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Silencio


Silencio, frío, helado, tenaz, que nos inundó a los dos,
separándonos, nos alejó uno del otro.
No quiero guardar mis silencios entre tú y yo,
lleva tus manos a mi pecho , amor, que desnudándote caminos,
sobre el muro que cerca mi silencio.
En silencio la piel de tu costado que une, enciende sobre el ojo,
avivado del deseo y flota tú cintura sobre el agua que emanan,
mis recónditos adentros.
En silencio balancea en tu frente una coraza de aire,
que se escapa de tus dedos y sobre mis besos las palabras une,
tus oídos a mi verso.
Amor, eleva tu nombre contra el cielo, amor que desnudándote,
caminas sobre el muro que cierra mi silencio.

“La luna es una espada,
en cuyo filo duerme el amor”

Lejanía


Lejanía ya cercana, te quiero a mi lado,
tu cuerpo junto al mío.
El agua modela tus formas de hombre esculpido en el andar,
en el sufrir de las distancias, en el querer de los recuerdos.
Lejanía, no tan lejana, añoro en el silencio la mojada sonrisa de tus labios
y el viril bronce de tu cuerpo.
Mi deseo tiembla, tu cuerpo brota entre mis dedos,
antes que la realidad llegue a mis manos.
Has borrado el sueño de tu leyenda.
Mi delirio, mi ilusión, mi incertidumbre.
Realidad que devoras todo mi cuerpo entre tus brazos,
en las luces y la sombra, la rueda de mi existencia cotidiana,
solo piensa en ti.
¿Qué tejera tu memoria madura de andar los tiempo,
de dibujar los caminos por donde viniste andando desde tu lejanía,
buscándome con desesperación?

“Me duele el alma, anida el trueno,
cuando tu cuerpo se va”

Ensueño


Ensueño, entre mi duermevela del alba, te sentí acercarte a mí,
mi cuerpo te esperaba, mis labios te buscaban pero tú no llegabas,
era tan sólo mi imaginación.
Ensueño, imagino que tú te acercas con guitarras,
a despertar mi sueño loco de que me abrazas y besas,
como si nunca lo hubieras hecho.
Ensueño que al desnudar tu luz en mis pupila se conjuga,
la sangre en los sentidos y una tibia memoria sin contornos,
se apacienta en tus valles y en mis labios.
Ensueño que espero que por las venas anda tu pulso,
tentando mi recuerdo y mi albedrío y así creo que nace,
en mi suelo hasta tú frente una hiedra de amor enternecido.
Ensueño que recorro un sol enamorado, las largas avenidas de tu cielo.

“Por las venas del aire anda tu pulso,
tentando mi recuerdo
y mi albedrío”