Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 19 de enero de 2020
Ausencia
La tarde se ahoga en el
fuego dilatado,
como se ahogan mis ansias
en,
sobre la nada que me da tu
ausencia.
Llega tu voz de durazno y
miel florida,
para asfixiar suspiros y
apagar lejanías.
No es tu voz, ni el espejo
de tu voz es un canto de pájaros,
picoteando aleros, jugueteando indiferencias.
Ausencia, ya no siento tu presencia, no
vislumbro tu figura,
tus dulces manos, tu
mirada profunda,
otra vez mis ojos en el
fuego de la tarde, buscándote.
Y todo se olvida … hasta
tu ausencia …
¡Qué sensación tan
profunda arrancas de mis entrañas con tu ausencia!
¡Qué grito de amor
desgarras de mis poros y mi sangre!
Ya que en este Hoy es sólo
ausencia.
“El
reloj cae
y las horas se rompen,
lapida
y cruz”
Silencio
Silencio, frio, helado,
tenaz, que nos inundó a los dos,
separándonos, nos alejó
uno del otro.
No quiero guardar mis
silencios entre tú y yo,
lleva tus manos a mi pecho
, amor, que desnudándote caminos,
sobre el muro que cerca mi
silencio.
En silencio la piel de tu
costado que une, enciende sobre el ojo,
avivado del deseo y flota
tú cintura sobre el agua que emanan,
mis recónditos adentros.
En silencio balancea en tu
frente una coraza de aire,
que se escapa de tus dedos
y sobre mis besos las palabras une,
tus oídos a mi verso.
Amor, eleva tu nombre
contra el cielo, amor que desnudándote,
caminas sobre el muro que
cierra mi silencio.
“La
luna es una espada,
en
cuyo filo duerme el amor”
Amor en el mundo
Amor en el mundo total
para lograr la paz y la solidaridad.
Es necesario para que el
caos, las guerras, la violencia desaparezcan.
Amor en el mundo, almas enlazadas,
abrazos fraternos, soledades en común.
Amor en el mundo, la
comprensión desapareció, la envidia inundó todo.
Amor en el mundo, debemos
acercarnos unos a los otros, eso nos da felicidad.
Amor en el mundo dejar el
materialismo en lugares secretos y que afloren los amores.
Amor en el mundo que surja
la flor del valle y no exista la rima sin flores.
Amor en el mundo que la
unión entre los hombres sea cada vez más fuerte y
el arte, la poesía en
especial es el vínculo para que las palabras de amor fluyan por doquier, a cada
lugar de la tierra.
Amor en el mundo que
protegerá a nuestros descendientes y vivirán en un mundo feliz.
“Loor
entre los hombres,
para
una vida feliz”
Mi único amor
Tú,
mi
único amor
el que
me endulza la vida,
me hace volar
por
cielos abiertos,
entre nubes de algodón
y
pájaros perdidos.
Eres el
milagro esperado
me
envuelves
en
mantos entrelazados
de tules y lentejuelas
haciéndome sentir vibraciones
y
latidos
que
estallan cual cristales lejanos
entre
estrellas fugaces.
Tú, mi
único amor
te
busco
entre
altos bosques de bambúes
que
impiden que tu sombra se refleje
clara y precisa
en mi
mente anhelante
de tu
presencia fuerte,
enhiesta,
verdadera.
Eres el
milagro esperado
entre
campos florecidos
de
amapolas de dulce néctar
quiero
estar contigo
en ese
lecho de amor de flores
para
que tus brazos
estremecidos de placer
me hagan gozar
momentos
largamente esperados.
Tú, mi
único amor
necesito
el clamor de tu voz melodiosa,
seductora,
con
matices de un querer apasionado
que se
acerca imperceptiblemente,
encendiendo mi corazón
con
deseos vehementes.
Eres el
milagro esperado
la luz que
se encendió
entre
los dos,
de a
poco,
despacio,
haciéndose una llama de amor viva
que fulgura en el Universo
a
través de tinieblas,
vientos
huracanados,
cometas de fuego.
Tú,
mi único amor
la
distancia nos acerca
aún a través de la lejanía
uniéndonos en instantes exuberantes
de amor
puro,
límpido,
único,
expectantes
los dos
de
estar juntos amándonos
hasta el fin de los fines.
Eres el
milagro esperado
lágrimas
de alegría
desbordan mi rostro
mojando
mi cuerpo
con
gotitas de felicidad
al
estar en tus brazos,
sintiéndome amada
con profundo
placer.
Tú, mi
único amor
no me
abandones nunca,
eres mi
numen,
mi
inspiración,
mis
palabras de amor,
mis
poemas,
mis
prosas puras
y
vírgenes
nacen,
crecen,
se
vuelcan en hojas chamuscadas,
esperándolas con ansias
para hacértelas llegar
a ti,
mi único amor.
Sendas hacia ti
Sendas
hacia tí,
travesías
inconmensurablemente largas,
soñando
con verte frente a mí
en una sed de tenerte a mi lado.
Desde
un tiempo lejano,
como una querencia,
un ansia de volver a ver, a verte,
a
seguir contemplando
aunque
sea tu sombra.
Sendas
hacia tí,
caminos
entrecruzados,
paralelos,
anchos, angostos,
los
necesito para llegar
hasta
tu presencia
y
acurrucarme entre tus brazos.
Si no
encuentro el camino,
mía es
la falla,
toda canción está en él,
isla
ignorada,
esperando
a que sepa cómo cantarla.
Sendas
hacia tí,
misteriosas, impenetrables,
obstruyen
mi visión
y tu
presencia se diluye
a lo
largo de mi vida.
Estoy
detenida
en el
grave concierto del otoño,
escuchando
cómo los violines agitan
un mar
de hojas,
en la
trocha exacta
donde
nuestros caminos del existir
se
encuentran.
Tú
llegaste
con una
breve sonrisa de alegría,
disipando
por instantes las neblinas
que
envolvían tristemente
mis
huellas transitadas hacía ti.
Sendas
hacia tí,
polvorosas en todos sus costados
por mi pasar de prisa
llamándote angustiada a mi lado.
¿A
dónde alargar mis pasos?,
no
quiero sentirme extraviada
en
estos silencios
del
páramo de mi camino,
quiero
recibir la señal,
el
signo que me conduzca
aún por
un instante
a estar
entre tus brazos.
Sendas
hacia tí,
son
espejos del recuerdo
con
aromas de tomillo y madreselva
que de
sus piedras, tierras, roquedales,
a mi
pecho se derraman.
Mis
pasos resuenan
en el sendero silencioso, solitario
y se
pierden en la cinta del eco
enredada
entre los árboles.
El
camino sin ruido
revela
su gris monotonía
si no
me conduce a dónde tú te escondes
y
continúo con mis pasos cansinos
buscando la raíz de los quebrantos
por
estar lejos de ti.
Sendas
hacia tí,
perdida
estoy para siempre
si no
te encuentro,
sin
sentir el cercado de tus brazos
y sigo
tras tus huellas
en el
ramal entrelazado
de
senderos umbríos y misteriosos.
No
quiero
que
seas en mi presente
el
recuerdo de un día
ni
dejes en mí,
huellas que marcaste en mi cuerpo y espíritu.
Sendas
hacia tí,
sensación
de retorno!,
pero,
¿de dónde, dónde?
¿En
cuál de las travesías de nuestras vidas
nos encontraremos?
¿Cómo,
el encuentro?
¿con besos o llantos?
Nos
hallaremos a tientas,
con las
manos, con los gritos,
con los
besos tibios y dulces
en el
camino
por el
cual te buscaba.
Soledad de a dos
Soledad
de a dos,
aislamiento
de dos almas
que
estuvieron unidas en el ayer lejano,
ahora
en un desamparo triste y melancólico,
lloran
llantos de tempestades.
En
noches solitarias,
en el
pasado, unidos
formaban
un solo ser,
de a dos,
unidos por lazos
que
parecían indisolubles
pero el
tiempo los fue diluyendo en la nada,
quedando
los espíritus en un total desamparo
y de sombras se anegaron,
de
tristezas y penas.
Soledad
de a dos,
el
tedio pesa y el silencio flota,
despertándose
dolores y hondas congojas
que
parecen eternas como la flor
desprovista
de perfumes,
ya que
es la que más prolonga su existencia.
Soledad
de a dos,
sólo
subsiste proyectos,
proyectos
arrumbados
y
corazones envejecidos y mustios.
Lenguaje
de congojas
que en
las heridas de los pechos mora,
escondido
en lugares secretísimos
que
descienden a lo hondo de las almas.
Y entre
las sombras
voces se escuchan,
leves,
tenues, que dicen:
¿seguir?,
¡si no se llega!
Ya que
seguir es luchar,
¡qué
inútil lucha!
Ya
nunca más existirán los besos,
aquellos
dulces y tiernos en las frentes,
en las manos, en los cuerpos,
aún sin
ser tocados,
se
dormirá profundamente
ese
mago azul de la mentira.
Soledad
de a dos,
¿qué
persiste de todos los lirismos cultivados
en esta
hoy claridad abrumadora,
sólo
frialdad de sentimientos,
aislamiento
extraño
entre
dos seres que siguen juntos,
entrelazados
en la
red de inercia del vencido
y
acabado amor.
Soledad
de a dos,
el ensueño y la melancolía,
encienden
los sueños
donde
la lucha diaria y ardua
agrandan
la existencia
para sobrevivir juntos
en un
temblor de anhelos no cumplidos
y
esperanzas truncas.
Entre
ambos
se alza
la copa de la amargura,
una
antorcha incierta
de una
luna yerta, errabunda y muerta,
sólo
existe una luz exangüe
que
devana
como en un telar de encuentros
y
desencuentros la tristeza humana.
Soledad
de a dos,
que en
una perenne inquietud
encierra el deseo total de ser soledad
de a
uno
para llegar al interior consigo mismo
donde
mora la felicidad del alma.
Soledad
de a dos,
luz
agonizante, que busca
sin
poder encontrar
el
sentido del existir en esta vida del ahora,
llegando
a contemplar como en un espejo sin luz
la tragedia de ser tan sólo uno
sin
estar frente al otro.
Y es de
esperar
en vano empeño
en un
intangible ensueño
viviendo
sólo en la bruma
que en
una falsa ilusión
se crea
para continuar
en un
mañana sin futuro.