Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 7 de enero de 2020
Consternación de amor
Consternación
de amor,
aflicción
por no estar entre tus brazos nunca más
y
surge mi pesar por tu ida de mi vida.
Esta
carta que te escribo sé que no la leerás nunca,
pero
en ella vuelco mi pesadumbre,
mi
abatimiento,
por
no estar más junto a ti.
Mi
tarea es ahora llevar mi vida en alto,
jugar
con ella, lanzarla como a una voz en las nubes,
a
que recoja las luces que se nos marcharon ya.
Ese
es tu sino: vivirte.
No
hagas nada.
Tu
obra eres tú, nada más.
Consternación
de amor,
la
luz lo malo que tiene es que no viene de ti,
es
que viene de los soles, de los ríos,
de
la oliva,
quiero
más tu oscuridad absoluta,
donde
no vea ni una pizca de tu figura.
Turbación,
siento en mi mundo interior,
un
torbellino de estrofas, poemas de amor,
cartas
que quieren volcarse en un trozo de papel
y
como vagabunda intento encontrarlas.
¿en
qué lejanías se esconden en mi corazón dolorido?
no
aparecen ni siquiera estrofas,
los
sones que de mi lira van brotando,
son
los pasos de las visiones que conmigo,
los
andan buscando.
Consternación
de amor,
camino
esto pretendo saber.
¿bajo
o asciendo?
¿me
adelgazo trepando por el atrajo
o me deslizo yo barranca abajo?
acabemos
nuestra historia de amor,
no
quiero verte mas, aléjate, aléjate,
ni
me digas ni una palabra.
mi
puerta se cerró ya para ti por siempre.
Y
yo buscare el sendero del amor único,
verdadero,
real, que me amara,
que
me protegerá y me dará,
toda
la felicidad que contigo perdí
y
que creí era por siempre.
La
vida nos da y nos quita,
momentos
especiales de amor y de dolor,
pero
yo estoy enamorada de la vida,
vivir
es el verbo del amar,
por
siempre a todos nuestros semejantes.
¡amor
búscame que te espero con ansias y anhelos,
virgen,
casta y pura,
toda
para ti.
Duérmete conmigo
Duérmete conmigo
Aquí en esta carta tuya
Yo acariciándote el cabello suavemente
Como si un soplo de brisa le regalara amor
Déjame deslizarme por tu piel con ternura
Y dulzura imaginando tus sueños
Y creyendo que me ves desnuda a tus pies.
DUÉRMETE CONMIGO
Me acerco con mi imaginación en la larga dulzura de momento
y fijo mi mirada en tus ojos cansados y lánguidos
besándote desde el aire de tiempo a tiempo.
¿A qué darle palabras a un poema si lo estoy viendo a mi lado,
respirando letras, monosílabos, poemas,
que de tu cuerpo se elevan al aire cálido del amanecer?
DUÉRMETE CONMIGO
Te contemplo alucinada, presa de amor
y me voy al infinito contigo a
mi lado
en ondas sosegadas.
te sigo amando sin tocarte,
en susurros ondulantes escuchando cada palabra de amor,
frases tiernas, que me llevan a amarte cada día más.
DUÉRMETE CONMIGO
Una lagrima salada calló de mis ojos a tu rostro
y te moviste inquieto como cuando quieres estar abrazado a mí
ya despierto y con deseos de estar conmigo
Queriendo sentirme tuya poco a poco
tus manos me buscan a tientas ,
Tu cuerpo semidormido no me deja alejarte de ti.
DUÉRMETE CONMIGO
Y al despertarte en tu
duermevela
fue como un choque de materia
combate de pecho contra pecho
que a fuerza de contactos
Se convirtió en victoria gozosa de los dos
en un prodigioso pacto.
DUÉRMETE CONMIGO
Mis versos mis poemas de amor,
Caen sobre ti con ansias de despertarte pronto
Para que me envuelvas en tus brazos y nuestros cuerpos se unan
¡Despierta ya mi amado amante!
¡Hazme tuya al fin!
que tus besos recorran mi cuerpo
que tus besos recorran mi cuerpo
Y yo tiemble de placer en cantares dulces de dicha eterna.
DUÉRMETE CONMIGO
Esta carta es tuya para ti mi amado amante
es la expresión del deseo que siento por ti
Guárdala muy despacio,
En un lugar secreto, es un tesoro inimaginablemente tuyo.
Me dijiste adiós
Me
dijiste adiós,
Sin
una lagrima en tus ojos, Ni tristeza en tu corazón,
Me
sentí acongojada, lastimada,
Herida
en lo más profundo de mi alma,
No
pretendí nunca que me amaras por siempre,
Pero
si cuando ya no te animara el sentimieto hacia mi,
Me
lo dijeras sin causarme este profundo dolor.
Me
dijiste adiós
Al
cabo de un segundo después que me dijiste adiós,
Me
estaba muriendo,
Seres
inanimados robaron mi vida,
La
incertidumbre golpeaba en mi pecho,
Al
cabo de un segundo, la fuerza de mi amor hacia ti,
Me
sacudió profundamente y logre el espacio del silencio.
Me
dijiste adiós
¿Cómo
podré iniciar el principio de mi vida sin ti a mi lado?
Entre
las leyes de lo negro y blanco,
Entre
el conocimiento que me abarca el próximo instante de la luz,
Del
sí o no, en la circunstancia,
Si
tu adiós escurre mi espíritu en un gélido invierno.
Me
dijiste adiós
Si
al paso encuentro las cadenas,
Desde
mi cierta inocencia envuelta en sangre
Y
telas de arena bajo la gris sabana
De
mi lecho sin ti.
Me
dijiste adiós
¿Cómo
podré andar?
En
esta noche de lastima,
Sacúdete
bajo las sombras de mis manos,
Que
me esculpen entre la humedad y el polvo.
Me
dijiste adiós
Miro
pasar la sombra,
Un
reverso de luz donde nunca he sido nada,
Noches
¡Oh prodigio!
Tus
manos dejan las mías sin prisa pensativas,
Aplacando
alabanzas,
Sin
arpa ni música,
Bajo
esta ceremonia de dolor.
Me
dijiste adiós
Miro
mi vida,
Y me
dejas escribiendo estos versos,
Donde
no vuelvo a reír,
Donde
la roca profundiza en mis raíces,
Silencio,
culpa,
Mis
ojos tristes y este amor que llora a tus pies.