Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 11 de diciembre de 2018
Verdades amargas
Verdades
amargas,
yo
no quiero ver más lo que he mirado a través,
del
cristal de la experiencia al no tenerte más a mi lado.
El
mundo se hundió a mis pies,
cuando
no te sentí junto a mí,
no
sentí más tus besos,
ni
tus cálidos abrazos,
me
dejaste en el frio total de mi soledad triste
y
apenada.
Todo
fue una ilusión,
creí
en ti,
pero
entre tus giros de fantoche,
desapareciste
de sorpresa.
¿A
dónde llegaste?
¿encontraste
lo que querías?
Verdades
amargas,
me
abatió el infortunio pleno de tristeza y pena.
Todo
tiene en esta vida su preciso estipulado,
Y
las yagas de tus defectos no las vislumbré,
porque
las cubrías con un diamante bien tallado.
Todo
mi mundo, robado a mi combate,
despierto
de mi herida y en mi suelo descubro,
a mi lado tu pie medido,
al
irte súbitamente con mucha prisa.
Y
ahora que te nombro y te reclamo a gritos,
no
puedo arribar por mis veredas,
porque
un toro la noche transformada,
fija
el aire con alta cornamenta.
Verdades
amargas,
a
penas levantas tu diestra como un adiós,
apresurado,
pone sombra de amor en mi venero
y
cuando alzas los hombros diciendo ya no me importas más,
divides
en luz el zócalo del viento.
De
pronto al comprender que te has ido por siempre,
la
tarde se ahoga en el fugo dilatado,
como
se ahogan mis ansias sobre la nada,
que
me da tu ausencia.
Otra
vez mis ojos en el fin de la tarde.
Y
todos se dilata… hasta tu ausencia.
Me
dejaste y cual hambrienta – con suavidad de jazmines-
recuerdo
con nostalgia tus manos cuajando mis senos –
doloridos
de deseo –
y
borracha me entrego agitando la soledad tan apreciada.
Verdades
amargas,
no
quiero saber más de ti,
mis
formas inanimadas viven, tiemblan, se hacen carne bajo el cincel,
embebido
, pero que eran tu pasión total.
¿Qué
sensación tan profunda arrancas de mis entrañas?
¿Qué
grito de amor desgarros de mis poros y mi sangre,
al
haberme dejado sola sin ti a mi lado?
Acepto tu partida
Acepto tu partida,
en esta carta que sé que nunca leerás,
te digo que eres libre, este nuestro amor,
se ha marchitado,
lánzate y vuela con el viento,
no te molestes por estar a mi lado.
voy detrás tuyo borrando tu recuerdo en
olvido.
te dejo ir aun deseando tu regreso,
al igual que a tus besos, tu piel y mis
lágrimas de felicidad,
sobre tu pecho.
La pérdida de tu amor,
hoy te dejo ir porque de nada me sirve
retenerte,
si tú estarás lejos de mí
y aunque decidas quedarte es mejor decir adiós,
cuando se va el amor.
Hoy te dejo ir, no de mis manos ni de mi vida,
te dejo ir a la deriva quizás porque es un
poema,
que escribí hace minutos,
voy detrás de ti borrado este recuerdo en
olvido.
La pérdida de tu amor,
te dejo ir aun deseando el retrato del ayer,
tus besos tus caricias, tus manos sobre
mis senos y mis lágrimas de amor sobre tu
pecho.
te dejo ir pero algún día nos vamos a
encontrar,
juntos con el límite de este tiempo.
Te dejo ir, tu partida es inevitable,
pero no olvides todos los momentos
maravillosos que vivimos juntos.
Abrazados, muy juntos, en nuestro nido de
amor,
cuerpo contra cuerpo,
besos por doquier, caricias por toda nuestra
piel,
dejando como plumas doradas un corazón
brillante en instantes inolvidables.
Hoy te dejo ir con el calor de mi amor
en tu corazón,
vientos levemente soplaran,
mientras en mi interior tus recuerdos arderán.
La pérdida de tu amor,
hoy lo acepto sin olvidar lo que vivimos,
seco mis lágrimas y miro tu vuelo,
estrella fugaz en el límpido cielo.
Bendita libertad ya que me tenías atada a ti
siempre,
ahora soy libre y por eso te dejo ir como el
viento,
sin latitud fija, como el rio entre las rocas,
como las palabras al aire,
no te preocupes mas no te buscaré.
No se busca lo que ya se tiene
y aunque decidiste alejarte sé que me
recordarás de por vida.
No olvidarás mis apasionados besos, mis dulces
caricias,
de nuestras noches de amor y placer,
de nuestros encuentros en nuestro lecho,
que ya te extrañan,
me conformaré con tu olor impregnado en cada
lugar
y en cada sábana,
olvidarás tu retirada por un momento,
pero recordarás esta alma que has llevado
contigo.
Distancia sin olvido
Distancia sin olvido,
cuando abrí la puerta
el perfume lejano de tu ausencia
me acaricio la piel
saturada de calle,
de tumultos, de sopor.
Distancia sin olvido,
sentí que me abrazaban,
“es su silencio”, me dije.
Era su silencio,
un silencio vivo,
bullicioso de recuerdos,
de manos de papel aterciopelado,
que acariciaban mi pelo desprolijo.
Distancia sin olvido,
un silencio de voces mentoladas
y ojos cenicientos de cristal.
Distancia sin olvido,
esta carta, la décima tercera
la escribo para ti
para que me recuerdes
sin olvido.
te extraño como nunca
y No te tengo como siempre
sólo la esperanza me anima a esperar.
Distancia del olvido
te llevo siempre con migo…
no muy cerca, pero sí muy dentro mío
No te veo,
no te hablo,
no te llamo,
sí, te escribo y te pienso
distancia sin olvido
te escribo con dolor
Y te pienso con mucha pena,
te tengo que decir que no
decirte que no vale la pena,
Pero la verdad es que necesito tus abrazos,
Tus caricias, el placer y el gozo que me
brindabas.
Si pudiera volver a escuchar tu risa,
La guardaría para dejarla sonar
Cuando el silencio cruce mi soledad.
Distancia sin olvido,
te busco en mis fantasías,
pero no estas,
te llevaste todo con tu partida,
Incluyendo mi vida.
Me muerdo los labios para no llamarte,
me queman tus besos,
Me sigue tu voz.
Llevo muy dentro de mí
encendida la fiebre de tu amor.
Deseo olvido en la distancia
y no hay olvido,
siento el amor en la soledad de mi sombra,
¡Vete ya al olvido eterno
a la distancia total!