Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 20 de junio de 2019
Soy ese amor secreto
Soy ese
amor secreto,
estás
en mi
como
una sombra
de
mariposa fresca,
como
una ciega luz
que me
lleva al camino
para
saborear la paz serena
de tu
amor.
Necesito
todo de ti,
soy ese
amor secreto,
a
oscuras,
soy un
fantasma en tu vida
que
siempre se desvanece con el día.
Me
desarmo como una nube
deshilachada
en penas.
Soy ese
amor secreto,
me
duele el alma,
anida
el trueno
cuando
tú no estás a mi lado,
cerca,
muy
cerca.
Añoro
en el silencio
la
mojada sonrisa de tus labios
y el
retirado bronce de tu cuerpo.
Mi
deseo tiembla.
Soy ese
amor secreto,
es tu
silencio,
silencio
vivo,
bullicioso
de recuerdos,
de
manos de papel
que se
deslizaban por mi,
levemente
y con ternura.
Tu piel
brota entre mis dedos
antes
de que la realidad
llegue
a mis manos.
Realidad
de no tenerte,
en las
luces y en las sombras,
la
rueda de mi existencia
cotidiana
que se pierde
en una
nada del aliento de amar.
Soy ese
amor secreto
que se
ahoga en tu silencio
para
escuchar la imagen juguetona
de tu
voz que guardo entre mis dedos
como
una flor de música y cristal.
Te pido
que vengas a mí,
búscame
con ansias,
aún
avanzando en tinieblas,
casi a
ciegas.
En el
sendero de mi vida triste
hubo
una flor,
cuando
empezaba a percibir su aroma,
se
esfumó,
así
vivía mi alma triste y sola,
así
vivía mi amor
hasta
descubrir
que
todo eso borró al querer.
Soy ese
amor secreto,
no eres
el sol pero
iluminas
mi vida.
Amor no
es sentir lo que quieres
sino
sentirlo sin querer.
La peor
soledad
es
cuando se cierra el corazón
al amor
y al deseo,
si
obscuras nubes invaden tu ánimo
y una
lágrima empapa tu mirar
solo
llámame,
allí
estaré.
Soy ese
amor secreto,
estoy
sola,
te
tengo a ti en mi mente
y te
estoy conociendo
aunque
me acompañe tu silencio.
Soy ese
amor secreto,
aquí
estoy con la desgarradora
soledad
de tu recuerdo…
te
siento,
estás
en mi
como
una luz de fuego
y
tormenta.
Déjame a solas
Déjame
a solas,
no
quiero más
tu amor
frío y silencioso,
es
húmedo río subterráneo
en los
tejidos de mi ser.
Déjame
a solas,
que no
paralices mis sentidos,
no
deseo recordarte
ni un
instante más.
Déjame
a solas,
¡márchate
ya!
bramando
en torbellino ciego,
llévate
tu tempestad,
volteando
tu raudo mundo,
déjame
curar éste dolor profundo
que
inunda mi alma de lágrimas
como
cataratas que la dejan vacía
y sin
esperanzas.
Déjame
a solas,
nunca
más quiero sentir
que
sabías a silencio y a sueños
y a
tactos de deseos,
sabías
a mi mundo,
a todo
lo que anhelaba,
sabías
a amor,
a mi
amor.
Quiero
reír sin tristezas,
llorar
con sonrisas,
¡vete
ya de mi vida!
¡déjame
a solas
con mi
nostalgia de tus besos
y poder
escuchar tu melodía
aún
cuando estés lejos,
aún
cuando ya no estés!
No
necesito tus ojos para ver
ni tus
labios para sentir,
ni tu
alma para vivir,
ni tu
existencia en mi vida
para
sonreír
ni te
necesito
para
saber amar.
Déjame
a solas,
no
quiero lágrimas
con
emociones llenas de ti
y de mi
llenando surcos de pasión,
aclarando
tristezas,
llenando
melancolías,
lágrimas
que eran
tan
sólo para quererte
y
guardadas con sentimiento.
Déjame
a solas,
soñándote
en cada anochecer,
sin
colores,
sin
esperanzas,
sin
anhelos,
sin
nada que me recuerde a ti,
ni tus
suaves palabras en mis sueños
que
ilusionaron mares,
que
significaron tu presencia,
secretos
ya idos de amores a voces.
El
tiempo de amarnos
entre
tú y yo ya no existe,
déjame
a solas soñar con el amor,
caricias
y besos
verdaderos
y plenos.
Alma sombría,
no
llegues más a mí,
no
mereces castigo ni reproches,
no te
veré en el pliego
más
negro de la noche,
ahora
sin ti
brillarán
más las lejanas estrellas.
Eres ya
luz
entre
sombras que no me alcanza,
eres
flores entre ruinas sin color ni aroma,
eres falso
clamor entre dulces caricias
nunca
más encontradas.
Déjame
a solas,
olvidarte
casi en el borde del fracaso,
en el
final que asombra.
Ahora,
sola al
fin,
una luz
que el sol
no sabe
ilumina mi alma
con sus
rayos de amor,
límpido
y brillante.
Vivo en
una claridad,
en una
transparencia de paz
en el
gran milagro de un cenital
esplendor
por no estar más a tu lado.
Pienso en ti
Pienso en ti
y no se si es cierto que te amo
o lo sé tanto que temo
que ese amor me traiga llanto.
Sólo tú haces de mi memoria
una viajera fascinada,
un fuego incesante.
Pienso en ti
y espero que te acerques,
quisiera sentirte cercano.
Todo hace el amor con el silencio
que puede ser como un fuego
o un templo de luces.
Pienso en ti,
quiero apretar tus manos
y me corre un secreto en la piel
que es feliz y ansiado.
Pienso en ti, te siento y miro,
lejanas,
mis palabras,
más que mías son tuyas
y de mis manos surgen
los poemas de amor que tú
inspiras
porque llenas mi alma
toda de sortilegios mágicos y
poéticos.
Quiero que los oigas,
que te lleguen proféticamente
puros
porque voy tejiendo
con todos los poemas
un collar infinito
para que te envuelvan
y no te alejen nunca más de mí.
Pienso en ti
y en el equilibrio cósmico de la
noche
mi voz interior me despierta,
me pregunto porqué busqué
en mi ser profundo
para saber lo que me
desconcierta.
Pienso en ti,
muchos afanes de días,
muchas noches sin estrellas,
pondré un manto de olvido
sobre este dolor que me aqueja.
Pienso en ti constantemente,
construiré este poco de vida
con lo poco que me queda,
pero aún tu voz no se calla,
me agita,
me apena.
La noche está terminando,
ya entra la luz primera,
es una noche que pasa
y ella se irá con el alba.
Si todas las noches pienso en ti
y sueño contigo
¿por qué no vivo en un sueño?
Pienso en ti,
imagino eres el viento,
rozas mi cara,
mis manos,
tocas todo mi cuerpo
y en su silbido apacible
puedo sentir tu aliento.
Cuanto estás tú callado,
pienso eres mi silencio.
Me tocas con tu mirada
y me recorres toda
y mi alma vuela apresurada
cruzando mares,
desiertos.
Pienso en ti,
en nosotros no existen fronteras,
tampoco tiempo,
quisiera tener alas para volar
y estar a tu lado acompañándote
y apoyándome en tus brazos.
Pienso en ti amor,
te pienso con ansias
de frenesíes y pasiones,
cuando me abrazas siento
que tuve contra el pecho
un palpitar sin tacto,
cerquísimo,
de estrella que viene
de otra vida.
Pienso en ti,
porque te alejaste
y siento sobre el alma
esa opresión enorme
de sombras que dejaste,
de palabras,
sin labios,
escritas en papeles
que vuelan con el viento,
dejándome tan solo
el hueco de tu cuerpo.