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Mi recuerdo eres tú


Mi recuerdo eres tú
(parece que flota…
es tan suave su ir y volver
bajo el fanal errante de la luna
confidente del bardo peregrino)

Mi última esperanza
(irradias en la sombra
todavía siguiendo un ideal
que no se alcanza,
merodeando en la sombra
la ilusión perdida que fue mi guía)

Mi recuerdo eres tú
(y hoy,
en este otoño que estoy viviendo
y que la vida empieza a declinar,
se encuentra mi corazón
solo y cansado,
sólo me hace feliz tu recuerdo
turbando el nocturno desasosiego)

Mi última esperanza
(tú, mi todo,
eres el que despiertas
con cada triste sonido,
lento toque de notas vagas
que el viento lleva
a flotar como doliente gemido
y de la noche en calma,
tú mi melancólico
me haces estremecer el alma
en vibraciones impredecibles)

Mi recuerdo eres tú
(fuiste mi mundo de venturanza
que me llevó a la plácida nota larga,
tu voz me sigue acariciando
y como un suave reproche
se desgrana en la calma noche
las perlas de las delicias vividas a tu lado)

Mi última esperanza
(¿es que acaso ya no estaremos más juntos?
Quiero flotar en el éter la aúrea nota
que nos unía en un bálsamo efluvio
de noche primaveral.
¡Ven a mí!)

Mi recuerdo eres tú
(¡qué instantes más frenéticos y voraces
vivimos tú y yo!
bajo cielos escarlatas
que se extendían inflamando mantos
sobre nuestros cuerpos)

Mi última esperanza
(no quiero que seas mi silencio total
en un viaje completo de la vida,
te quiero en su trayecto en bacanales,
algazaras, proezas musicales,
en una gesta al abordaje de la felicidad
y de la paz eterna)

Mi recuerdo eres tú
(por ti anduve en el mar,
altiva como una ola,
una ola desnuda y sola estallando
en cada cabriola y desgranándome
al recordarte en cada instante)

Mi última esperanza
(por ti,
un hondo estremecimiento
se aquerenció en mi interior
y destelló en derredor,
un símil del paraíso
al pensar en ti)

Mi recuerdo eres tú
(serás siempre
un horizonte plomizo en mi vida
quedando siempre
un goce en mi corazón
y en mis manos desoladas,
entristecidas, marcadas,
donde mi piel te recordará siempre)

De nada me arrepiento,
pues la verdad de un momento
se grita como absoluta
aunque al final de la ruta
otra verdad la reemplace.
Viví desde la cima a la cumbre,
ardida en ardientes lumbres,
en un eterno recomenzar.

Estoy acá


Estoy acá
cerca de ti
muy cerca,
mi vida en tu vida
y tú me desconoces
no sabes quien soy

Camino por las orillas del mar
y la espuma me acompaña
se creen que voy sola,
no, estoy contigo.

Los espejos,
el agua quieta
sombrean un solo cuerpo
pero en el alma hay dos sombras
unidas por lazos indisolubles.

Estoy acá
me debía bastar
con lo que ya me has dado
y pido más y más,
tú nunca podrías dar
otra cosa de ti
más perfecta.

Se cierran sin misión, ya, los ojos
a una luz, ya, sobrante.

Estoy acá
tal como me la diste
la vida está completa:
tú, terminado ya.

Pero de pronto te entregas a mí
es reconquista de ti
vuelta hacia dentro.

Estoy acá,
pidiéndote que me quieras
decirte que vivas,
que vayas más allá todavía
por los recovecos últimos de tu ser.

Estoy acá,
pidiéndote,
implorándote a ti, la vida,
inagotable,
alumbrada por el amor
al pedírtela.

Y no te acabaré
por mucho que te pida.

Estoy acá, acompáñame,
protégeme,
ampárame,
eres el amante de mi amor
y así puedo vivir en ti,
sin temor a lo que yo más deseo,
a tu beso,
a tus abrazos,


Estar ya,
siempre pensando,
en los labios,
en tu voz,
en tu cuerpo,
en tus brazos
y poder estrecharte sin fin
sin penas,
mientras se va inhacedera
con mi gran amor por detrás
tu solo cuerpo posible
tu dulce cuerpo pensado.

Te beso,
¿es obra humana tanto gozo?
¿Podrán los labios repetidos
hacer que vuele a mi el segundo beso?
Más que beso,
claridad que busca la certeza alegre
del don de hacer
milagros de amor.

Renacer cada día


Renacer cada día,
en un amor de éxtasis en noches encantadas
sintiendo el mágico sentir de la vida
donde el tiempo se escurre entre mis dedos.

Quiero sentir contigo las tormentas triunfales
incorporándonos hasta los truenos
y columpiándonos en sus hilos dorados.

Renacer cada día, ofreciendo mis más íntimos madrigales de amor
 a ti, mi amado,  llevándote
por los misteriosos laberintos de mis sentimientos.
Mi tiempo de canto versado ha de seguir,
entre mis prosas he guarnecido de auroras mi soledad,
levantando mi voz con cuerdas de resonancia en mis manos.

Renacer cada día, evocando odas
y caminando por líneas de pasión entre mayúsculas de libertad.
Amo la naturaleza junto a ti,
cuando busca su calor la solitaria gota de rocío
en el pétalo de una perfumada flor.

Al fondo de los profundos océanos astrales
buscaré en pos de la potente luz
que exigen nuestros espíritus,
abrigando ilusiones en las noches de euforia,
plasmando los sueños en hojas sueltas,
flotantes, que el viento agita llevándolas a tus manos.

Renacer cada día
 en poemas que envueltos en su crisálida aspirante al vuelo,
en su gozoso existir nos unen entre frases de amor
que van brotando florecidas.
Renacer cada día contigo a mi lado,
tú estás en cada espacio de mi esencia.
Si respiro tus sueños despierto en tus pensamientos.

Soy la que ya no vive si no estás a su lado.
El amor surge en cada amanecer,
esperando renacer cada día,  llenando mi alma de amor.
En cada palabra, en cada frase de amor,
expreso lo que siento en mis horas solitarias
en las que no dejo de pensarte.
Clamo por ti mi amado amante, tú eres la luz de mi esperanza
y tú mirar me enciende y me arrebata.

Renacer cada día, donde evoco tu presencia
y mi alma ansiosa en melodías te envía como mensajes,
 letras de amor,  por todo lo que por ti siento,
brotan entre suspiros nostálgicos
donde se esconden las prosas que tú inspiraste,
mi numen, el único y verdadero en mi vida.

Renacer cada día, sin rendirnos jamás.
En volandas, en un equilibrio estremecido,
me alzo hacia el azul cielo
en un puro silencio de nuestro existir,
en una gran pausa entre vida y muerte
porque así se crea el escenario de un gran amor.

¡Qué mágico milagro de nuestro destino
que nos estremece en este vivir gozoso!