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Acepto tu partida


Acepto tu partida,
en esta carta que sé que nunca leerás,
te digo que eres libre, este nuestro amor,
se ha marchitado,
lánzate y vuela con el viento,
no te molestes por estar a mi lado.
voy detrás tuyo borrando tu recuerdo en olvido.
te dejo ir aun deseando tu regreso,
al igual que a tus besos, tu piel y mis lágrimas de felicidad,
sobre tu pecho.

La pérdida de tu amor,
hoy te dejo ir porque de nada me sirve retenerte,
si tú estarás lejos de mí
y aunque decidas quedarte es mejor decir adiós,
cuando se va el amor.
Hoy te dejo ir, no de mis manos ni de mi vida,
te dejo ir a la deriva quizás porque es un poema,
que escribí hace minutos,
voy detrás de ti borrado este recuerdo en olvido.

La pérdida de tu amor,
te dejo ir aun deseando el retrato del ayer,
tus besos tus caricias, tus manos sobre
mis senos y mis lágrimas de amor sobre tu pecho.
te dejo ir pero algún día nos vamos a encontrar,
juntos con el límite de este tiempo.
Te dejo ir, tu partida es inevitable,
pero no olvides todos los momentos maravillosos que vivimos juntos.
Abrazados, muy juntos, en nuestro nido de amor,
cuerpo contra cuerpo,
besos por doquier, caricias por toda nuestra piel,
dejando como plumas doradas un corazón
brillante en instantes inolvidables.
Hoy te dejo ir con el calor de mi amor
en tu corazón,
vientos levemente soplaran,
mientras en mi interior tus recuerdos arderán.

La pérdida de tu amor,
hoy lo acepto sin olvidar lo que vivimos,
seco mis lágrimas y miro tu vuelo,
estrella fugaz en el límpido cielo.
Bendita libertad ya que me tenías atada a ti siempre,
ahora soy libre y por eso te dejo ir como el viento,
sin latitud fija, como el rio entre las rocas,
como las palabras al aire,
no te preocupes mas no te buscaré.
No se busca lo que ya se tiene
y aunque decidiste alejarte sé que me recordarás de por vida.
No olvidarás mis apasionados besos, mis dulces caricias,
de nuestras noches de amor y placer,
de nuestros encuentros en nuestro lecho,
que ya te extrañan,
me conformaré con tu olor impregnado en cada lugar
y en cada sábana,
olvidarás tu retirada por un momento,
pero recordarás esta alma que has llevado
contigo.

Conflictos de la vida


Conflictos de la vida,
que nos sumergen en un mar salobre de lágrimas desbordantes,
o en angustias profundas que
nos llevan a desazones sangrantes.
El tiempo siempre me lleva a recuerdos dolorosos
y amores vividos
entonces me miro en los espejos, en la sombras, en los ojos,
para marchar bien lejos de tu lado.
debo decirte “adiós”,
gran lucha interna.

Conflictos de la vida,
tenemos que decirnos
¡adiós!, desenterrar esa madeja de intrincados equívocos,
explicar los sucesos,
¡no!
“basta”.
esta carta es un adiós,
adioses áureos, negros, intricados, inexplicables
¡adiós riendo!
¡adiós llorando!

Conflictos de la vida,
apoyada estoy en la baranda del túnel,
que me separa de ti,
sobre el agua del adiós,
no está limpia, esta turbia,
entre hojarascas del olvido.
viviré flotando entre versos, cato,
frases de amor escapada de esta vida truncada
por el gran amor que aún siento por ti.

Conflictos de la vida,
no puedo seguir buscándote ni seguirte,
te has ido por el mar y tus huellas no existen,
te has ido por la nieve no dejaste ni tu sombra,
tratare de no seguir buscándote
porque te llevas tus rastros, ecos y tu sombra,
como que has entrado en una gran nube blanca
que te envolvió porque tu la creaste
para que yo no estuviera a tu lado.
¡olvidado estas!
¡salvada, virgen, yo te desprecio!
Mi camino comienza con migo misma al mundo de mi felicidad

Conflictos de la vida,
me separo de ti en los últimos ángulos,
con imperceptibles fragmentos de luz.
los ojos del tiempo revelan su desnudez
y si les pregunto sobre el amor,
muestran las heridas del sexo,
el perfil del desengaño
y entonces miro el horizonte
Confundida en una fe caduca y en mi soledad amada.

Conflicto de la vida,
presiento que estoy enterrando
las viejas canciones de amor
y que mis libros de poemas de amor se irán deshojando
poco a poco, verso a verso,
por no estar tu a mi lado sintiendo en mi piel tus caricias y gozos,
pero ahora me siento libre al fin…

Miedo a perderte


Miedo a perderte
Ahora que te nombro y te reclamo,
Se aleja un rudo embarazo de silencios
Entre tu cuerpo y mi presencia.
No te vayas, tú eres para mí la vida entera
Recorres mis sentidos sin orillas.

Miedo a perderte
Eres en mi otoño un viento adolescente en primavera
En la estupre de mis cantos se levanta
Y la sangre convoca en apetencia.
Te nombro a cada instante
Y te invoco con pasión y deseo, no me dejes.

Miedo a perderte
En las duros biseles del silencio
El calor de tus hombros enlazaba
La cima de los cielos con la tierra.
Crecías hacia adentro, mi piel con tu belleza
Y al roce, y al llamado de tus ojos…
Se alzaba de mí siempre este poema.

Miedo a perderte
No me abandones, no te alejes, no te pierdas,
Te buscaré entre el follaje de tu pecado
Y en fresco temblor de tu rocío,
Reposaré la cuidad, cada recóndito lugar secreto,
Explorare el río e indagaré por el mar, por mi cantado.

Miedo a perderte
No te encuentro si me dejas sin el verde levantado
Del árbol donde pierdo mi albedrío
Ni en el viento caliente del estío
Ni en la orilla del mar enamorado.

Miedo a perderte
Y así voy por verdes de la tarde perdida
Por siempre en tu embeleso sin sentir el cercado
De tus brazos, ni ver tu fuego que en los pueblos arde,
Te llamo hasta quebrar mi voz, por eso,
Sangra mi corazón y te derramas alejándote
Sin sequia con una palabra de amor.

Miedo a perderte
Si regresas a mí, amado ausente,
El sol iluminara nuestro amor,
Y nuestra sangre con bilirrubina
Combinándose en el fuego.
Están fuertes mis manos y pasa un viento dormido
Ramos verdes que cierran mi sueño
Y torpe seré por siempre.