Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 6 de febrero de 2020
Amor oculto
Amor oculto, somos seres en
cuerpos disfrazados de sombras sobre la tierra.
Nuestro amor se oculta en el
infinito, allá donde el horizonte se pierde y como en un sueño alguna vez
quizás nos encontraremos en un retorno a
esta corporeidad mortal y rosa donde el amor inventa su espacio para ocultarnos
siempre.
Amor oculto, ¿Las oyes cómo
piden realidades ellas, desmelenadas, furiosas, ellas, las sombras que los dos
forjamos en este inmenso lecho de distancias
y de te quieros en el aire?
Cansada ya de este amor
oculto de una infinidad de tiempo sin medida, anónimos ya que tú y yo somos
nadie, hay heridas por una gran nostalgia de materia, piden estas nuestras
sombras límites, días, nombres.
No pueden vivir ya más, están
al borde del morir en la nada.
¡Acude, ven conmigo, tiende
tus manos, tiéndeles tu cuerpo!
Los dos les buscaremos un color,
una fecha, un pecho, un sol.
Que descansen en ti, sé que
tu carne se calmará su enorme ansia errante, mientras las estrechamos
ávidamente entre los cuerpos nuestros
donde encontrarán su reposo y
la paz.
Se dormirán al fin en nuestro
sueño abrazado y protegido porque tú y yo estamos juntos, ya no somos sombras.
Amor oculto, así al
separarnos, al nutrirnos nuevamente sólo de sombras, en la lejanía, desde muy lejos,
ellas tendrán recuerdos, ya, tendrán pasado de carne y hueso y no tan sólo
imágenes difusas, efímeras, fotos borrosas.
Y al terminar nuestro afanoso
sueño, quimera de encontrarnos, otra vez, será el retorno a está corporeidad
mortal donde el amor inventa su infinitud ocultándonos a la realidad de no
vernos ni tocarnos nunca.
Mis ansias te esperarán
siempre, para que desde mi alma broten palabras que despertarán con tu amor en
poemas que diligentes van al papel que las espera siempre en un silencio que es
un puente de amor hecho de poesía.
“Cuando
la tarde apaga sus colores
y los
astros encienden sus lumbreras
surgen
llenas de encanto
las
quimeras”
Recuerdo mágico
Recuerdo
mágico, el nunca olvidado,
el
instante de que tú y yo entre el follaje de umbríos bosques de sauces llorones
y ceibos florecidos,
nos
vimos por primera vez.
Tú
mirada azul intensa y llameante
iluminó
mi alma que estaba desprotegida y asfixiada
por
la pena y anhelos no cumplidos.
Pero
de pronto, en ese preciso momento,
nos
encontramos en un entorno pleno de ruidos no escuchados,
de
conversaciones amortiguadas,
de
complicidades no deseadas,
fue
la magia pura que ángeles, duendes o gnomos ,
no
lo sabremos nunca el por qué nos hizo encontrarnos.
Nuestras
mentes se hablaron,
sentía
tu voz cálida y tibia en mi corazón
y
tú recibías mi alma pura y casta
que
nunca había conocido al amor.
Sorpresivamente
el aire se pobló de arrullos,
derramando
el fulgor de luciérnagas
y
de miles de aves que nos llevaban lejos,
al
lugar nuestro, sólo nuestro.
El
instante fue el Hoy esperado desde nuestro eterno pasado.
¿Cuál
fue la causa de este recuerdo mágico?
Ser
tu amante de siempre
en
la hiedra de los besos apasionados, placenteros.
Tú
me llamaste sin sonidos
en
un blanco sendero pleno de besos de nieve
que
en tus manos portabas.
Y
me apoyé en tus hombros de juncos
hasta
pasar de una vida sin destino
y
pleno de sombras que me habían herido con feroz lanza
a
esta luz nueva contigo
en
nuestra, sólo nuestra alta morada.
Recuerdo
mágico, con los ojos nos buscamos, penetrantes,
en
un instante preciso y único en el que ambos estábamos viviendo una vida
traicionera y falsa.
Ahora
la blancura vacía se puebla de recuerdos no teñidos,
la
recorren presagios sonrosados
y
brota en ese lapso inmortal
una
masa de sueños que inventa tu figura
que
esperé en vano.
Recuerdo
mágico que jamás desaparecerá entre nosotros como una siembra soterrada y suave
en nuestros instantes del existir.
“Allí en la oscura noche
cuando el silencio lo permite todo
aparece la vida
como suspiro en eco”
Puerto Seguro
Puerto
Seguro,
puerto
desde donde parten los pescadores,
lugar
único.
Les rindo mi homenaje,
con toda mi energía,
por su ardua tarea
que los colma de paciencia y fé.
Luchan contra las tormentas,
la furia del mar,
sin miedos ni temores,
porque saben que el mar,
a pesar de su instantánea bravura,
los traerá con todo lo que necesitan
para vivir ellos y sus pares.
Loor a ustedes pescadores de alma,
no pueden vivir lejos del mar,
éste los llama,
los busca,
los espera.
Viven en un Paraíso de Amor,
el mar les regala todo lo que necesitan.
Les deseo que la vida en el diario existir,
en el camino del mar,
los conduzca con felicidad
a los regresos esperados,
a vuestras mujeres,
que entre ansias, temblores,
ruedan por sus rostros la enternecida
claridad
que sueñan con sus abrazos
al llegar al Puerto seguro,
hogar donde el Amor trémulo
hace nacer caléndulas en la tierra
y los niños dormidos
sonríen por caricias
en cada nido azul de éste,
su lugar encontrado.
Puerto seguro
¡Hay tanto mar nadando en las estrellas,
tendiéndose al viento de la entrega
del habernos unido otra vez!
Nuestras almas
Como ávidas gaviotas,
Nos harán respirar aire puro y diáfano
antes de que otra vez partan
dejándonos tristes y apesadumbradas.
Puerto Seguro,
en cada alma desharemos
juntos este poema,
exaltado de la espera
y detendremos de emoción al mundo,
al regalo nupcial de auroras nuestras.
Puerto Seguro
donde nuestros pescadores y sus amores
encuentran olas de abandono,
derribadas,
tendidas sobre un hermoso azul
de sueños y de alas.
El mar se lo lleva lejos,
no se dejen alejar
que el tiempo y el mar azota fuerte.
Héroes de cada día,
los esperamos siempre
entre vuelos de garzas y gaviotines.
Nuestras miradas no se apartan del mar,
esperando ver enfilar
la proa de los barcos
bajando el cálculo de las estrellas
entre las ondas del mar.
La luz del faro de la esperanza
ilumina el camino de regreso
¡Los honro, pescadores del mundo!