Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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viernes, 3 de abril de 2020
Desengaño
Desengaño,
tristeza
y dolor,
la
verdad afloró
en un
soplo del tiempo,
la
traición y la cobardía
inundaron
mi alma.
Aquel a
quien yo consideraba
mi
ilusión de amor
quitó
su máscara y en un momento
su
verdadero yo,
se
atrevió a ser girar mi vida
en
esquivas y lastimeras
quejas
de llanto.
¿Quién
es capaz de producir
este
desengaño tan humillante
huyendo
rápidamente
después
de la traición?
¿Qué
buscaba al romper la unión,
tan
tiernamente atesorada,
que
creí que existía entre los dos?
Desengaño,
por fin
puedo decir
que se
rompieron las cadenas
que me
tenían presa.
Gracias
doy al cielo
por
este gran milagro
¡no más
humillaciones!
¡no más
mentiras!
Desengaño,
acíbar
amargo y cruel,
te
amaba demasiado para merecerlo,
te
entregué mis vanas esperanzas,
¿quién
te ha conferido
el
derecho divino de juzgar
y el
don de herir y lastimar
a quien
tan sólo te ofreció amor?
Al fin,
todo
terminó,
dejé de
ser el recurrente destino
de tus
falsas caricias,
de ser
la corriente perpetua
de tus
falsas mentiras.
Ya no eres
más el fulgor
donde
se anidaban mis anhelos,
arrasando
mis sentidos
a las
alturas inolvidables del más allá.
¿Quién
eres tú
para
ostentar como bandera
al
viento tus malignas
verdades
plenas
de
apetitos prohibidos?
¿Por
qué crees tener el don
de la persuasión
para engañar
por
falsos caminos
a quien
te respetó
y te
dio todo su cariño?
Desengaño,
triste
y doloroso,
has
dejado de ser mi dulce amor,
el
prófugo príncipe enamorado
que
busca aventuras
mortales
y peligrosas.
Tristeza
y dolor
pero
sentimiento de libertad total
y por
siempre ecos de mis esperas.
Has
dejado una cicatriz
más en
mi alma
pero
con firmeza sólo
será
una raíz muy honda
que ni
se percibirá.
Mi
amor,
el
verdadero,
me
encontrará
y a mi
vida retornarán
como
gotas de lluvia la esperanza,
la fe,
los
anhelos de vivir.
Desengaño,
cruel,
pero ya
superado,
quiso
hacerme daño
pero no
lo logró,
mi alma
aún apergaminándose
de
llanto por la desilusión resurgirá,
pura y
límpida
dejando
en las huellas del olvido
lo que
nunca debió acercarse.
Podré
así sembrar
y
cultivar el amor que me inunda
mi
mundo interior y ser feliz,
gota a
gota cada minuto del existir.
Te quiero junto a mí
Te quiero junto a mí,
recorriendo
el largo y serpenteante
camino de la vida.
Aunque el cantar de los grillos,
el murmullo suave del viento
y destellantes astros del cielo
me acompañen en estos momentos,
te quiero junto a mí.
Te quiero junto a mí,
alegre y apasionada
nunca podré ser
si tus besos en mis labios
no puedo poseer.
Te quiso y no puedo dejar de
quererte,
no puedo olvidar tus besos
ardientes.
Te quiero junto a mí,
los crepúsculos danzan en el
cielo,
busco tu voz en todas partes
y no la encuentro,
pido ayuda al viento,
lanzo un grito al cielo
¡te quiero!...
¡mi amor,
te anhelo!
Te quiero junto a mí,
te necesito,
quiero que sepas
que eres todo para mí,
si estamos juntos,
aceleradamente la noche
moviliza brisas tiernas,
se cubren las enredaderas de
jazmines
con vergeles súbitos y se
dibujan,
diestramente,
arabescos celestes
con luceros en nuestro cielo.
Te quiero junto a mí,
lo fácil en el alma
es lo que tiembla al sentirla
venir
y estar muy unidos,
tú y yo
sintiendo el temblor
de la dicha anhelante
de verse conquistada.
Quédate junto a mí,
ninguna distancia podrá borrarte,
no hay imposibles para los dos,
toma mi mano,
no te voy a soltar
porque sería como romper una
promesa,
lazos invisibles que nos unen
desde el más allá.
¡Qué sencillo el gran milagro
de estar juntos,
muy juntos,
tú y yo!
En esta luz del poema,
todo,
desde el más nocturno beso
al cenital esplendor,
todo está mucho más claro.
Te quiero junto a mí,
gran escenario,
horizontal silencio
que va a llenarse todo,
porque unos labios
se abren suavemente
y nuestras voces desnudas
se dicen a sí mismas,
inolvidables.
Te quiero junto a mí
y así surgirán de la nada,
del espacio vacío las letras
de nuestro cántico,
autores lentos
somos de alegrías de la vida
que el suave viento alza
y las entrega al mundo
que las espera
en las altas madrugadas del día.
Te quiero junto a mí,
consumación feliz de tanta ruta,
último paso,
amantes,
pies en el aire que lleva amor
a donde amor espera.
¡Somos imágenes
que inclina su hermosura
sobre espejos que nunca las
reflejan!
Me dices que mis ojos brillan
como la luna
y que mi belleza es como el mar,
eres la mujer que quiero amar,
por esto te quiero junto a mí.
Espejismo
Espejismo,
tú eres un espejismo en mi vida,
eres una mentira de agua y sombra
en el desierto de mi existir.
Espejismo,
tú no brillas en mi vida,
aunque brilles con una luz de agua.
No amarras aunque amarres la vida.
No llegas aunque llegues,
no besas aunque beses…
Reflejo,
falsedades de agua en tus ojos
que como prismas de plata
no brillan con el amor que dices sentir.
Espejismo,
eres el verde que no existe,
la frescura de ninguna brisa,
la palabra de fuego
que nadie escribió sobre el muro
de mi vida…
Yo misma,
proyectada en la noche por mí,
en ensueño,
¡eso eres tú!...
Espejismo,
sólo eres el espejismo de lo que un día fuiste,
una luz difusa que se apagó en la nada
cuando la memoria del tiempo
se propagó en el más allá.
Espejismo,
ilusión de entretejer
lenguajes entrecruzados,
engaños de tu voz,
de tu susurro,
de tus te quieros apasionados,
eras delirios de un amor fracasado,
antes del sollozo de los sauces
y de las flores que acabaron en rimas,
versos que empezaron tallos.
Espejismo,
fuiste tan sólo inocente tacto
de tu trémula mano
que volvió derrotado como visión de engaño.
No eres más el único y verdadero
ni el gran dolor que consuela
al desnudo del alma.
Espejismo,
sólo pasiones aparentes,
falsos besos,
¿de dónde se han oído?
¿Cómo se creen reflejados
en esa forma turbia de un espejo de agua?
Cruzando concéntricas tinieblas entre luces,
vagas historias de amor,
creídas por mi verdaderas y por ello,
día a día,
noche a noche estoy volviendo a mi interior
para encontrarme a mi misma,
limpia, casta y pura,
con fe en que los espejismos desaparezcan
ya de mi vida y broten nuevos arrullos
a mi alma triste,
dulce y melancólica en claridades de luna
y brisas del jardín florido.
El húmedo espejismo
borró toda la gala matutina,
ni un árbol,
ni una nube se destaca y
a en esta blanquecina cerrazón
que entristece el alba y no ilumina,
débil luz crepuscular y opaca,
¡eso eres tú!
Espejismo,
¡hálito de abismo!
flotas en esta alborada agonizante
que me fatiga y marea
y me marca de oscuros pensamientos,
obsesionantes.
¡Desaparece ya!
¡húndete en el más allá,
en el desierto lejano!
¡Déjame vivir esperando
sin cansancios ni desalientos,
el amor que me busca detrás de ti.