Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 15 de agosto de 2019
Volver a ti
Volver
a ti,
quiero
entrar más adentro de la espesura
de
mi vida para aprender despacio y sin apuro
a
buscarte donde te dejé
cuando
mis naves desgarré sola
en la playa dejando en ella
tan
solo mi huella borrosa.
Gritando
tu nombre en mi silencio hondo,
vuela
a lo alto para que llegue a ti,
mi
amor es tuyo
y en
mi voz se sentirá
una
lágrima de nostalgia.
Volver
a ti, vienes hacia mi,
me
enseñas recuerdos
en
los que nos entregábamos uno al otro,
me
haces señas
con
las delicias vivas del pasado,
invitándome.
Me
dices desde allá lejos
que
hagamos lo que quiero,
unirnos
al pensarte
y
entramos por el beso
que
me abres.
Volver
a ti, ya, en este instante del hoy,
no
quiero separarme más de ti,
de
esa gran transparencia de ti en mi.
Siempre
estarán abiertos en mi ser
albergues
vastos, mínimos,
donde
guardarte
y
así podrás volver a mi,
a
mis celdas de la memoria y sus llanuras.
Volver a ti como canta el
río
en la
sed del silencio
y el
anhelo y como lenguas de fuego
se
consumirán al estar juntas
nuestras
formas fundidas
en
el tiempo inagotable.
Aprieta
mis deseos con tu pasión de viento.
El
sol será mañana un plato de lujurias
y tú serás mi boca y mis manos
quedarán desgajadas de rocío
al
sentirte otra vez junto a mí.
Volver
a ti, desgrana como antes
el gris de tu mirada
sobre
mis ojos
y
desprende mi angustia
de
mi alma toda
haciéndome
sentir tu abrazo
de sentimientos hondos y mansos.
Eres
y seguirás siendo
en
mis días de tormenta
la
claridad que brillante atraviesa nubes
y en la placidez del agua
alegras
mis días sintiéndote mío.
Volver
a ti,
cabalgando
en vientos de perfume
y
oro para consumir
tus
besos de mariposas y miel,
haciendo
brotar en mi alma parca
todo
mi amor pleno.
Quiero
que como lentas gaviotas de porcelana,
planeen
sobre mi cuerpo ansioso
tus
manos de blancas sombras.
¡Qué
sensación tan profunda
surge
de mi alma!
Vuelve
a mi,
escucha
mi grito desgarrante
que nace desde mi piel y mi sangre.
Al cielo me deslizo
Al cielo me deslizo
contigo entre tus brazos,
quiero ser en tu vida
algo más que un instante,
algo más que una sombra
y algo más que un afán;
que una vehemencia,
un ansia.
Al cielo me deslizo
y dejo en ti una huella
imborrable,
un recuerdo constante
y una sola verdad
palpitando con temor a abandono.
Ser en todo
y por todo complemento de ti.
Al cielo me deslizo
y me hundo muy despacio
en el paraíso cierto
para ser tuya llegando a ti
hollando nubes,
rasgando velocidades de luz de
estrellas,
decidida escogiendo cuerpo,
sitio y hora.
Al cielo me deslizo
con los ojos bien abiertos
esperando la dicha
franqueando todo lo imposible
puertas,
rejas y cornisas a mi paso,
con un gran temblor de víspera
y de alba.
Lo fácil en el alma
es lo que tiembla al sentir
llegar el amor
porque para que llegue
hay que ir esperándolo bien
desnudos,
tensas las fuerzas vírgenes
dormidas en el ser.
Al cielo me deslizo
con una sed infinita de caricias
y besos,
quiero ser en tu vida
una pena de ausencia,
un dolor de distancia,
un ansia de amar,
algo más que una imagen
y algo más que el ensueño
que venciendo caminos
llega y se detiene ya.
Al cielo me deslizo
quiero ser el fin y el principio,
la tiniebla y la luz,
la tierra y el cielo
y en tu vida anidar diciéndote
en mi verso:
tú que tienes la palabra exacta
y los silencios largos.
Al cielo me deslizo junto a ti,
con las señas de la playa,
entre auroras con espumas
con nubes en los ocasos,
para entregarme a tu resplandor dorado
sintiendo las dichas
de lo que es este milagro.
Al cielo me deslizo
y nuestro amor
va por el aire de los ojos,
entre el vivir y el recuerdo,
suelto,
flotando para que esté mejor
guardado
el recuerdo del ayer
y del mañana.
Dolor del Alma
¡Oh!
cuanto
tiempo silenciosa el alma,
ni un
gemido se escucha,
ni una
queja.
El
tiempo vuela
con
alas de golondrina
cuando
debería quedarse quieto
y
parece inmóvil
cuando
debería volar.
Dolor
del alma,
cuando
al quererlo
la
suerte se mezcla
en
nuestras vidas.
De la
ausencia,
las
penas desconocidas
y
envueltas en el misterio
que
subyugan,
van con
rapidez que asombra,
van
llevando ilusiones a la sombra.
Dolor
del alma,
con un
péndulo inmóvil
que ya
no cuenta las horas
que se
van,
no
siente los minutos
cadenciosos
a golpes
del
corazón que adora,
aspirando
la magia
embriagadora
de tu amoroso afán.
¡Abandóname
dolor del alma!
Llévame
a la intensa voz de ternura,
que
vibra en el alma de mi amante,
como
entre la noche oscura
una
campana distante
nos
busca para encontrarnos
entre
recuerdos perdidos
de
angustias y desengaños.
¡Dolor
del alma!
crece
como una alta llama,
envuelta
en gasas y tules blancos
y me
lleva por encima de ocaso
a otros
mundos buscando la paz,
el
sosiego,
¡no más
penas desconocidas!
que se
mezclan en nuestras vidas.
¡Sí la
luz al alma!
¡Sí que
aparezcan
en
nuestro mundo interior,
luces,
músicas y poemas
de
amores eternos!
¡Dolor
del alma!
¡Vete
pronto!
¡Déjame
encontrar
el
cariño dulce y tierno
que dé
a mi alma
calmas
hondas y vívidas ternuras,
besos
puros y dichas profundas!
Y así
poder seguir
escribiendo
mis poemas
a los
que entrego mi vida,
los
vivo como un anhelo
porque
soñadora soy.
¡Dolor
del alma,
ya no
más!,
pondré
música a mis palabras
y así
la brisa suave y breve
los
llevará hasta ti,
amor
esperado por siempre.