Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 2 de mayo de 2019
Susurros Del Alma
Susurros
del alma,
están
en mí,
como
una lluvia de suavidades indefensas,
íntimas
que
claman por sacarme
de mi
rutina diaria y solitaria
para
arrastrar mi sed de verme
en el
silencio de tus miradas grises.
Susurros
del alma,
calmos,
cálidos, íntimos
que como una brizna viva
me
acercan a tu lejano letargo de cariño
para
nacer en tus atardeceres
bajo el
canto de tus besos
en la
danza de tus brazos
en el
ritmo de tu anhelo en flor.
Susurros
del alma,
encienden la leña
de tu
cuerpo de mármol perfumado
para
recibirme
entre
las lenguas encendidas de tus manos,
pero
son sólo sueños,
son
pasados tibios
porque
son futuros limpios.
Pienso
en tus brazos de estatua,
esculpidos
por la pasión fresca
de mis
formas tuyas.
Susurros
del alma,
murmullos
sutiles, dedicados,
que llegan de improviso,
rumoreando frases de amor
entre jacarandaes madurados en la distancia.
Los
siento llegar como mariposas
al
vuelo de fuego y de tormenta
en mi
alma juglaresca,
en mi mente de fantoche apabullada
y me
arrullan en mis horas muertas
esperándolos donde busco
tu
figura desdibujada y deslineada.
Susurros
del alma,
los
quiero junto a mí,
sintiendo
las caricias
no como
un viento indiferente,
sí con
besos ardientes y apasionados,
jugueteando
en mi carne muda de cariño.
Susurros
del alma,
los siento aflorar en todo mi ser,
esperándolos
expectante en mi silencio
colmado
de ti,
como un
juego puro, sencillo.
A veces
se me olvida
que
vivo de milagro el amor fabuloso
que me
inunda ingrávido sobre tu recuerdo
con
corazón de magia
sintiendo
la ilusión de que nada nos cuesta nada.
Que el
hecho más simple,
el
primero y el último del mundo
fue querernos.
Susurros
del alma,
viven
en mí como luces extrañas
que
buscan el amor,
ese, el
anhelado, el verdadero,
el que
busco torpemente
con una
cálida fuerza extrañada.
Los
espero tropezando con el cielo,
entre
papeles que esperan
mi
prosa de amor inspiradas por ti,
mi amado amante.
Susurros
del alma,
los
abrazo tiernamente,
se
acercan con gracia,
con un
querer ansiado,
traen
un sueño, un sueño único
que
siento todo trémulo
por
haberlos esperado siempre.
Susurros
del alma,
entre
tibias memorias, sin contornos,
entre
lirios y verdes valles,
tientan mi recuerdo y mi albedrío
haciendo
nacer en mi suelo
hasta
tu frente
una
hiedra de amor enternecida.
No me olvides
No me
olvides,
pedazo
de mi alma,
sensación
del alma mía,
mi
ritmo de la noche,
hechizo
de melancolía.
No me
olvides,
sangre
de mis venas,
constelación
de milo estrellas,
manantial
de nueva vida,
origen
de la cadencia.
No me
olvides,
eres mi
aurora virgen,
dueño de mis sensaciones
y en el
silencio que nos llega
hasta
el alma
sin
saber de que ausencia de ruidos
está
hecho.
¿son
letras,
son
sonidos,
son
vuelos inspirados y cortos?
No me olvides,
milagro
divino,
príncipe del lejano mar,
soy tu claridad en la inocencia,
relámpago
de cristal.
Vivamos
en el paraíso,
sones
primeros,
vírgenes
tanteos de labios
estrenando
los goces
de los
tiempos del alma.
No me
olvides,
ternura
de la tarde,
nostalgia
de la luna,
esperanza cantada,
ilusión
nocturna.
No me
olvides,
suspiro
en madrugada,
encanto
de la naturaleza,
obsesión
del amanecer,
impresión
de la belleza
reflejada
en nosotros dos.
No me
olvides,
delfín
de los cielos,
fulgor del arte innato,
eres el
aire que respiro,
yo te
amo tanto…
No me
olvides,
te
buscaré por lugares ignotos,
sin que
lo percibas,
te
llamaré en instantes nítidos,
claros,
momentáneos
y tú, mi amado,
escucharás mis suspiros,
mis frases de amor.
No me
olvides,
pienso
en ti,
ésta y todas las noches,
pondré
a vivir en cada rosa
y en
cada lirio
que tus
ojos miran
y en
cada trino
cantaré
tu nombre,
soñando
que no me olvidaste.
¡Qué
sosegadamente
se
hacía la concordia
entre
las piedras,
los luceros,
el agua
muda,
la
arboleda trémula,
todo lo
inanimado
y el
alma mía
dedicándotela
a ti!.
No me
olvides,
entre
las luces y las sombras,
a la
luz de quererte
por la
tierra y el cielo,
planos
suaves de nubes,
iré hacia ti
con mi
cántico dulce
que en
mi cantaba.
No me
olvides,
pintaré
de rosa el horizonte
y de
azul los alelíes
y
doraré de luna
tus cabellos.
No me
olvides,
así la
vida
pasará
feliz entre las flores,
los
cantos
y fulgores
de un
amanecer único,
sin que
enturbiar consiga
su
transparencia ufana,
el no tener mañana
como no
tuvo ayer.
No me
olvides,
de
nuestras fugaces dichas
es el
fugaz emblema
y
cuando las hojas de la flor
esconden
su perfume
se
extiende como el canto
pero
nuestro amor
es más
fuerte
e
inextinguible,
y con
su encanto
da
fulgor
a la alborada recamada
de oro
matinal.
¡ No me
olvides,
óyeme
en mi susurrar sonoro:
te amo
cada instante más!
Desarraigada
Desarraigada,
su
significado profundo y hondo
hiere y lastima el alma,
trastorna mi mundo interior,
confunde
mis amores
en
desamores.
¿Por
qué me siento apartada,
alejada
del
mundo que me rodea?
Soy una
emigrante itinerante,
mi lar
está fuera del real,
mi imaginación me transporta
a un
mundo
donde
vivo dando amor,
traspasando barreras,
cadenas,
prejuicios,
críticas,
¿cómo
no sentirme perturbada
al
vivir desconectada,
descuajada
de la
rama alta del ciprés
verde y frondoso,
cima en
la que creí vivir,
levantando vuelos cortos
y veloces
para
regresar
al
lugar que creí era amada?
La vida
tiende sus redes
y en un
instante
me
siento dañada
pero,
¡ya no más!
No
pueden arrancarme de la luz
que me
conduce a un orbe nuevo
y
maravilloso,
desprendiéndome
de lo que el amor
me hace escribir,
inundar
páginas en blanco
que me buscan desesperadamente
con
ansias de volcar en ellas
mis
inquietudes,
mis sentimientos,
mis
deseos de escaparme
a otro
lugar distante
y vacío
donde encuentre la paz ansiada
en mis
ideas locas
de
estar enamorada de la vida.
Desarraigada,
desterrada de este mundo real
para poder irme
al
mundo mágico,
puro y
límpido
donde
nacen mis prosas poéticas vírgenes,
sin causas ni porqués.
Desarraigada,
me voy,
no
tengo tiempo de volver a empezar,
de
regresar a ese pasado
cercano
y lejano a la vez,
debo volver al hoy,
plenamente,
entre
cielos azules
y nubes de algodón,
entre
desprecios de lejanías,
mares
transparentes,
turbulentos y calmos,
entre
rojizas puestas de sol
en el
horizonte lejano,
donde las
nubes danzan
a su alrededor,
en
silencios y vientos calmos.
Desarraigada,
¿por qué ocurrió?
No lo
sé,
son
diferencias de vida,
de
sentir el amor y de ser amados,
como
ídolos de mármol,
duros,
impenetrables,
rígidos
y no
con el corazón abierto
para
dar lo mejor de mí,
de
sentir cálidos sentimientos
y
brisas frescas
y
limpias en mi mente.
Ya me
desprendí
de todo
el manto de llanto,
ahora
sólo correré tras la música,
las risas,
las bellezas del verde bosque,
el azul del mar
y los
corazones tibios y verdaderos
que se
me acercan
y me acarician
con sus
miradas dulces
y
palabras tiernas
buscando en mí
el amor que aflora
sin
saber por qué.
La
pesadumbre se fue lejos,
no
quiero pensar en los recuerdos
que me
hicieron mal,
busco la luz,
quiero sentirme envuelta
en ese
capullo que me protege
entre
palabras de amor
en mi ser entero
y que
la alegría me invada entera,
no sintiéndome desolada
y
triste,
si no plena de amor
para
dar a raudales
por el
mundo que me rodea
y lo
quiere recibir.