Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 13 de febrero de 2020
No sé dónde estás
No sé dónde estás,
mi alma acongojada y triste
no sabe donde ubicarte.
desapareciste súbitamente
detrás de una cortina de humo incipiente,
sin una palabra,
sin un aquejo de sentir adiós.
Sembrando mis dudas
en un camino sin fin,
triste y dolorosa.
Los desconciertos abarcan mis dudas
en mi mente que siempre lleva
el
concierto de tu voz.
No sé dónde estás,
mi alma con las manos frías,
buscando un abrazo de amor
en el transcurrir del tiempo.
No sé dónde estás,
dejare en mi recuerdo
imborrables momentos vividos junto a ti.
¿Por qué te ausentaste dejándome sola
con quebrantos de emociones
que se confunden?
¿Cuál fue la razón
que se
abrieron en mi mente
los
espacios vacios?
esperando un llamado
me perdí en los tiempos
sin tener una repuesta
a mil insólitas preguntas de tu ausencia.
No sé dónde estás
quiero escuchar tu vos,
esa voz susurrante y dulce,
que quedara en los recuerdos
más secretos de mi alma.
Necesito estar
a tu lado
ni que el tiempo ni la distancia nos separe
y quedemos juntos por siempre.
Dame una señal,
una luz,
una esperanza,
de que volverás a mi
y correremos juntos por las praderas frescas
sintiendo las brisas secas
y el viento que nos eleve
y quedarnos en un espacio infinito,
no nos lleves los otoños
y por toda una eternidad en nuestro nido,
gozaremos el amor con total intensidad.
No sé dónde estás
tantas palabras que esperan,
tantas poesías de amor
perdidas por tu ausencia.
Te seguiré buscando en la claridad de la noche,
en las frías mañanas del estío
en los crepúsculos de mil colores del cielo azul
intenso.
¡Ven a mí!
¡Búscame!
Te desvaneciste
Te
desvaneciste,
por no estar contigo
en este
hoy,
en este
ahora,
crece
en mí
una
hiedra pálida de dudas
que
ahogan mi pensamiento
y
detienen las horas de la espera
inquieta
y
desazonada,
la
ramazón de hiedras
que
sacude el viento.
Si todo
pensamiento
me sabe
a tu presencia,
no puedo dejar de extrañarte
y ya me
es imposible
disimular
tu ausencia
ya que
de esta agonía
nada
puede consolarme.
Te
desvaneciste,
¿a
donde están la magia
y la fantasía de tenerte conmigo?
Nada en
esta tierra
libera a mi alma
de la
inquietud
que la
aprisiona
cuando
me faltas,
cuando
no estás…
Te
desvaneciste,
debo
dejarte de sentir,
de
extrañar,
de
pensarte
en
segundos
tan
sólo para que otros amores
se
muevan en mi pecho,
para
que sean un mar
a mis
sueños y a mi olvido.
No
quiero sentir más
el eco
con tu nombre
ni la agonía de tu ausencia,
ni el manto tibio de tus manos,
anhelo
y necesito
otra
luz
con
mirada nueva
que
haga resurgir
brioso,
salvaje,
victorioso,
un
nuevo amor
que en
mi pecho vibre
y que
un frescor enternecido
bañe
con mil caricias
mi
cuerpo
que
será un mármol tibio.
Te
desvaneciste,
eres
ahora apenas
un recuerdo lejano,
un
nuevo amanecer
hizo
que la tristeza
se
fuera al pasado del ayer
que
sólo oscurecía mis días,
ahora
comenzó una primavera ardiente
y feliz
en mi ser.
Después
de tu ausencia
en
volandas
sueño
otras mañanas de colores,
que me
llevan a los fondos de mares
y de
glorias
encontrando
el amor verdadero,
único.
Vibro,
tiemblo
como
una mariposa de fuego
y
tormenta,
corazón
con alas
con
aleteos leves
entre
latidos temblorosos
y de
suaves cadencias
en
ansias verdes,
azules,
en
ondas y curvas
entre
aromas de madreselvas.
Te
desvaneciste,
no
existes más,
naufragaste
en un mar
de inestable equilibrio,
tu nombre quedó
en el
agua sumergido,
ya no volverás más
a mis
pensamientos.
Ahora
quiero vivir
no en
un vacío eterno
sino en
una creencia
de
estar juntos
en el
ahora
mi
nuevo amor
y yo en
un mundo nuestro.
Ya no
más tu añorada presencia,
ahora
crece
hacia
dentro de mis dedos
la suavidad de una nueva
piel
cálida
y al llamado de sus ojos
se alza
de mi sangre
la
poeta
y mis
versos cantan
y se
reflejan
en los cielos azules
y horizontes lejanos.
Pérfido corazón
PÉRFIDO
CORAZÓN
De
una mujer
para
un hombre
De
mí para ti
Pérfido
corazón,
con
hábiles maniobras
y
lastimando mis sentimientos
tu
ingratitud me invadió
hasta
lo más profundo.
Me
heriste con tus maliciosos juicios,
ignoraste
u olvidaste todos mis esfuerzos
para
darte lo mejor en tu vida.
Fuiste
un baluarte para mí
cuyos
muros cayeron por tu incomprensión
y
tus desalmados sentimientos.
Pero
aunque todo sea un gran todo,
trataré
de que parezca una nada.
No
quiero recordar tus perversos esfuerzos
para
herirme y lastimarme.
Rompiste
mi
corazón
con tu hábil indiferencia
pero cruzaste la línea con ladina porfía
y
supiste hacerme sufrir hasta que
un
manto de lágrimas cubrió mi pecho.
Ahora
ya no quiero
saber
más nada de ti.
No eres
nadie en mi vida, fuiste el todo,
mi
ternura, mi amor,
mi
protección, mis cuidados,
todo
eso ya ha desaparecido
en
el espacio infinito
de
la nada.
Todo
tiene un principio y un final,
lo
que sentí por ti se terminó
ahora
busco un sino, un sendero, una luz,
donde
refugiarme a curar mis heridas
las
que tú causaste
y
no me verás más,
para
ti desde hoy no existo,
soy
invisible.
Comprendo
que nunca comprenderás
el
daño que me hiciste
y
en algún momento de tu vida
cuando
yo ya no esté pensarás
en
tu actuación cruel y mezquina hacia mí
pero
ya no tendrá solución,
lo
pasado ya fue.
Empezaré
a vagar sola
encontrándome
conmigo misma,
buscando
donde está la verdad,
cuál
fue mi error, en qué camino de errores
me
sumergí para no volver a cometerlos
y
en el hondo silencio de la noche encontraré
las
respuestas aún dudosas de por qué recibí
estas
heridas sin haberlas creo provocado.
La
memoria del corazón
elimina
los malos recuerdos
y
magnifica los buenos
y
así podré sobrellevar
lo
que sucedió esa noche,
a
quien quise tanto
y
por celos, envidias, rencores,
me
destrató y surgió su furia
queriéndome
hacer pedazos.
Ese
hombre nació
de
mis entrañas, un fruto hermoso que colmó mi vida,
fue
lo más querido,
lo
más preciado
pero
hasta hace poco se transformó
por
los pasos de la vida en otro ser
deshumanizado
y sin sentimientos buenos.
Ya
la vida lo llevará
por
otros caminos,
donde
su corazón cerrado
se
abra al espacio sin fin del amor.
Yo
no lo veré ni lo sentiré,
pero
son mis deseos los que lo lograrán
y
podrá encontrar
el
camino de la verdad.
Cuando
la razón indica decepción
hay
que darle paso a la razón
para
que no sufra el corazón.
Desde
hoy mi tarea es
llevar
mi vida en alto,
jugar
con ella,
lanzarla
como una voz a las nubes
a
que recoja las luces que se me habían ido lejos.
Ese
es mi sino:
vivir
plenamente entre risas,
alegrías,
olvidos y amores
renovándome
cada día para
encontrar
la luz de la plenitud
llenándome
de gozos con alas por el aire
como
las mariposas o las nubes flotantes.