Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 5 de abril de 2020
Amor oculto
Amor oculto,
soy la desconocida,
la invisible,
a la que el amor escondido,
sólo en su alma,
entristece su corazón.
Tormento de amor,
que en las cavernas del alma
no lo siento mío,
tan solo lejano y distante,
ni su voz se escucha.
¿Dónde te has ido tú,
el entrañable?
¿Dónde te puedo encontrar,
libre y sin trabas?
Soy en tu vida,
nadie, nada,
un pedacito de un extraño y dócil
que desde este lado del mar te
precisa
y en su imaginación se cree tuya.
¡Pobre alma adolorida!
Las vanas ilusiones
cruzaron hondos y floridos
barrancos
al pie de acantilados erosionados
por el viento
sin poder alcanzar esa distancia
inexpugnable
de nubes oscuras
que cubren mis tristes
sentimientos de amor.
Soy un ser que perdió su
equilibrio,
la brisa vehemente lo lleva a
lugares lejanos
quebrando su felicidad
anhelada y callada.
Su espíritu lastimado
se perdió y herido clama
por paz y libertad.
Amor oculto,
que con estremecedores sollozos
y gotas de lágrimas,
llora por no estar junto a ti.
El desconsuelo me inunda,
penetra por mi piel
y deja en mi boca un sabor amargo
por no tener tus besos dulces
como miel.
Amor oculto,
en un arcón deshecho por el
tiempo
dejo sus huellas en el polvo gris
del tiempo.
Quiero ser feliz contigo a mi
lado
pero se que esto será imposible,
quiero vivir nuestros sueños
juntos,
plenos de luz,
sobre una playa de arena blanca,
con un mar oscuro
y un cielo límpido color añil.
Pero todo esto es mera ilusión,
seguiré siendo la desconocida,
la oculta,
como mota de polvo en un arpegio
de sonidos que se llevan el amor.
Esperar
Ahora mi tiempo
ha aprendido a vivir con pausa,
a saborear los pequeños espacios
y a continuar esperando esos
momentos
que tú me das.
Esperar hasta encontrarme
con mi yo desconocido
y aprender
que se puede volver a amar
intensamente
en la madurez de la vida.
Sin límites,
sin rubores,
sin titubeos,
sólo queriendo
que suceda lo inesperado.
Esperar a que sea posible,
dejarse ver uno mismo
tal cual siente
y desear que tú me veas así.
Sin ángulos,
sencillamente con el corazón
abierto
y el deseo compartido.
Esperar que el querer exista por
sí mismo,
sin necesidad de pautas ni
promesas,
sin esperar nada a cambio,
sin recompensas,
sólo el deseo de dar.
El Amor…
es esperar por ti,
idealizando el arte para amar
haciendo que los sentimientos que
clamo
broten por doquier.
Esperar que mis letras de amor
para mi hombre amado
le lleguen con todos los
sentimientos engalanados
con mi aroma y mi ser.
Esperar que fluyan de la pluma,
las letras, las palabras,
las frases, las estrofas ,
exaltando el valor del amor
en forma de bellas inspiraciones,
Ya no hay respuestas que deba
esperar
ni fantasías que no haga
realidad,
mi amor ya no tiene un tiempo,
es ahora,
aquí…
para siempre.
Esperar es todo
¡qué absoluto portento!
Esperar el fundirnos uno en el
otro,
para que el anhelo creciente,
la distancia recorrida nos una
para aspirar del todo la
imperiosa fragancia,
proyectándose los cuerpos
más allá de la vida.
Existir en plenitud
Existir en plenitud,
vivir la vida segundo a segundo
en el Hoy,
con fe en los recuerdos del ayer
y en la oscura memoria de frondas
que ya son pasado,
futuros fueron de innumerables estíos.
Existir en plenitud,
ser feliz en el aire diáfano
y puro dejándome estar en sus brazos,
volar donde ellos vuelen
a sus rumbos marcados,
apoyada en su pecho
donde encuentro resguardo y paz.
Existir en plenitud
es estar en la luz,
entrar en ella,
plena de amor,
en tan dorada dulzura,
sentir que amo
desde los luceros altos.
Irradiar el fulgor de la existencia
que seca las fuentes del llanto
y me estremece de felicidad
en cada instante de vida.
Existir en plenitud
como el nardo juvenil
que guarda los bálsamos de vida
en la secreta lumbre
que alumbra mi corazón enamorado.
Necesito los carismas divinos
de la luz y del canto
para vivir amando,
quiero ser en ti mismo
una huella imborrable
y un recuerdo constante
y una sola verdad.
Existir en plenitud
es ser en tu vida
algo más que un instante,
algo más que una sombra
y algo más que un afán
porque llegaste a mi vida
como un susurro pleno
de palpitantes caricias.
Existir en plenitud,
viviendo como en un amplio jardín florido,
donde la brisa que entre las flores
pasa con los cálices
frescos se perfuma mi vida.
Existir en plenitud
cuando la luz matinal brilla
y se irisa entre espumas de aguas puras
y bajo el verde de las tupidas frondas
sobre la grama de la tierra negra.
Existir en plenitud,
contigo a mi lado,
feliz seré mirando a las felicidades
que vuelan de la rama y del pájaro.
Feliz seré por los caminos
que cerrados tenía y tú,
mi amado,
los abriste al amor.
Existir en plenitud,
amando,
acariciando a mi amante
como agua clara que se oye
y ya no se oye,
entre sonido y silencio,
tras la arboleda como vergel prieto y brillante.
Vivir no es sólo existir,
sino existir y crear
y en plenitud las palabras de amor,
los poemas,
fluyen claros y precisos,
gozando entre sueños,
entre hojas nuevas
que los esperan ansiosas
porque tú las esperas.