Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 30 de marzo de 2020
Claroscuro
Claroscuro,
mi vida se desliza
lentamente por un fuego helado
que deja mi corazón
apesadumbrado
y entre quejas y penas
mi alma en un grito de
silencio ensordecedor
clama por paz sin lágrimas
dulces.
Claroscuro,
entre mares de letras,
monosílabos,
frases como en una marejada
con oleaje alto
me interno en mí misma.
Se me vuelan los ojos
entre colinas y llanos
en este mediodía cielo de
raso
y me tiendo en el verde prado
entre el roquedal y el bosque.
Claroscuro,
amarillos y verdes,
amariverdes,
escuadras implacables y
sutiles
pinceles duendes fríos y
cálidos.
Fuiste y serás
el amor de mi calma
y excitación ya y nunca.
Mis poemas se irán al mar o
al rio
entre las sombras de los
sauces
y llegarán a ti para
aceptarlos
o rechazarlos.
Me los devolverá
la tarde en un claroscuro
entre puñados de agua
cristalina y turbia
entre ristras de voces
bajo los árboles frondosos
y raros
Claroscuro,
mi corazón late en una
acertada
y confundida alquimia
secular de los jardines
trocando la sigilosa confidencia
en alto aire cercano y
lejano,
tallado,
esclarecido.
Claroscuro,
de mi sombra ingrávida y
caduca
entre promesas huidizas
y venideras del amor en las
manos.
Te veo llegar con tus dos
ojos
sin mirada
y tu silueta apenas
sobrevive
difusa y estival.
Claroscuro,
se me ha perdido tu nombre
y tu rostro y tu figura,
los ha filtrado el tiempo,
en anexar y desunir,
entre sordinas atronadoras.
Claroscuro,
el recuerdo es olvido,
de tu silueta apenas
sobrevive
entre alegrías y hastío
una imagen cercana y lejana
a la vez.
Eres de un país de hechicería
donde la brasa ignora la
ceniza
y el mirar es un modo azul
que atiza la brasa
y arremansa la alegría.
Claroscuro,
amor impetuoso y calmo
que llevó a una pasión
desbordante,
avasalladora y tierna.
Sueño crecido,
impulso que descarta la
unidad.
¡Oh milagro realizado!
¿Es esto un diálogo
inventado?
¿O es que mi sangre harta
de pájaros y de sueños
busca enhebrar la perfecta
compañía
de tu amor imposible y
verdadero?
Donde habitan los sueños
Donde habitan los sueños,
en lugares recónditos,
en praderas florecidas,
en mares embravecidos,
en cuevas hondas,
en follaje verde y tupido,
los busco.
Donde habitan los sueños,
los de amor,
se sienten en el corazón arrebolado
y trémulo de dos
almas que se aman.
En esta vida,
los sueños nos columpian
en dulces momentos
que nos estremecen al recordarlos
como en la punta de un ramo
cuando el peso de la gota
hace inclinarse a la hoja
ya acaso rendida.
Donde habitan los sueños,
en un puro silencio,
se transforma en un escenario
del drama del vivir.
Son una pausa
entre la vida y la muerte,
sin aliento nos lleva a la mañana
entre sueños y nada se mueve,
se crean en torno nuestro,
ondas de calma.
Donde habitan los sueños,
recorriendo senderos
y esteros buscándolos en estrellas,
las que iluminan nuestras vidas,
bajo una luna que atestigua nuestro amor.
Donde habitan los sueños,
las hadas y los gnomos
van tras ellos,
perdiéndose en noches eternas,
caminando sobre el mar
o sobre el tupido verde del prado,
dejándose llevar por el aire
que dispersa el amor
que nuestras almas sienten.
Donde habitan los sueños
se siente el ruego de amar
que delira en murmullos
junto con tu nombre y el mío,
esos sueños perdidos
entre ráfagas de besos y miradas profundas,
como el inmenso océano
donde viven escondidos
y unidos los paradisíacos recuerdos
de nuestro amor.
Donde habitan los sueños,
allá en los límites del tiempo,
donde las puertas
a nuestros corazones
se abren en un sinfín de sentir,
maravillando al amor verdadero.
Quisiera más que nada,
más que buscar nuestros sueños,
ni hondos signos por celestes
mundos supremos,
ir tras ellos,
donde habitan,
para sentirlos latir
y vibrar con ellos
entre luceros remotos.
Aún es tiempo de soñar
Aún es
tiempo de soñar,
ir en
vuelos rápidos y mágicos
al
mundo irreal del sueño
que nos
hace gozar de placeres y dichas.
Sí,
ir
hacia el tiempo de amar y ser amada
y en un
revuelo tornasolado la orla del sueño
roza al
pasar mis solitarios recuerdos.
Aún es
tiempo de soñar,
aún
cuando los vientos de otoño soplan
a
través de mí
y tú
estés lejos
y seas
todo nostalgia.
Desde
las alas de mis sueños escondidos
en
secretísimos lugares están mis prosas,
mis
versos,
flotando
entre nubes de algodón
iluminados
por luces de estrellas.
¿En qué
ignorado alfabeto del aire
están perdidos
los poemas de amor
que
merodearon mis sueños en este tiempo
en el
que un silencio cruza hacia el olvido?
Aún es
tiempo de soñar en este mi ser desvanecido,
que aún
canta sueños de amor
y se me
oye en soliloquios íntimos
donde
brotan como una savia sin fin
los
impulsos delicados
de
verter en páginas de colores
mis
verdes esperanzas,
mis albos
anhelos en prosas para ti,
el
desconocido de siempre.
Aún es
tiempo de soñar,
es un
don que alegra mi alma
y me
hace seguir con ímpetus,
conquistar
el aire hacia ti,
estés
donde estés
aún en
mis secretos
sueños
plenos de ardor
rodando
hacia el horizonte de los días.
Soy hoy
un alma que sueña
en
encontrar la letra de su cántico,
soy la
que ama en su tiempo y no en el tuyo,
la
autora lenta de viajes encantados
que
inventan sueños olvidados al paso
de los
siglos del gran pecado original que es la vida.
Aún es
tiempo de soñar,
entre rosas
y trinos baja la clara esfera de la luna llena,
del
canto del ruiseñor en crepúsculos
a
orillas de los lagos.
Aún es
tiempo de soñar
aunque
las amapolas no se abran,
son
invisibles pero existen,
duermen
tan sólo pero están,
sólo
cabe esperar el día que llegue
sin
mirar fechas ni minutos
el
instante supremo de cantar al Amor
y
soñarlo ni a tientas ni con sobresaltos
sólo
vivirlo tejiendo súbitos poemas,
prosas
sin fin.
Aún es
tiempo de soñar,
volando
por el infinito,
como
locos soñadores,
gestores
de ilusiones y grandes esperanzas
para
una vida mejor.
Seremos
tú y yo
en
nuestros sueños compartidos,
luchadores
incansables
con
nuestros corazones valientes,
esperando
desde este tiempo imaginario
los
días futuros,
los
acaparadores de dicha.
Aún es
tiempo de soñar juntos,
tú y
yo,
entre
palabras de amor
que nos
inspiran a seguir amándonos.