Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 2 de junio de 2019
Mis huellas en tu mar
Mis
huellas en tu mar,
mis marcas en tu piel,
entre
estrías de luces,
entre
maravillosos perfiles
que
rutilan por el agua
entre
festejos y júbilos
al
velar el ardoroso buscarte
en la plenitud del acierto
de este amor por ti.
Dejé
mis huellas
en tu
cuerpo de mar,
entre un oleaje
resplandeciente de ardores
que te
recorren
como
finas plumas del aire,
cubriéndote
de besos, caricias,
en las
puntas de las olas
intentando cubrirte
con mis
ansias locas.
Mis
huellas en tu mar,
iluminan
mis intentos
de que
no me olvides nunca,
entre
clamoreos festivos,
jubilosos,
inocentes,
plenos
de relumbres, de fulgores,
proclamando
cómo te estoy queriendo
y dejándote ante tu orilla
mi cuerpo virgen y puro
que
alegremente se te entrega.
Las
olas van formando
con
monosílabos
palabras
de amor
que te
susurran entrecortadas
para que las descubras,
sirviéndote a tus deseos
de que
tú y yo formemos
un
doble espejo
donde
nos refugiaremos
para
amarnos.
Mis
huellas en tu mar
casi
desaparecen,
se
desdibujan,
las olas en la arena
las van llevando
entre
la espuma hacia la espesura del mar,
donde
tú me esperas,
ansioso
y desesperado
por
tenerme entre tus brazos.
Mis
huellas en tu mar
se
adentran entre las aguas
en una
actividad a veces frenética
y a
veces pausada,
fluyendo
hacia ti, mi amante,
porque
eres amado.
Muestra
en tu hacer,
¡que
eres un afluente
del
gran fluido que es la vida!
Mis
huellas en tu mar,
como magia de amores,
viviéndolos,
sintiéndolos
en
grandiosos momentos de belleza
y gozo
sin par,
entre
imágenes de desbordantes fantasías
y percepciones en torno a lo Divino.
El mar
nos ciñe, más y más,
como un
cerco de alegría,
colmándonos
de asombro
al
mirarnos entre espumas
que
desfallecen en la orilla.
Mis
huellas en tu mar
se
hunden de a una,
de a
cien, de a mil,
las incontables pisadas cristalinas,
que
como figuras de blanco mármol
quieren
estrecharte entre sus senos,
de
una en otra,
evadiéndose
ligeras
y
permaneciendo siendo ninfas.
Son juego
de raudo amor,
entre
tú y esta ninfa rápida
que
apenas erguida cae
entre
tu espuma desfalleciendo en tu orilla
entre verdes curvas,
con
luces vagas
en un
gran hervor
de
cuerpos en proyecto.
Se
enlazan en las ondas
en
altas quejas estremecidas
de
gozos y placeres,
entre
deseos que se alzan
en ligeras crestas de ondinas,
entre
ansias
que se
mueren
en
blancuras de amores nuevos.
No me olvides
No me
olvides,
pedazo
de mi alma,
sensación
del alma mía,
mi
ritmo de la noche,
hechizo
de melancolía.
No me
olvides,
sangre
de mis venas,
constelación
de milo estrellas,
manantial
de nueva vida,
origen
de la cadencia.
No me
olvides,
eres mi
aurora virgen,
dueño de mis sensaciones
y en el
silencio que nos llega
hasta
el alma
sin
saber de que ausencia de ruidos
está
hecho.
¿son
letras,
son
sonidos,
son
vuelos inspirados y cortos?
No me olvides,
milagro
divino,
príncipe del lejano mar,
soy tu claridad en la inocencia,
relámpago
de cristal.
Vivamos
en el paraíso,
sones
primeros,
vírgenes
tanteos de labios
estrenando
los goces
de los
tiempos del alma.
No me
olvides,
ternura
de la tarde,
nostalgia
de la luna,
esperanza cantada,
ilusión
nocturna.
No me
olvides,
suspiro
en madrugada,
encanto
de la naturaleza,
obsesión
del amanecer,
impresión
de la belleza
reflejada
en nosotros dos.
No me
olvides,
delfín
de los cielos,
fulgor del arte innato,
eres el
aire que respiro,
yo te
amo tanto…
No me
olvides,
te
buscaré por lugares ignotos,
sin que
lo percibas,
te
llamaré en instantes nítidos,
claros,
momentáneos
y tú, mi amado,
escucharás mis suspiros,
mis frases de amor.
No me
olvides,
pienso
en ti,
ésta y todas las noches,
pondré
a vivir en cada rosa
y en
cada lirio
que tus
ojos miran
y en
cada trino
cantaré
tu nombre,
soñando
que no me olvidaste.
¡Qué
sosegadamente
se
hacía la concordia
entre
las piedras,
los luceros,
el agua
muda,
la
arboleda trémula,
todo lo
inanimado
y el
alma mía
dedicándotela
a ti!.
No me
olvides,
entre
las luces y las sombras,
a la
luz de quererte
por la
tierra y el cielo,
planos
suaves de nubes,
iré hacia ti
con mi
cántico dulce
que en
mi cantaba.
No me
olvides,
pintaré
de rosa el horizonte
y de
azul los alelíes
y
doraré de luna
tus cabellos.
No me
olvides,
así la
vida
pasará
feliz entre las flores,
los
cantos
y fulgores
de un
amanecer único,
sin que
enturbiar consiga
su
transparencia ufana,
el no tener mañana
como no
tuvo ayer.
No me
olvides,
de
nuestras fugaces dichas
es el
fugaz emblema
y
cuando las hojas de la flor
esconden
su perfume
se
extiende como el canto
pero
nuestro amor
es más
fuerte
e
inextinguible,
y con
su encanto
da
fulgor
a la alborada recamada
de oro
matinal.
¡ No me
olvides,
óyeme
en mi susurrar sonoro:
te amo
cada instante más!
Pasiones Encontradas
Pasiones
encontradas,
ocultas
en
secretísimos rincones
de mi
alma,
confundiéndolas
con
palabras de amor no dichas,
con
anhelos de ilusiones
y sueños
remontándose
a las nubes altas
sin
soledades ni llantos.
Tú,
mi
nuevo amor,
desde
la colina del nardo,
irradias
el fulgor
que
seca la fuente de la tristeza
y de
las lágrimas.
Pasiones
encontradas
que
como nardos juveniles
guardan
en mi entraña
los bálsamos
y la
secreta lumbre
que de
mi pecho
palpitante
lleva las blancuras de un astro.
Pasiones
encontradas,
vienen hacia mí
y me
aturden
por un
momento
con su
interno bullicio
y sus
ideas locas,
dejándome
ilusiones
fulgurantes
que
embellecen
todo lo que tocan.
Me
llevas a carismas divinos
de auroras y cantos,
de
nubes nacaradas
y
gentiles,
de
arrullos de calandrias,
de ternuras suaves
y
níveas
donde
el gozo
se hace
puro y eterno.
Los
ángeles
dueños de la flor del alba
nos
guían
y
protegen
en
nuestro mundo irreal
y mágico,
donde
juega la brisa
y hay rumores de música de alas
y goces
en nuestras miradas.
Pasiones
encontradas,
nuestras
sombras
se
rompen
y se
aclaran,
sonríen
y
tiemblan de risa
las
lágrimas que enjugaste
con tu
labios,
son
como un hálito
que
reflejan nuestras almas.
¡Ven
hacia mí
y
atúrdeme un momento!
¡Déjame
estar en tus bazos!
La
ilusión
que en
tus juegos te acompaño
es un
cuento
de
hermosura extraña.
Pasiones
encontradas,
que nos llevan
a caminar al azar
sin
rumbo cierto.
Mi
corazón descansa
ahora
en la
rama suave de tu pecho
y aunque muera
sé que vivo
en los
claveles futuros
de tu
cuerpo.
Pasiones
encontradas,
que
esta noche descansan,
como
centinelas eternos
que
guardan mis secretos
en una
túnica
de
lentos deseos
contando
las glorias
de este
amor sincero,
pleno
de
grandes momentos,
de
verdades dichas.
Y río y
canto
con tu cuerpo
donde
la luz tímidamente
se
asoma
bajando la luna en tus brazos
y acunándome
con
sentimientos nobles.
¡Cuánto
perfumes de árboles
se
derraman por tus brazos!
Amor
perdido
entre
bambúes incipientes,
¿cómo encontrarlo cantando?,
con
galas de volcán
al sol
radiante en el aire
y en
los sones
en que
arden las cañas,
asomando
a tus ojos
el amor
que por
mi sientes.
Pasiones
encontradas,
sublimes
y majestuosas,
con
libertades mudas
y
silencios virtuosos
que nos
unen
en un
apretado abrazo
que nos
funde
en
cuerpo y alma.