Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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miércoles, 29 de enero de 2020
Pesares del ayer
Pesares
del ayer
vuelven
a mis recuerdos
cual
de puerta pesada
cuando
gira
sobre
goznes de hierro enmohecido.
Anidaban
en las grutas del olvido
y
ahora pregunto
¿por
qué regresan en un sombrío torbellino?
Pesares
del ayer renacieron
en una
mañana apenas comenzada,
áspera
y fría cual musgosa bruta
y
ardieron en el cielo de esa aurora
nubes
de un rojo intenso
como
en un conjuro infernal,
colmado
de bramidos cayendo cual torrentes.
Pesares
del ayer
como
nubes de borrasca
me
inundan con un ronco eco
de
dolores idos.
Todo
aquello pasó
pero
aún en mi mente siento remordimientos
por
no haber sabido actuar con límites
y
dejar pasar al dolor
por
mis fronteras que debían protegerme.
Pesares
del ayer,
mi
afligido pensamiento quiere ahuyentar
las sombras
de aquellos ayeres,
de
aquellos amores que en vano llegaron a mí.
Pesares
del ayer,
recuerdos
que deben irse
al
lugar secreto donde reina la paz y el silencio
haciendo
irse muy lejos a los tormentos imborrables
y a
las tristes agonías
como
son una mano fría dentro de mi pecho.
Quiero
que todo lo pasado que provocó dolor
se
hunda en hondos precipicios palpitando
en
un viento ardiente
como
el que sopla en un gigante incendio.
Pesares
del ayer,
dejadme
vivir desde el Hoy
la
vida en un continuo palpitar de alegrías,
esperanzas,
ilusiones
sin llantos ni gemidos,
plena
de amores y deseos calmos.
Y
poco a poco nacerán los versos,
las
frases,
las
prosas,
entre
perfumes de flores
guarnecidas
de pimpollos nuevos.
Y
entre risas y lloros en flor
mis
prosas volarán en las alas de mis sueños.
¡Versos!
¡Palabras
de amor!,
me
hacen refugiarme en el mundo del olvido
sin
pesares del ayer,
sólo
estrofas entonadas como canción de vida.
Pesares
del ayer,
unos
los hundo en el mar,
otros
cruzan por el éter
para
que beban luz en las estrellas
y no
regresen jamás a mis recuerdos
que
tan sólo quieren revivir
los
mejores instantes de felicidad
de
los ayeres de ayeres y en este Hoy
dormitar
en el silencio de la luna llena
rodeada
de luces brillantes de amores nuevos.
Sedúceme
Sedúceme,
conquístame con tu
voz profunda y única
y tus palabras
colmadas de amor
que llegan a lo
profundo de mi alma
dominando mi razón y
rasgando mi piel.
Aún en tus silencios
tu voz me acaricia,
me subyuga,
me estremece en un
letargo impreciso
que el tiempo
desgrana.
Sedúceme,
sin siquiera tocarme,
haz que mi deseo
tiemble entre delirios,
ilusiones,
incertidumbres.
Necesito vivir en un
rincón de tu presente
y que mi imagen la
guardes
atiborrada de
recuerdos.
Sedúceme tan sólo con
tu voz
en un aire silencioso
que como bálsamo
errabundo
me busca en la oscura
lejanía.
Te siento pero no te
tengo,
mi cuerpo mudo de
cariño
necesito ser pasión
en polvo de cenizas
para que me armes con
tus besos redentores.
Sedúceme,
tendrás que hacerme hoy
y fuego,
vivir presente en mis
formas afiebradas.
Necesito reír
contigo,
escuchar con tu voz
de horizonte tibias
de palpitación tus
palabras de amor.
Enséñale a mi boca a
que te busque
en la intimidad del
silencio,
en la compañía del
pensamiento.
Sedúceme poco a poco,
despierta todo lo que
en ti provoco
que me hace pensar
que necesito tu risa y alegría
cada vez que me
llamas.
Estás lejos,
lo sé,
pero te siento tan
cerca
que me llega tu sabor
a gloria de tu alma
y tus coqueteos me
hacen estremecer de placer.
Sedúceme con tacto
como si fuera
seduciendo al viento
o como desojando una
rosa
y dime como
enredarías tus dedos entre mis cabellos,
hoy los he peinado
con perfume de sándalo.
Dime lo que quieres
con mezcla de ternura
y de ansias locas
que penetren en mi
alma
que te está
esperando.
Sedúceme como
distraído,
respira profundo,
acércate a mí con tu
voz serena,
con tus palabras que
como caricias
hacen vibrar mi
cuerpo y sentir ese tu aroma
de flor de azahar
sobre mi cara.
Quiero sentir cerca
tu aliento cálido y dulce,
que no se apague la
débil flama
de este amor febril
recién iniciado.
Sedúceme con tu
encanto,
átame con tus deseos
desde tan lejos,
confiésame tus
anhelos y déjame vivir en tus sueños.
Te nombraré en mis
suspiros,
te dibujaré en el
pensamiento,
te querré con los
sentidos
y te entregaré mis
sentimientos.
Sedúceme hasta en mis
sueños,
que tus dulces
palabras de amor repiquen
como ecos en mi alma
que te espera ansiosa
con deseos de
compartir contigo
todos esos distantes
de estar juntos
con gozo y placer.
No me digas no
No me digas no.
(necesito sentirte a mi lado,
desde allá muy lejos,
la música mágica de los violines
dibujan prodigios en el aire al sentirte llegar).
Quiéreme.
No me digas no.
(el tiempo es río que huye y perdida
me siento al no estar entre tus brazos,
desde que te fuiste mi alma está triste).
Quiéreme.
No me digas no.
(en claridades de luna y brizas de jardín
elevo tu nombre por aires en vuelos
y en oraciones dulces y melancólicas
que antes no sabía brotan cada día
de mi corazón enamorado palabras de amor).
Quiéreme.
No me digas no.
(en el fulgor de la alborada
mis sueños susurran
pensamientos invocándote siempre,
quiero tenerte en mis mañanas
como no te tuve en mis ayeres).
Quiéreme.
No me digas no.
(ven en mis noches de soledad,
no me abandones,
en silencio avanza pálido el dolor
por no tenerte y ante él
la esperanza deshoja una flor).
Quiéreme.
No me digas no.
(mis suspiros necesitan estar contigo,
abrazada a ti,
inmóvil,
sólo mi profunda respiración
moja el claro cristal de la quietud
que nos une en un imperceptible chal de espuma).
Quiéreme.
No me digas no.
(mi alama clama por ti,
ondea mi canto pleno de dulzuras
y sueños y mis prosas,
mis versos,
parece que llegan de la azul inmensidad)
Quiéreme.
No me digas no.
(te busco y no logro hallarte,
te siento en horizontes lejanos,
pero te aguardo ya que presiento
que el coro de las hadas del bosque te traerán a mí,
porque ellas encuentran lo que nunca se logra hallar).
Quiéreme.
No me digas no.
(percibo la sombra de la ilusión y la sed
de lo imposible como una braza llena de fiebres locas
mi corazón atormentado y deseoso
de gozo y placer).
Quiéreme.
No me digas no.
(riamos juntos en trémulos esplendores de amor,
ven a mí y las liras de cristal sonoro
tañarán las ondas de plata de las aguas
quietas y volarán entre ritmos
los aromas de dos almas que se aman).
Quiéreme.
No me digas no.
(tú eres y serás mi inspiración de mis poemas,
de mis versos,
de mis prosas,
porque sólo tú llenas de armonías
el viento y ardes como llama brillante en mi alma).
Quiéreme.
No me digas no.
Juntos viviremos amaneceres brillantes
entre alegres cantares de frescas notas
y en fantásticos pentagramas,
plenos de dicha y luz crearemos nuestro nido
entre un pasaje que canta y cantando
nos cuenta sus misterios
en un alado idioma sin palabras.