Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 9 de marzo de 2020
Experiencia vivida
Experiencia
vivida,
imborrable,
única,
que
dejó honda huella en mi alma.
En mi
mente
las imágenes pasadas me sonríen,
contemplo
como desde un pasado ignoto
las
emociones profundas
embargaron
mi corazón.
Y en la
mujer poeta
un pájaro, una flor, un mirlo
y una
violeta
habitan en su interior.
Experiencia
vivida
en la
cual amarte me llevó a lo Inmenso,
sumergiéndome
en un océano de amor vibrante,
pleno
de vida.
Nuestros
abrazos eran anhelantes y fundidos,
y
nuestros besos ansiosos y apasionados
en
nuestro nido,
refugio donde nos recogíamos,
replegándonos
cálidamente.
Experiencia
vivida
que
como en una verdadera partitura
nos
amábamos entre ritmos,
estilos
y secuencias sonoras.
Y al
estar juntos,
de mi
alma brotaron mis versos apasionados,
míos,
muy míos,
que te
seguirán buscando
para
que tuyas sean todas las estrofas
que de
mi lira van brotando
como
sones de visiones
que no
dejarán de buscarte.
Experiencia
vivida,
siento que no te he perdido para siempre
aún no estando en el cercado de tus brazos
ni
viendo tu fuego que en los fuegos arde.
¿Recuerdas
nuestras noches juntos?
las siento dentro de mí
y en la
sombra nocturna del éter,
en la
inmensidad
aún
bajo la luna triste y taciturna,
vago en
pálida soledad
como
vagabunda del cielo y la Tierra
con la
perenne inquietud de encontrarte
y
encerrarme en tus cálidos brazos.
Experiencia
vivida
con
intensidad total
ya que
juntos pasamos
por la
senda estrecha
en los
grandes zarzales de la vida,
sin
desgarrar mis blancas vestiduras,
sin
sentir dolor ni pena.
¿Viviré
sin estrechar sin fin, sin pena,
mi gran
amor detrás de tu solo cuerpo posible,
tu dulce cuerpo pensado?
Experiencia
vivida,
¡qué
dicha sentir el cercado de tus brazos
y vislumbrar el fuego de tu mirada!
Entre
temblores, delicias y abrazos
dejamos
siempre atrás el pasado sufrido,
el
pasado ido,
para
vivir instantes de júbilos
y
promesas puras.
¿Podré
vivir en la mitad de ti,
sin
sentir lo que yo más deseo
y ahora no tengo,
tus
besos plenos, nuestros abrazos?
Experiencia
vivida
se
siente tu ausencia,
no te
he olvidado,
te sigo
amando
al son
de mis deseos
como
viola de amor
el ángel verde de la esperanza
me está
guiando hacia ti.
¿Cómo
lograr apoyar
totalmente
mi amor
sobre
tus hombros
y
fundir mi figura con tu bronce
en un
imposible hecho posible?
Experiencia
vivida, única, inolvidable,
imperecedera
para siempre.
Infinita Espera
Infinita
espera,
si no
me tienes,
si no
estás a mi lado,
mi
sonrisa es fría
y sólo
queda
un
abrazo triste.
Inútil
que te busque
y te
persiga
debajo de la piel de mis sentidos,
se
mueven tus distancias como alas,
¿por qué no vuelven
tus
labios a los míos?
Infinita
espera
de
amorosos recuerdos,
tristezas lejanas,
cariñosas
memorias
que
vibraban cual sones de un esperar.
Añoro
la presión de tus manos,
las
noches de fiesta
a tu
lado.
Infinita
espera,
¡cuán larga es esta desesperada nostalgia!
Días
que brotan
llenos de tu ausencia
en la
esencia de mi vida
pasando
a mi lado indiferente.
Infinita
espera
de luna
plateada
como
espada en cuyo filo
duerme
el amor,
me
duele el alma
donde
anida el trueno
cuando tu cuerpo
se va
como un
rayo
que no
hiere,
mata.
Mi
melancolía se llena
de
añoranzas de pensar
en tu
voz dulce y armoniosa.
Infinita
espera,
tu mirada que añoro
en mis
noches solitarias,
erizaba mi piel
de
claros reflejos
de
luces cálidas y tenues.
Me niego
a despertar
y no
tenerte a mi lado
detrás
de tu perfume
que se
negó a partir.
En
oleadas de vientos
y humos
renace
la esperanza
de que esta infinita espera
llegue
a su fin,
tú
vienes…
Y yo
sueño que Hoy…
tal vez
mañana…
quizás
un día
yo
estaré en tu destino,
abrazada
a ti
como tu
amada amante.
Infinita
espera,
llega de improviso
el idilio esperado
de vida
sonriente
al
sentir tus pasos
nuevamente.
Enséñale
a mi boca
que te
nombra
que has
escuchado mis llamados
para
apoyar mi amor
sobre
tus hombros
en la
luz matinal
que
brilla de claros surtidores
en la
espuma de la esperanza
de que
la espera
llegó a
su fin
y con
sus nubes
el
poniente fragua
y otro
cielo rosado
y verde
oscuro
en los
espejos trémulos
del
agua
nos reflejó a los dos.
El
pálido rocío de tus ojos
se
encendió por altísimas veredas
y al dar tu corazón
el
primer impulso
volcó
por mis sentidos
sangre
nueva.
Infinita
espera,
ya no
existe,
tu
estás apoyado
en la
mañana
llenándome
de luz,
de
primavera
mi alma
ascendiendo
la vida por tus hombros
y en
tus manos
temblando
una estrella,
un aire
estremecido de ternura
llena
mi mundo interior
con tu
presencia.
¡Vibrad
liras sonoras del espíritu!
La
infinita espera ha terminado.
¡Álzate
inspiración,
la mujer poeta canta!
Agobiante
Agobiante,
azotada
por fuerzas temibles,
me
siento zarandeada
como
marioneta al viento,
me
empujan,
me
arrastran,
me
hacen temblar,
me inclino
hacia la madre tierra
buscando
refugio
y la
invisibilidad.
Agobiante,
¿por qué los signos maléficos,
las sombras oscuras,
las envidias inevitables,
no me
abandonan
y me hacen dudar
de mis
actos,
los que
creo venturosos,
dignos,
necesarios?
Agobiante,
mi vida
serena
dejó de
serlo,
me
acosan sucesos siniestros
que mi
alma rechaza,
se cierra
como
pétalos de la flor
que no
alcanzó a ser fruto.
¿Dónde
está la humildad,
la solidaridad,
la ayuda mutua,
tan necesarias
para
crecer
y amar
hasta el infinito?
Agobiante,
es
vivir entre errores,
sin culpas,
en
equívocas ideas,
entre heridas
que
como saetas finitas
con
espinas de rosas
se clavan,
hundiéndose en mi alma
y dejándome exhausta,
triste,
solitaria,
sin mí
misma,
vacío
el espacio de mi mundo interior
pero
siempre,
defendiendo su verdad clara
y pura,
plena
de amor
aún
sangrante.
Agobiante,
quiero
volver al mundo
de las
sonrisas
que se
despiertan cada día
al
clarear el alba,
al
mundo mágico de las almas puras
y
plenas de amor
que me
rodeen
y giren
en vueltas eternas,
los Ángeles áureos
protegiéndome
del mal,
la traición,
la
mentira.
¡Bendita
es la vida con amor,
existencia
prodigiosa
sin
recuerdos dolorosos,
sin
memorias sufrientes!
¡Vivir
de frente
hacia
ese dónde
que nos
conduce a la paz de alma,
queriéndolo,
buscándolo!
Agobiante,
necesito
estar acompañada
por las
ansias de ese inmenso querer
de
estar conmigo,
riendo,
danzando,
cantando
en cada
segundo
de mi
vida.
Ir
hacia el paraíso
de los
tiempos del alma
y renacer
las palabras de amor escondidas
en la
memoria de tiempos ya idos,
frases,
poemas,
sílabas entrelazadas
que
corren hacia el papel
que las
espera dormido
en una
somnolencia de luces apagadas
que comienza a vibrar
al
recibirlas ansioso
y
expectante.
Mi
cielo se está
volviendo nítido,
todo
alado de olvido,
lleno de esperanzas en vuelo,
ahora
comienzo a vivir
el Hoy,
conmigo misma.
¡Qué
dicha vivir en la dicha,
plena,
del
estar sin vagar
y sin
rumbo,
sólo
vivir en gozosos instantes
que
nunca serán iguales!
¡Toda
la vida es única!
vivámosla en los días
y horas
en que
fuimos felices,
lejos
del agobiante dolor
que pudo rozarnos.