Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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miércoles, 25 de marzo de 2020
Cómo decirte
¿Cómo
decirte
que te
busco en el más allá,
en
horizontes,
en el
orbe todo?
¿Cómo
decirte dónde estás,
tú, el
ausente,
el
inquieto peregrino,
el
aventurero,
buscador
de amores ocultos?
¿Cómo
decirte
que
espero que vengas a mí,
despacio,
en silencios
umbríos?
¿Cómo
decirte
que te
busco en cada sombra?
¿Cómo
decirte
que en
el bruno rincón
veo tu
figura esbelta
como
esencia luminosa rodeándome
en su
cerco de amor?
¿Cómo
decirte
que te
bebo con mi aliento,
que te
acuno con mis labios,
que te
trizo con mis abrazos?
¿Cómo
decirte
que me
abraces para susurrarte,
suavemente,
que
eres el amado esperado,
el
misterioso ser que inundó mi alma?
¿Cómo
decirte
de mi
vacío encendido
en los
espejos rotos
de tu
espíritu desdibujado
que me
ahoga desde tu distancia?
¿Cómo
decirte,
al fin,
que te
amo más allá del amor,
que te
deseo más allá de tu cuerpo,
que
dominas toda mi razón,
desgranando
mi piel?
¿Cómo
decirte
que te
quiero mío
y me
quiero tuya
hasta
la eternidad?
¿Cómo
decirte
que
extraño tus caricias leves y suaves,
tus
abrazos de silencio,
mi
imagen en tus recuerdos?
¿Cómo
decirte
que
extraño tu voz,
ese
bálsamo errabundo
que me
busca en la oscura lejanía?
¿Cómo
decirte
que mi
angustia espera tu presencia
para
seguir existiendo para ti?
¿Cómo
decirte
que si
no te encuentro mi pasión
se
convertirá en polvo de cenizas
y
tendrás que armarme
buscándome
con tus besos
intensos
y furtivos?
¿Cómo
decirte
que
necesito tus labios
y tu
aroma de amor en flor
para
que no exista más en mi vida
esta
ausencia tenaz?
¿Cómo
decirte que añoro
tu
presencia para sentirme
como
naranjal en flor
donde
los azahares
me
hacen temblar de felicidad?
¿Cómo
decirte
que
extraño tus manos ruborosas,
plenas
de caricias y calor?
¿Cómo
decirte
que me
ames para que sea mi piel
de abeja
tibia palpitación
cerca
de tu corazón?
¿Cómo
decirte
que
cerca de ti,
tus
ojos con sus fuegos de amor,
de
cálido verano me atan a ti
en cada
mirada errante?
¿Cómo
decirte,
amor,
que al
estar junto a ti,
una
música áurea del éter,
lejano,
colma
mi alma en plenilunios
no más
solitarios?
¿Cómo
decirte
que te
ruego que me ames
como un
narciso
bebido
por el sol de la tarde
mientras
mis manos buscan
el agua
de tu manantial?
¿Cómo
decirte,
ya
ahora,
en este
instante,
entre
canciones
y
leyendas que tejen nuestro amor
que lo
nuestro perdurará por siempre?
Dime tú
Dime tú…
¿Cómo no quererte,
si te pienso todo el día?
¿Cómo no añorarte,
si te quiero junto a mí?
¿Cómo no buscarte,
si sin conocerte bien me haces
falta?
¿Cómo no soñarte,
si te acaricio hasta en sueños?
¿Cómo no sentirme perdida,
si hay veces que me dejas en la
nada?
¿Cómo no querer acariciarte,
si la brisa siempre lo hace?
¿Cómo no enamorarme,
dime cómo si he depositado mi fe
en ti?
Fue tan poco el tiempo para
amarte
que parece no hubiera sucedido.
Pero está aquí,
mi corazón herido,
sufriendo sólo al recordarte.
¡Qué triste,
cruel condena!
buscaré refugio en el olvido.
El olvido tarda,
lentamente,
pero llega y el corazón
parece conformarse,
en el fondo del alma una voz
clama,
más no hay corazón donde
abrigarse.
Dime tú que puedo hacer
si quiero quererte
y sólo puedo amarte,
quiero olvidarte pero vives en mi
mente,
quiero no oírte pero gritas en mi
corazón,
quiero alejarme pero estás en mí.
Dime tú cómo hago
para vivir si te necesito,
a ti,
como el día necesita la noche
para descansar.
Dime tú…
te escucho y suspiro
con todos mis sentidos,
¡te amo!
ven y
¡búscame ya!
Cuando estoy triste
pienso en ti
porque recuerdo
todos los momentos
que pasé contigo.
Cuando quiero que alguien me
escuche,
pienso en ti
porque recuerdo
todo lo que me escuchaste decir.
Cuando quiero abrazar,
pienso porque recuerdo
todos nuestros abrazos.
Pero ahora que tú no estás
conmigo
pienso mucho en ti,
sólo me pregunto algo:
dime tú,
¿qué piensas de mí?
El día menos pensado
te llevaré al cielo,
dormirás en una cometa,
bailarás en una nube
y cubriré todo tu cuerpo
con sonido de trompeta.
Una noche pensando en ti,
mis ojos se humedecieron
y entonces comprendí
lo mucho que te quiero.
El día menos pensado
te raptaré un instante
y te llevaré muy lejos
donde nadie te encuentre,
donde nadie te descubra,
donde nadie lo sepa.
Dime tú amor,
un día no sabrás como ni cuando
te besaré profundamente,
soñarás con ese día,
esperarás que en la mañana
te ame eternamente.
Tengo miedo de verte,
necesidad de verte,
esperanza de verte,
desazones de verte.
Tengo ganas de hallarte,
preocupación de hallarte,
certidumbre de hallarte,
pobres dudas de hallarte.
Tengo ganas de oírte,
alegrías de oírte
y temores de oírte.
Dime tú,
¿piensas en mí?
Pienso en ti
Pienso en ti
y no se si es cierto que te amo
o lo sé tanto que temo
que ese amor me traiga llanto.
Sólo tú haces de mi memoria
una viajera fascinada,
un fuego incesante.
Pienso en ti
y espero que te acerques,
quisiera sentirte cercano.
Todo hace el amor con el silencio
que puede ser como un fuego
o un templo de luces.
Pienso en ti,
quiero apretar tus manos
y me corre un secreto en la piel
que es feliz y ansiado.
Pienso en ti, te siento y miro,
lejanas,
mis palabras,
más que mías son tuyas
y de mis manos surgen
los poemas de amor que tú
inspiras
porque llenas mi alma
toda de sortilegios mágicos y
poéticos.
Quiero que los oigas,
que te lleguen proféticamente
puros
porque voy tejiendo
con todos los poemas
un collar infinito
para que te envuelvan
y no te alejen nunca más de mí.
Pienso en ti
y en el equilibrio cósmico de la
noche
mi voz interior me despierta,
me pregunto porqué busqué
en mi ser profundo
para saber lo que me
desconcierta.
Pienso en ti,
muchos afanes de días,
muchas noches sin estrellas,
pondré un manto de olvido
sobre este dolor que me aqueja.
Pienso en ti constantemente,
construiré este poco de vida
con lo poco que me queda,
pero aún tu voz no se calla,
me agita,
me apena.
La noche está terminando,
ya entra la luz primera,
es una noche que pasa
y ella se irá con el alba.
Si todas las noches pienso en ti
y sueño contigo
¿por qué no vivo en un sueño?
Pienso en ti,
imagino eres el viento,
rozas mi cara,
mis manos,
tocas todo mi cuerpo
y en su silbido apacible
puedo sentir tu aliento.
Cuanto estás tú callado,
pienso eres mi silencio.
Me tocas con tu mirada
y me recorres toda
y mi alma vuela apresurada
cruzando mares,
desiertos.
Pienso en ti,
en nosotros no existen fronteras,
tampoco tiempo,
quisiera tener alas para volar
y estar a tu lado acompañándote
y apoyándome en tus brazos.
Pienso en ti amor,
te pienso con ansias
de frenesíes y pasiones,
cuando me abrazas siento
que tuve contra el pecho
un palpitar sin tacto,
cerquísimo,
de estrella que viene
de otra vida.
Pienso en ti,
porque te alejaste
y siento sobre el alma
esa opresión enorme
de sombras que dejaste,
de palabras,
sin labios,
escritas en papeles
que vuelan con el viento,
dejándome tan solo
el hueco de tu cuerpo.