Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
Páginas
▼
domingo, 16 de febrero de 2020
Amar
Amar en el aquí y en el ahora,
¡qué gran sencillo milagro
vivir en el hoy contigo!
Mis suspiros se detienen pensando
en ti
y mi corazón late y palpita
porque estás en mi vida.
Sólo se que la distancia alarga
caminos
pero siempre te siento conmigo
a pesar de los abismos.
Amar que no es misterio,
estás en mis sueños
y en el alto silencio de la
noche,
un soñar mío empieza al borde de
tu cuerpo
y en el mío
el tuyo siento.
Ya dormidos o en vela,
los dos nos buscamos,
tu sueño es mi sueño.
Amar sin saber quién eres tú, v
erde de mis prados,
dueño de mis cielos,
sabor del fruto prohibido.
Pensar en ti todas las noches
no es pensarte con mi
pensamiento,
es que estás dentro de mí.
Te voy pensando conmigo,
exactamente en el ancho mundo.
Amar,
dedicándote el alma mía a la
tuya,
a la luz de quererte,
en el gran silencio por la
tierra,
por el cielo,
en las suaves voces de nube,
todo el cántico del amor va hacia
ti.
Este amor nuestro vuelto
estrella,
único y verdadero,
de afán y tiempo,
ha entrado en mí
como la dicha entra sin prisa,
beso a beso.
Amar,
no dejaré de buscarte,
saltaré muros de agua,
anchos fosos de aire,
vallas de piedra,
setos de bosques
y te encontraré.
Te espero sólo a ti
y donde yo te espero,
sólo tú podrás estar,
sólo escucharé tus pasos,
tus vuelos,
tus huellas únicas.
Amar que hace que tu aliento
mitigue mi llanto
y tu mirada guíe mi camino
porque tus ojos son secreto de mi
amor.
Me llevas en tus días,
en tu alma,
en tu pecho,
en tus labios,
en tus palabras encendidas,
lejanas sí de honduras de cielos
o entrañas de la tierra.
Amar,
déjame volar hacia él,
con el alma del alma
y tan sólo un momento fugaz,
eterno,
es tiempo infinito.
El final no empieza hoy
El final,
¿es el fin o el
principio?
¿es el hoy cuando
empieza?
¿o es el ayer que
fue?
¿o quizás el mañana
que vendrá?.
El final no empieza
hoy,
termina al desandarse
el camino del amor
recorrido,
pero si es verdadero
y profundo
ese final no ha de
llegar.
Paso a paso,
nuestras almas se
unen a través de la poesía
y el amor renace cada
día.
El final no empieza
hoy,
al tomar mis manos
entre tus manos
nos invade la tibieza
de nuestra esencia
que nos hace andar
los recodos
y vericuetos que la
vida nos depara
con un soplo
imperceptible de amor.
El final no empieza
hoy,
aunque estén contra
nosotros
el aire y la soledad,
la distancia y la
lejanía,
las pruebas y el
tiempo,
debemos querer
y seguir
queriéndonos.
El final no empieza
hoy,
porque el aire está
lleno
de esperanzas en
vuelo
y el amor las
encuentra
y las traspasa con
alas temblorosas
y como saeta las
dispara
sobre su alegría
victoriosa
ganando el cielo.
El final no empieza
hoy,
en la blancura de la
nada,
nuestros corazones
palpitan,
gozan,
aman y se encuentran
prolongando su
florecer sin fin
por los anchos
espacios
de todos los
crepúsculos
en los espejos del
mundo,
en el silencio,
de los azares de la
vida.
Hoy estamos juntos,
somos dos separados
en la lejanía pero
cerca,
muy cerca,
en el querer de los
besos,
en el estar
queriéndonos
que nos encontramos
sin buscarnos
en el borde mismo de
nuestros sueños.
En la orilla del
mundo
se paran las ansias
y los gozos esperan
ya sin prisa el
mirarnos recorriendo
nuestras almas.
El final no empieza
hoy,
para nosotros,
sosegadamente toco lo
inanimado
y nuestras almas
trascienden
el mas allá
como suaves goces de nubes
con cánticos dulces
de amor.
Existir en plenitud
Existir en plenitud,
vivir la vida segundo a segundo
en el Hoy,
con fe en los recuerdos del ayer
y en la oscura memoria de frondas
que ya son pasado,
futuros fueron de innumerables estíos.
Existir en plenitud,
ser feliz en el aire diáfano
y puro dejándome estar en sus brazos,
volar donde ellos vuelen
a sus rumbos marcados,
apoyada en su pecho
donde encuentro resguardo y paz.
Existir en plenitud
es estar en la luz,
entrar en ella,
plena de amor,
en tan dorada dulzura,
sentir que amo
desde los luceros altos.
Irradiar el fulgor de la existencia
que seca las fuentes del llanto
y me estremece de felicidad
en cada instante de vida.
Existir en plenitud
como el nardo juvenil
que guarda los bálsamos de vida
en la secreta lumbre
que alumbra mi corazón enamorado.
Necesito los carismas divinos
de la luz y del canto
para vivir amando,
quiero ser en ti mismo
una huella imborrable
y un recuerdo constante
y una sola verdad.
Existir en plenitud
es ser en tu vida
algo más que un instante,
algo más que una sombra
y algo más que un afán
porque llegaste a mi vida
como un susurro pleno
de palpitantes caricias.
Existir en plenitud,
viviendo como en un amplio jardín florido,
donde la brisa que entre las flores
pasa con los cálices
frescos se perfuma mi vida.
Existir en plenitud
cuando la luz matinal brilla
y se irisa entre espumas de aguas puras
y bajo el verde de las tupidas frondas
sobre la grama de la tierra negra.
Existir en plenitud,
contigo a mi lado,
feliz seré mirando a las felicidades
que vuelan de la rama y del pájaro.
Feliz seré por los caminos
que cerrados tenía y tú,
mi amado,
los abriste al amor.
Existir en plenitud,
amando,
acariciando a mi amante
como agua clara que se oye
y ya no se oye,
entre sonido y silencio,
tras la arboleda como vergel prieto y brillante.
Vivir no es sólo existir,
sino existir y crear
y en plenitud las palabras de amor,
los poemas,
fluyen claros y precisos,
gozando entre sueños,
entre hojas nuevas
que los esperan ansiosas
porque tú las esperas.