Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 17 de octubre de 2019
Momentos vividos
Momentos vividos,
tan sólo minutos de un tiempo de amor
Y esto cambió mi vida para siempre.
es increíble ver como la vida va cambiando más
rápido,
día a día, segundo a segundo,
como ha dejado de ser tan natural,
tan vivo como antes.
Cada vez se escucha menos el murmurar de los
vientos cálidos,
ahora se palpita menos el resplandor de la
luna
y el calor suave del sol.
Desde que desapareciste,
todo se volvió de súbito húmedo, denso, frio,
vacío.
El viento grita día a día con ansiedad,
con una enorme tristeza,
porque te tuve en mis brazos un minuto, dos,
tres y no más…
Momentos vividos,
te quiero a mi lado más, mucho más,
mirándonos a la cara,
besos cálidos entre los dos,
tímidos y gozosos placenteros y sin fin.
Horizontal así te quiero junto a mí,
No desaparezcas quédate inmóvil, marmóreo,
quiero que yo con mis caricias y mis abrazos,
te haré vivir un instante largo de felicidad…
Podrá nublarse el sol eternamente.
Podrá secarse en un instante el mar.
Podrá romperse el eje de la tierra como un
débil cristal.
¡todo esto podrá suceder!
Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre
crespón,
pero jamás en mí podrá apagarse la llama de tu
amor.
Momentos vividos,
no te vayas aún, deja ya que mis manos
acaricien tu frente,
deja ya que mis labios besen,
con mil besos todo tu cuerpo.
Pero ya no te puedo encontrar,
allí en esa distancia, precisa, con tu nombre
donde estás ausente.
Por irte a buscar abandonaré todo,
Pero aún no te veo y no sé dónde estás.
En vano iría en busca tuya,
allí en donde todo fue mi pensamiento,
a sorprender tu sueño o tu risa.
Tú andas entre el aquí y el allí.
Tienes mi alma suspensa, toda sobre el gran
vacío,
sin poderte besar ni un milímetro de tu
cuerpo.
Tu sola vida es un querer irte en silencio,
en un tránsito vives, en alejarte de mí,
no en el mar, ni en la tierra, ni en el aire
que atraviesas,
Anheloso con tu cuerpo como si viajaras.
Momentos vividos,
quisiera estar contigo siempre, no sólo
algunas veces,
sufro cada vez que partes
y quisiera todos los días tenerte.
y yo perdida, ciega, no sé con qué alcanzarte,
en donde estés,
si con abrir la puerta nada más o con gritos,
sentirías llegar mi ansia en la absoluta
espera inmóvil del amor,
inminencia, gozo, pánico sin otras alas que
silencios,
alas de amor.
La vida me lastima
La
vida me lastima,
desde
el momento desde que me dejaste abandonada y sola,
el
dolor me abruma, me hiere,
me
estruja el corazón desgarrándolo,
en
mil pedazos de cristales,
acrisolados
y rotos,
filosos
como dagas punzantes.
Te
escapaste con la intención sobrecogedora,
de
no verme más.
Y
te pregunto:
¿a
qué lejanía te fuiste?
¿en
qué parte del universo te encuentras?
Yo
sigo sola, escombro adelante,
solamente
escombro,
hollando
voy los rastros de tantas perfecciones abolidas.
Años,
siglos, por siglos acudieron a mí, a mi tormento,
a
posarse en él.
rezumaban
sufrimiento y dolor.
La
vida me lastima,
te
marchaste a prisa y yo como lenta rueda,
voy
subiendo hasta el cielo en tu búsqueda.
Piso
añicos de tiempo.
Camino
sobre los días lentos,
en
ardorosas noches en la alta madrugada,
sigue
en su empeño de buscarte.
De
pronto, furtiva y rumorosa una sombra cruzó a mi lado,
como
un galope antiguo, de caballos salvajes,
eras
tú que huías.
Luego
lancé un grito desesperado,
lleno
de furor y de combates,
por
la rabia de haberme dado cuenta ,
que
te habías ido de mi lado.
La
vida me lastima,
a
ti se te derrumbó la hombría,
se
te fue achicando y deshaciendo líquida,
rojiza
y pegajosa,
porque
dejaste de ser humano.
A
gritos desde un lugar que ignoro,
pero
en mi cuerpo se alza erecto, vibrante , mi amor.
Loca,
loca,
loca
de pasión por ti.
A
pesar de que nunca más te veré.
¿Por
qué esta sed que crece desde adentro,
urge
el deseo y trueca lo deseado?
¿Por
qué este inexorable desencuentro entre tu
y
yo, si yo siempre te estuve esperando?
Mis
poemas acuden al papel,
escribiendo
estas cartas de amor que son para ti,
mi
amado amante,
pero
que tú nunca leerás.
Pasado lejano
Pasado lejano,
A veces pienso en ti en forma callada
y miro en el espejo para que me incite a soñar
y aún siento tus manos entrelazadas en las
mías.
¡cómo te siento en mi pensamiento!
Pero son tan sólo recuerdos de un pasado muy
lejano.
Cuando tú me diste del día… el sol,
De la claridad… la luz,
De la noche… su calor.
Pasado lejano,
como un día me diste lo mejor de tu amor,
con intención solemne y segura,
te fuiste para siempre y olvidada me dejaste.
Inútil héroe blanco con venas sin estrenar,
dejaste de lado mi amor puro y total,
que se rompió en mil cristales,
pequeños espejos del ayer.
Pasado lejano,
Tú ingrávido, leve,
eres tú solo para vivir en el cielo monosílabo
del puro arraigo,
de la chispa que con nada se prende.
Así vivirás, yo en cambio en mi silencio
siento tú presencia en mis sueños,
A la cual añoro siempre.
y como un tierno gorrión te abrazo
y te tengo junto a mí
¡ qué lejos de lo acabado!
Pasado lejano,
a veces en la quietud de la noche,
pienso y recuerdo cada instante vivido
contigo,
siento las caricias del viento en mi piel
y simplemente vuelvo a creer
que aún en silencio estamos juntos.
Pasado lejano,
a veces e mi mente se renuevan tus recuerdos,
aquellos que gozamos plenamente al amarnos,
los que nunca vendrán a separarnos,
yo errante solitaria por el mundo,
tú en tu sendero hacia tu descanso de un amor
desquiciante
y
frustrante para ti.
Pasado lejano,
llevo a cuestas un amor herido en la espalda,
por un fracaso que ha sido la desilusión de
los dos,
no teniendo valor para mirarnos de frente,
un solo instante fijamente a los ojos.
Pasado lejano,
sólo te pido que un instante más,
tus pasos vuelvan a mí, un instante más nos una
y nos separe,
un instante más su término declara
y un instante más
aún en un silencio absoluto sus límites
augura.
¡ qué bien nos hace la ausencia ,
cuando nos estorba el cuerpo!
no quiero encontrarte nunca
no
quiero que desperdicies tu vida viviendo lo que imagina mi sueño.