Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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viernes, 31 de enero de 2020
Danza circular
Danza
circular,
bailo la vida,
siendo
lo que soy,
una y
otra vez,
me
renuevo
con las
estaciones del Universo
y mi
cuerpo es el cuerpo
de todo lo que es.
Yo soy
la que soy,
una con
el gran Sol,
soy esa
esencia que nunca morirá…
a pesar
de desangrarme por el camino,
viajando
los senderos
que
eligió mi corazón.
Danza
circular,
rítmica,
audaz a veces,
sensual
otra, lenta o vibrante,
pero
siempre plena
aún
bailando conmigo misma
pero dedicada a ti, mi amor.
Danza
circular,
la bailo
de madrugada
con la
espiral de la luz…
bailo
hasta que el fuego sagrado
de la noche se enciende,
me
libero y me desapego de todo,
apego
con la música del cielo…
¡Ven,
acércate, baila conmigo
la
hermosa danza de la vida!
Danza
circular,
apasiona
el aire y vuelve
leve la sed del amor,
nacen
los versos
entre
caligrafías de perlas
en un mar de pasión
irradiando
encantamientos
y
concediendo dones
como la
dulzura de la miel,
la caricia del musgo,
el
fuego del mar.
Danza
circular,
entre arabescos
de luz,
entre
nervaduras del cielo
y
abrazos de agua.
Danza
circular,
arremolina
sentimientos
y me
deja en un espacio único,
mágico,
irreal,
imantando el alma
con
geometrías vegetales
y tules
de plata
enredados
en mi piel.
Danza
circular,
es
contigo que estoy, amor,
disolviendo
la fragua
de la
pena que quema,
movimientos con resplandores,
sin los
siete velos,
sí con
estrellas migratorias
en
arterias doradas,
palpitando
árboles
y cuerpos enramados
en
remolinos y ascensiones.
Danza
circular,
la
música nos envuelve
entre capullos
concediéndonos
el don de amar
y se
mueven resplandores
como
vuelos de arcángeles sin espadas.
Mis
pasos son pasos de una danza,
bailo poesías
entre
colores y movimientos,
fogosos e intensos,
creando
espumas, nubecillas,
jardines
celestes, corolas blancas.
Danza
circular,
que
comienza antes de que llegue el día,
labradora,
la aurora se levanta
entre estrellas rezagadas
que con
sus luces
recorren
los cielos
por el mar que aún va a sembrarlas.
Estalla
la danza
entre
mil sones redondos
de eterna magia y esplendores,
estallan
en los espacios claros,
cubriendo
de mitos
que la
luz guarda.
Danza
circular,
eterna
y sentida,
todo baila,
brazos,
manos, pies y dedos
y hasta
los ojos y labios
tiemblan
en rítmicos parpadeos
y
balbuceos de amor
y
cubren su verdad guardada
en lo
profundo de su seno
con latidos
gozosos
y palpitantes albores.
Te amo como eres
Te amo
como eres,
tú, el verdadero amor
que das
de ti todo tu ser
sin
maledicencias, ni egoísmos fatuos.
Se
siente tu ausencia
cuando
te alejas
al no
sentir el cercado de tus besos
y es
entonces que te llamo
hasta
quebrar mi voz
y en
segundos,
al no tenerte a mi lado,
en instantes
me
derramo en llantos y sangra mi corazón.
Te amo
como eres,
dulce,
tierno.
El
silencio nos une, hace latir, aún más,
los sentidos que vibran en los embates
que el
tiempo desafía entre cenizas y ruinas.
Contigo
floto en movimientos lentos
y
suspiros me envuelven
como
alas de aves
en un
rítmico volar de dulces sueños,
son el
máximo resplandor
de que
existe el amor entre los dos.
Quiero
que sepas
que
eres la luz de mi vida,
esa voz
que a mi alma alivia
y esa
sonrisa que de alegría me llena…
Tú eres
mi inspiración,
hoy,
mañana y siempre,
mi
númen,
danzan
enamoradas las palabras,
las frases de amor
en un
revuelo de letras
para
caer en las hojas
que
esperan por ellas,
para
que tú las recibas
como
una ofrenda
de mi
espíritu inquieto e impaciente
por
estar contigo.
Amar es
escapar
el
pensamiento en la fragancia
del
Edén perdido,
amar
es… amar es… amar es
llevar
clavado en el corazón un dardo celeste.
Te amo
como eres
porque
nunca intentaste
no
dejarme volar
y me
brindaste sensaciones de libertad
junto a
ti, nunca me fustigaste,
ni
invadiste mi espacio,
me
amaste en la distancia y en el tiempo.
Y por
ello yo te amo
con la
fuerza de los mares,
con el
ímpetu del viento,
en la
distancia y en el tiempo,
con mi
alma y con mi cuerpo,
a puro
grito y silencio,
en la
alegría y en el llanto,
en el
peligro y en la calma.
Te amo
como eres,
eres
fuente de mi camino
y me
haces atravesar
la dura
realidad sin darme cuenta.
Sólo tú,
amor mío,
por eso te amo como eres,
dulce
bálsamo de vida,
símbolo
de pureza, inocencia y bondad.
Él es,
clamaron mis sentidos,
él es
el presentido, el esperado,
el que
con su primer mirada
adueñó
mi corazón.
Toqué
con tu amor los dinteles de la gloria
y en mi
alma,
sentí latir el firmamento
y
alentar toda mi ilusión.
Todo de mí
Todo de
mí,
soy
tuya,
mi alma
y mi cuerpo.
Te
busco entre el follaje de tu prado
y en el
fresco temblor del rocío
e
indago por el mar
por mí
cantado.
Todo de
mí
te
pertenece,
tu
estás en el verde levantado del árbol,
donde
pierdo mi albedrío
y en el
viento caliente del estío
y en la
orilla del mar enamorado.
Todo de
mí
es para
ti,
y así
voy por veredas de la tarde,
perdida
para siempre en tu embeleso,
sin
sentir el cercado de tus ramas
ni ver
tus fuegos que en los fuegos arde,
te
llamo hasta quebrar mi voz
¡ven
conmigo!
¡No me
dejes!
¡Todo
de mí es tuyo!
Ya que
si no estás a mi lado,
mi
corazón se desangra.
Tan de
cristal y oro perfumado
que te
cerca la garganta,
que
temo despertar en tus pupilas
por no
apoyar mis ojos en el aire.
Todo de
mí,
me
siento dentro de ti.
Tú
arriba, ingrávido, leve,
salvado
ya de ser vida tú mismo
para
vivir en el cielo monosílabico
del
puro arranque de sentirme tuya,
de la
chispa que de la nada se prende,
vivirás.
Todo de
mí,
siento
que hasta tu sombra me pertenece,
ayer la
acaricié
¡qué
extraño fue!
Pienso
en tus caricias,
mimos,
suavidades en mi piel,
que
corren hambrientas
para
recorrer todo mi cuerpo.
Todo de
mí,
hasta
tu perfume, tu sonrisa
que
está conmigo
y sigue
siempre clavada en mis ojos.
Necesito
que cada mañana
tu
aliento de cigarra,
anude mis ojos abiertos
en la
penumbra quieta.
No
estás,
pero sí
en mi mundo interior,
todo
unido a mí,
como un
ovillo de amores vírgenes,
plenos
de alegría y paz.
Todo de
mí,
es una
brizna viva
en tu
letargo de cariño.
Quiero
morir en tu calor
para
nacer en tus atardeceres
bajo el
canto de tus besos,
en la
danza de tus brazos,
¡tómame,
todo de mí es tuyo!