Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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sábado, 29 de junio de 2019
Silencio
Silencio, frío, helado,
tenaz, que nos inundó a los dos,
separándonos, nos alejó
uno del otro.
No quiero guardar mis
silencios entre tú y yo,
lleva tus manos a mi pecho
, amor, que desnudándote caminos,
sobre el muro que cerca mi
silencio.
En silencio la piel de tu
costado que une, enciende sobre el ojo,
avivado del deseo y flota
tú cintura sobre el agua que emanan,
mis recónditos adentros.
En silencio balancea en tu
frente una coraza de aire,
que se escapa de tus dedos
y sobre mis besos las palabras une,
tus oídos a mi verso.
Amor, eleva tu nombre
contra el cielo, amor que desnudándote,
caminas sobre el muro que
cierra mi silencio.
“La
luna es una espada,
en
cuyo filo duerme el amor”
Lejanía
Lejanía ya cercana, te
quiero a mi lado,
tu cuerpo junto al mío.
El agua modela tus formas
de hombre esculpido en el andar,
en el sufrir de las
distancias, en el querer de los recuerdos.
Lejanía, no tan lejana,
añoro en el silencio la mojada sonrisa de tus labios
y el viril bronce de tu
cuerpo.
Mi deseo tiembla, tu
cuerpo brota entre mis dedos,
antes que la realidad
llegue a mis manos.
Has borrado el sueño de tu
leyenda.
Mi delirio, mi ilusión, mi
incertidumbre.
Realidad que devoras todo
mi cuerpo entre tus brazos,
en las luces y la sombra,
la rueda de mi existencia cotidiana,
solo piensa en ti.
¿Qué tejera tu memoria
madura de andar los tiempo,
de dibujar los caminos por
donde viniste andando desde tu lejanía,
buscándome con
desesperación?
“Me
duele el alma, anida el trueno,
cuando
tu cuerpo se va”
Ensueño
Ensueño, entre mi
duermevela del alba, te sentí acercarte a mí,
mi cuerpo te esperaba, mis
labios te buscaban pero tú no llegabas,
era tan sólo mi
imaginación.
Ensueño, imagino que tú te
acercas con guitarras,
a despertar mi sueño loco
de que me abrazas y besas,
como si nunca lo hubieras
hecho.
Ensueño que al desnudar tu
luz en mis pupila se conjuga,
la sangre en los sentidos
y una tibia memoria sin contornos,
se apacienta en tus valles
y en mis labios.
Ensueño que espero que por
las venas anda tu pulso,
tentando mi recuerdo y mi
albedrío y así creo que nace,
en mi suelo hasta tú
frente una hiedra de amor enternecido.
Ensueño que recorro un sol
enamorado, las largas avenidas de tu cielo.
“Por
las venas del aire anda tu pulso,
tentando
mi recuerdo
y
mi albedrío”