedor de sueños te crees el todopoderoso
señor TIEMPO y no eres nadie ni nada.