Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 4 de noviembre de 2018
Me entrego a ti mi amor
Me entrego a ti mi amor,
te busco y anhelo tu presencia a mi lado.
Mi piel tiene el sabor de miel de tus besos
y mi cuerpo clama excitante
que vengas a mí y me amas.
Me entro a ti,
con mi alma deseosa de amor,
ahora,
en este instante,
ya,
sin esperar en vano al vacío absoluto
sin el encuentro de nuestros cuerpos unidos
como uno solo,
entre besos,
caricias,
ternuras,
mimos de ansiedad compartida
de llegar juntos a culminar
como si estuviéramos en nuestro Paraíso terrenal.
Me entrego a ti,
mi amor,
con toda mi pasión,
mi ardor otoñal,
con mi cuerpo aún deseoso
de ser poseído por ti.
Cuando estamos juntos
volamos hacia la inmensidad del horizonte
bajo la luz de las estrellas
que iluminan cada momento del amor que nos une,
nos estruja,
nos hace explotar con dulzuras,
con besos profundos,
casi sin ruido algunos,
otros melodiosos que piden más,
mucho más.
Me entrego a ti,
mi amor,
avivas mis deseos de ser tuya,
enteramente tuya y mi virginidad
te entrego en cuerpo y alma.
En nuestro lecho de amor,
entre azahares,
rosas,
amapolas,
verdes lotos recién nacidos
hicimos el amor con pujeza,
entre impulsos tanto esperados,
con vaivenes de entrelazos,
como con abrazos y suspiros
levemente respirados
entre besos
que nos llevan a nuestro mundo,
sólo nuestro.
Me entrego a ti,
somos dos en un cuerpo y dos almas,
entregados al amor con intensidad,
plenitud,
alborozo,
alegrías y risas sin fin.
Bailo entre tus brazos,
mis caderas sin quererlo se mueven solas,
bailando como si estuvieran en las mil y una
noches.
¡Qué felicidad!
¡Soy toda tuya!,
sólo tuya,
bajo el arco iridiscente de la bóveda
celeste que nos acoge secretamente
en nuestra íntima soledad.
Me entrego a ti con regocijo,
sin pudores,
ni tabúes,
con toda mi ternura,
mi amor,
mi dulzura,
enamorada de ti como de la vida.
¡Te amo!
Te esperé durante mucho tiempo
pero por fin me encontraste
con todo el arte de tu seducción,
tus palabras fueron sin saber la caricia
al interior de mi mundo
haciendo remover en mi cuerpo lo dormido,
lo que se había detenido en un lapso de la nada.
Vivamos tan sólo el Hoy,
es el que no unirá por siempre.
Los fantasmas del recuerdo
Los
fantasmas del recuerdo,
esos,
los que pueblan mis sueños,
los que
me acosan en instantes imprevistos,
los que inundan mi alma
de momentos inolvidables,
los que
a su amparo,
en
breve tiempo recorren mi vida.
Los
fantasmas del recuerdo,
se
mantienen a veces
como
formas misteriosas
en las largas avenidas de mi existir
y
revivo paso a paso mis alegrías,
mis
desilusiones,
mis
pérdidas,
mis
amores,
mis
vivires.
Pasan
como un aire raudo
a través de espejos acrisolados,
rompiéndose
a veces en pequeños cristales
que se
estrellan entre los pensamientos silenciosos,
encendidos
de deseos de amar
que
emanan de mis recónditos adentros.
Los
fantasmas del recuerdo sacuden
las bases de mi sangre y aparecen nombres,
fechas,
lugares contra el cielo de mi alma
sobre
el muro que cerca mi silencio.
Me
llevan a la luz
que derroté en el tiempo del olvido,
el
limitado amor que se me ofrendaba.
Los
fantasmas del recuerdo
son mi apoyo de ayeres vividos,
desaparecen de pronto sin saber
por qué pero regresan y se funden uno a uno,
uniendo
los peldaños de mi vida,
que en
este otoño
ya han
alcanzado la cumbre del vivir,
escribiendo
las palabras ungidas de amor
para que inunden cielos
y horizontes por doquier.
Los
fantasmas del recuerdo
son signos que orillan mi hoy,
con un
temblor tocado de rocío
en un
viento por vientos perseguido
hurgando la raíz de mis sentidos.
Mis
sentidos crecen
al
acercárseme los fantasmas del recuerdo
y en
flamígeras imágenes por los aires
en
círculos amarillos van,
filosos
como piedras,
hundiéndome
en el frescor
de la creación primera.
Los
fantasmas del recuerdo
hacen
renacer vidas pasadas,
me
llevan al viento caliente
de estío vivido con intensidad en las orillas
del mar
embravecido.
Quiero,
tan sólo ir perdida por siempre
en los
momentos dulces y tiernos
pasados
como ráfagas fulminantes pero eternas.
No
quiero ver fuegos que me hicieron arder,
sangrar
de dolor mi corazón
y
derramarme en mares de llantos.
Los
fantasmas del recuerdo me hacen perder,
en
pocos instantes,
mi
albedrío,
encadenándome
a hechos sufridos,
plenos de deseos malsanos.
¡No
quiero que regresen todos,
sólo
los que me llevan a envolverme
en
capullos de felicidad y de dicha!
Los
fantasmas del recuerdo
arden en mi espíritu
como
una onda de fuego
y una
racha glaciar me toca levemente,
llenando
los espacios infinitos
de dudas que en mi hondo
interior aún perduran.
Alba de amor
Alba de amor,
la noche cuajada de
estrellas
envió desde todos sus
astros
la más pura armonía
de reflejos
como ofrenda nupcial
a mi tálamo.
¡Cómo suena en mi
alma
la clara vibración
pasional de mi amado,
que se abrió todo en
círculos inmensos
donde anduvo mi amor
de su brazo!
Alba de amor,
la luz áurea va
inundando
nuestras almas y
cuerpos,
la ternura de todos
los surcos
se ha quedado
enredada en mis pasos
y los dulces
instantes vividos
siguen tenues en mi
alma soñando.
La emoción que brotó
de nuestras vidas
ha tornado la ruta
del alba
y ahora vuela por
todos los prados.
Ya la noche se fue,
queda el velo que al
recuerdo
se enlaza apretado y
nos mira
en estrellas dormidas
desde el cielo en
nosotros rondando.
Alba de amor,
ya la noche se fue
y las nuevas
emociones del alba
se han atado.
Todo sabe
a canciones y frutos.
Se ha quedado tu vida
en mi vida
como el alba se queda
en los campos
y hay mil pájaros
vivos
en mi alma de esta
noche
de amor entre cantos.
Quisiera guardar en
secreto
esta noche larga pero
mi alma
no puede alcanzar el
silencio del poema
sin palabras y saltan
y juguetean
entre mis labios los
versos de amor
como vibraciones
íntimas.
Alba de amor,
vivimos una noche
colmada de sueños,
lo saben nuestras
almas
más allá de las islas
y más allá del sol.
El trópico,
en sandalias de luz,
prestó las alas y tu
sueño
y mi sueño se
encendieron juntos.
Esta noche se ha ido,
casi aurora,
casi ronda de luna
entre montañas,
como una sensación de
golondrinas
al picar su ilusión
en una rama.
Alba de amor,
noche rasgada con
claridades
de esencias altas
circundadas
de emociones intensas
y me surgen canciones
con palabras
y en mi pulso laten
mis poemas andando trémula
por los astros como
si yo no fuese por la tierra.
Alba de amor,
que noche de hojas
suaves y de sombras,
palpitante de aromas
y gozos
con cántico de
vientos
entre embelesos de
luces mágicas.
Noche larga con
cantares dulces y poemas,
frases,
prosas de amor que
cruzan y se van
a lo lejos a
horizontes lejanos,
vibrando con su eco
las palabras
temblorosas y ávidas
que tú,
mi amado,
no me dejes ir de tu
lado
y me tengas abrazada
como una cadena de
flores perfumadas.