Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 23 de diciembre de 2018
Caminante silenciosa
Caminante
silenciosa,
mi paso leve,
despacio,
viajando por
la vida
va buscando
el Amor que
anhelo tanto.
No me
anuncian lúbricas ceremonias
ni sordas
campanas
de
ancestrales reflejos.
Mi ruta es la
música salvaje de los pájaros
que sueltan a
los aires
mi bondad en
revuelo.
Caminante
silenciosa,
en búsqueda,
con sed ávida
y perenne del
amante único,
y que también
me busca sin denuedo.
Con gran
esfuerzo tendida en playa firme
grita mi
corazón vacío,
en la nave
del mundo.
Caminante
silenciosa,
elegante,
sobria,
aparenta
calma,
pero en su interior
bullen mil
sentimientos
de nostalgias
y desesperación
porque el
amor no llega.
¡A veces, la
vida me quiere estallar
en canciones
de angustia inesperada!
Hay una sola
puerta abierta
en mi camino
silencioso,
¿A dónde va
mi vida,
desconocida de
sonrisas?
Busco su
rastro,
como si el
cosmos se hubiese concentrado
en su energía
y hasta ella
fuese
mi emoción
hecha pedazos
de mariposas
destrozadas.
Caminante
silenciosa,
con mi
emoción que rueda ahora
por una de
esas islas salvajes
de dolor y
pena.
Me he sentido
llegar allí,
donde se
mueren las canciones felices
y el dolor se
da cita
con la
pintura transparente del cielo.
Sangra el
dolor del atardecer
caído a mis
espaldas,
la pena del crepúsculo
que quizás
no podré encontrar
el Amor
y seré como
una margarita
pálida en el
bosque.
Y de pronto,
mi caminar se detiene,
porque
vislumbro
vuelo de
lirios estirando colinas,
llanto de
arroyos enloqueciendo brisas,
furia de
estrellas en un azul cielo,
El amor se
acerca,
trae aroma de
alelíes,
de azahares,
de
junquillos,
trae un
paisaje de un inmenso mar,
casi
riachuelo.
Lo siento
llegar,
mi corazón
vibra, tiembla,
y mil poesías
danzan en mi mente,
son para él,
el esperado,
el que en una
cita eterna
trae el beso
enamorado.
En el pecho
del viento
van diciendo
los lirios
que en el
horizonte del mar
dos auroras
se besan.
Más allá de
tus ojos,
mis
crepúsculos sueñan
bañarse en
tus luces.
Mi caminar en
silencio
se hace más
rápido,
va hacia ti
sobre un
inmenso azul de sueños y alas.
En un rincón de mi alma
En un
rincón de mi alma,
escondidas,
apretadas, enlazadas,
nacen
mis letras, mis prosas,
mis
poemas que nuestro amor creó.
Son los
versos que lloran en la lira,
que se
quedó sin cuerdas.
Son las
aves de mi niñez
que
buscan y no encuentran
un
árbol protector en que posarse.
Las
busco con desesperación
pero las estrofas de amor
se anidan en frases
que
escribo como amor para ti.
En un
rincón de mi alma
donde
nadie lo encuentra,
se
oculta el poema de amor,
el que
nos unió,
poema
que escribí
con
dedos de amor y llanto de cristal
por la
falta de tu presencia
que tu
ausencia se llevó.
Ausencia
que se siente
como
cuando el fuego se extingue
porque
el aire ya no está.
En un
rincón de mi alma,
se
guarece entre frondas de lágrimas
el
dolor de no tenerte a mi lado
y pido
noticias de ti al viento,
al ave, a la flor, al bosque
y a los
astros del firmamento.
Mas no
he de dejar de buscarte
pues me dice una voz secreta:
¡sigue
no te canses, mujer poeta!
Él ha
de venir a buscarte
por tierras, mares y cielos,
en su
cansada fantasía.
En un
rincón de mi alma,
aturdida
y desangrada
revolotean recuerdos purificados del pasado
y como
en una tierra mullida
danza
en amores trenzados
a mano delicada,
intrincada filigrana
como un
gran amor donado.
En un
rincón de mi alma,
mis
sueños peregrinos
prosiguen
sin tregua
la
búsqueda de tu amor,
se
afanan, luchan,
persiguiendo
al mañana
que te
traerá otra vez hacia mí.
Y como
una luz como telar exangüe,
el
cielo ilumina mis tristezas
e
hilvana, enviando a mis páginas,
letras
como poesías de la noche fría.
En un
rincón de mi alma,
te tengo guardado,
tú, el soñador, el amor compartido,
luz del dolor cuando mi arpa reza
¡oh
luz! ¡oh belleza blanca de ilusiones!
¡Cuánta
esperanza
irradia en mi alma
la sombra de tu ser ausente,
siguiendo
un ideal
y un
sueño que no se alcanza!
Y hay
en éste, mi otoño,
cuando
la vida empieza a declinar,
mi
corazón rebosa de amor
y mi
espíritu se anega de ilusiones
en el
silencio que flota
a
nuestro alrededor,
rodeándonos
como un tapiz vaporoso
entre hilos alados y brillantes.
El
sueño de amor inunda mi alma
y en
mis versos gira
como
magia del más allá,
inundando mi alma
de un
existir único y verdadero
donde
no existe
el mago
azul de la mentira.
Te amo como eres
Te amo
como eres,
tú, el verdadero amor
que das
de ti todo tu ser
sin
maledicencias, ni egoísmos fatuos.
Se
siente tu ausencia
cuando
te alejas
al no
sentir el cercado de tus besos
y es
entonces que te llamo
hasta
quebrar mi voz
y en
segundos,
al no tenerte a mi lado,
en instantes
me
derramo en llantos y sangra mi corazón.
Te amo
como eres,
dulce,
tierno.
El
silencio nos une, hace latir, aún más,
los sentidos que vibran en los embates
que el
tiempo desafía entre cenizas y ruinas.
Contigo
floto en movimientos lentos
y
suspiros me envuelven
como
alas de aves
en un
rítmico volar de dulces sueños,
son el
máximo resplandor
de que
existe el amor entre los dos.
Quiero
que sepas
que
eres la luz de mi vida,
esa voz
que a mi alma alivia
y esa
sonrisa que de alegría me llena…
Tú eres
mi inspiración,
hoy,
mañana y siempre,
mi
númen,
danzan
enamoradas las palabras,
las frases de amor
en un
revuelo de letras
para
caer en las hojas
que
esperan por ellas,
para
que tú las recibas
como
una ofrenda
de mi
espíritu inquieto e impaciente
por
estar contigo.
Amar es
escapar
el
pensamiento en la fragancia
del
Edén perdido,
amar
es… amar es… amar es
llevar
clavado en el corazón un dardo celeste.
Te amo
como eres
porque
nunca intentaste
no
dejarme volar
y me
brindaste sensaciones de libertad
junto a
ti, nunca me fustigaste,
ni
invadiste mi espacio,
me
amaste en la distancia y en el tiempo.
Y por
ello yo te amo
con la
fuerza de los mares,
con el
ímpetu del viento,
en la
distancia y en el tiempo,
con mi
alma y con mi cuerpo,
a puro
grito y silencio,
en la
alegría y en el llanto,
en el
peligro y en la calma.
Te amo
como eres,
eres
fuente de mi camino
y me
haces atravesar
la dura
realidad sin darme cuenta.
Sólo tú,
amor mío,
por eso te amo como eres,
dulce
bálsamo de vida,
símbolo
de pureza, inocencia y bondad.
Él es,
clamaron mis sentidos,
él es
el presentido, el esperado,
el que
con su primer mirada
adueñó
mi corazón.
Toqué
con tu amor los dinteles de la gloria
y en mi
alma,
sentí latir el firmamento
y
alentar toda mi ilusión.