Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 14 de noviembre de 2019
Ensoñación
Ensoñación,
me transporta a mundos de amores vividos
en pleno existir del alma.
¿Dónde se esconden los sueños?
¿Están entre los duendes,
las hadas,
los gnomos,
las mariposas transparentes,
las crisálidas de seda,
los brotes de flores de loto?
Ensoñación,
canciones sonoras que flotan en el aire
diáfano de un día especial,
el Hoy,
el día a día pleno de felicidad
y amor a todos mis semejantes.
Sueños locos,
descarriados,
distraídos,
que me conducen sin darme cuenta
a momentos disímiles,
escondidos en el orillar del mar.
Ensoñación,
entre latires y palpitares la sangre vital corre a prisa
por las venas del cuerpo llevando entretejidos
los recuerdos de caricias no olvidadas.
¡Y,
ay,
cómo quisiera ser una alegría entre todas,
una sola, la alegría con que te alegrarás tú!
Ensoñación,
¡cómo desearía ser un amor sólo,
el amor del que tú te enamorases!
Veo declinar la tarde mientras voy caminando lento
entre las sombras de las horas
y la nebulosa de los recuerdos imborrables.
Ensoñación,
¡qué tenues los suspiros de la tarde!
¡Qué dulce es el bramar del océano!
Si parece le hace guiños a la luna
y parece en su coloquio más humano.
Ensueño de un amor ilusionario
que impele en nuestras almas la quimera,
destellos como luces que se encienden
en fulgores de firmamentos lejanos.
Ensoñación que nos conlleva
a la viva caricia de la brisa,
las flores de un color mas encendido,
hay más risas y alegrías en el aire
y se acaban las tristezas en olvido.
Ensoñación,
me haces ascender la vigilia en mis ojos
para recoger tu imagen amada y primigenia,
haces nacer al son de mis deseos viola de amor,
canciones puras,
palabras de amor llevándome
a la cima de los cielos con la tierra.
Ensoñación,
plena de sueños de amor
entre aires estremecidos de ternura
y bajados de altísimas esferas,
perdida me haces sentir por siempre
en tu embeleso sin sentir
el cercado de tus ramas.
Ensoñación,
colmada de verdes esperanzas
que se nutre entre delicias y caricias
naciendo de mi alma los poemas,
las prosas,
como jóvenes olivos recién brotados.
Ensoñación,
secreto que veda tu figura crecida entre pinos
y lloradas mas llena de amor con intención de amar
de mis cantares y así alcanzar la cumbre de tu nombre.
Ensoñación que sacude las bases de mi sangre
y hace aparecer tu nombre contra el cielo,
amor,
que desnudándote caminas sobre el muro
que cerca mi silencio.
Pesares del ayer
Pesares
del ayer
vuelven
a mis recuerdos
cual
de puerta pesada
cuando
gira
sobre
goznes de hierro enmohecido.
Anidaban
en las grutas del olvido
y
ahora pregunto
¿por
qué regresan en un sombrío torbellino?
Pesares
del ayer renacieron
en una
mañana apenas comenzada,
áspera
y fría cual musgosa bruta
y
ardieron en el cielo de esa aurora
nubes
de un rojo intenso
como
en un conjuro infernal,
colmado
de bramidos cayendo cual torrentes.
Pesares
del ayer
como
nubes de borrasca
me
inundan con un ronco eco
de
dolores idos.
Todo
aquello pasó
pero
aún en mi mente siento remordimientos
por
no haber sabido actuar con límites
y
dejar pasar al dolor
por
mis fronteras que debían protegerme.
Pesares
del ayer,
mi
afligido pensamiento quiere ahuyentar
las sombras
de aquellos ayeres,
de
aquellos amores que en vano llegaron a mí.
Pesares
del ayer,
recuerdos
que deben irse
al
lugar secreto donde reina la paz y el silencio
haciendo
irse muy lejos a los tormentos imborrables
y a
las tristes agonías
como
son una mano fría dentro de mi pecho.
Quiero
que todo lo pasado que provocó dolor
se
hunda en hondos precipicios palpitando
en
un viento ardiente
como
el que sopla en un gigante incendio.
Pesares
del ayer,
dejadme
vivir desde el Hoy
la
vida en un continuo palpitar de alegrías,
esperanzas,
ilusiones
sin llantos ni gemidos,
plena
de amores y deseos calmos.
Y
poco a poco nacerán los versos,
las
frases,
las
prosas,
entre
perfumes de flores
guarnecidas
de pimpollos nuevos.
Y
entre risas y lloros en flor
mis
prosas volarán en las alas de mis sueños.
¡Versos!
¡Palabras
de amor!,
me
hacen refugiarme en el mundo del olvido
sin
pesares del ayer,
sólo
estrofas entonadas como canción de vida.
Pesares
del ayer,
unos
los hundo en el mar,
otros
cruzan por el éter
para
que beban luz en las estrellas
y no
regresen jamás a mis recuerdos
que
tan sólo quieren revivir
los
mejores instantes de felicidad
de
los ayeres de ayeres y en este Hoy
dormitar
en el silencio de la luna llena
rodeada
de luces brillantes de amores nuevos.
Mi corazón te llama
Mi
corazón te llama,
escúchalo
palpitar sólo en pensar en ti.
Tristeza
es que mi corazón
te
llama a gritos y tú no estás aquí
para
compartir su soledad.
No te
escribo poesías,
te
entrego poemas de amor,
no te
oculto que te amo,
te lo digo
en silencio con mi corazón
clamando
por tu presencia a mi lado.
En el
remanso de agua mansa
estoy
contigo bajo la verde cabellera
de un
sauce que se mueve a ratos.
Al río
la imagen del cielo
viste
su hermoso terciopelo,
en el
centro fulgura
el agua
con cristales de fraguas.
Mi
corazón te llama,
respiran
gozos mis anhelos,
cantos
en la lira y en el alma vuelos,
sólo en
pensar que estarás a mi lado
susurrándome
palabras de amor.
¿Qué
bien a tu bien se puede igualar?
Clamo
por ti,
vibro
tan sólo en pensar en ti.
En la
amable brisa que besa mi frente,
oigo tu
sonrisa fugaz y clemente.
Mi
corazón te llama,
porque
en ti todo es suave,
la luz
del rocío,
el
cantar del ave,
el reír
del río.
El
cielo tan azul que amas tú
en
nuestro fragante edén
nos
espera siempre.
Mi
corazón te llama
al
despertar la aurora
su
mirada de alegre claridad,
de los
campos brota un perfume de paz
y mi
cuerpo ansía estar entre tus brazos,
sintiendo
tus dulces caricias
sobre
mi piel ansiosa
y
deseosa de ellas.
Un
alegre cantar de frescas notas
van
despertando el campo
en la
mañana de mi alma,
surgen
palabras de amor
con
inocente ritmo.
Mi
corazón te llama,
clama
por ti con desesperación,
late
con cadencia inspirada
es un
millar de notas que me subyugan
y un
millón de arpegios que me elevan hacia ti
cuando
al brillar la aurora
todo el
paisaje canta.
En
fantásticos pentagramas,
plenos
de dicha y luz te espero
en
nuestro lecho de amor.
Mi
corazón te llama
y como
ardiente orquesta palpita,
late,
en un
alado idioma sin palabras
surgiendo
estrofas en torrentes
que en
sones se precipitan.
Redoblan
los vibrantes tambores
en mi
pecho con tan sólo pensar en ti,
son
orquestas con música de mares
y como
estruendosas cataratas
de
alegres notas van a la lira
que los
espera ansiosa.
Mi
corazón te llama,
con
amoroso sentimiento,
como
cuando los pájaros cantan en coro
y el
río ajusta a la sonata
las
liras de cristal sonoro
que
tañen las ondas de plata.
Contigo
a mi lado amado amante,
vuelan
los ritmos
entre
aromas de amor y los poemas,
las
prosas,
interpretan
raudos y veloces
todo lo
que por ti siente y arde mi alma
de
poeta todo el trémulo esplendor
de
estar junto a ti.