Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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sábado, 11 de abril de 2020
El intruso
El intruso,
en una noche trágica,
sollozante,
entraste en silencio en mi vida
para hacerla florecer
en tu boca tempranera.
Desde ese instante
mi mundo de luz
se transformó
en un roquedal oscuro y triste
y el dolor inundó mi alma
en lugar del amor verdadero
y único que me colmara de felicidad,
sin historias de heridas ni temores,
sin fracasos traicioneros.
El amor
me abandonó las caricias,
los cariños,
la fe,
la fuerza de vida,
las alegrías y las risas
desaparecieron en la nada.
Mi mundo pleno de amor puro
cerró las puertas al cielo al entrar tú
el intruso a mi vida.
¿Por qué razón llegaste?
¿Qué querrías de mi?.
El intruso
solo me dio un amor falso,
insensible,
egoísta y cruel.
¡Ahora basta!
¡Aléjate intruso de mi vida!
No quiero sentir mas
la cascada de tu risa
sarcástica e irónica
navegando en mi recuerdo,
la cadena de tus brazos
arropándome en tu pecho.
El intruso dejó su olor en mi piel,
huelo a él,
me persigue su olor,
me persigue y me posee.
Sentir de ti,
intruso,
no quiero tu palabra enamorada
acariciando mi lamento
y la lluvia de tus montes
seduciendo mis silencios.
Sentir no quiero más,
intruso,
tu colinas encrespadas
devorando mis desiertos
y el oasis de lujuria
que tejías con el beso.
El intruso,
sentir no quiero el halcón de tu mirada
desafiando mis intentos
y el amor de tu capricho
galopando en mis inviernos.
Sentir no quiero el perfil
de tu silueta esculpiéndose
en mi huerto
y ni someterme más
al primer roce de tu fuego.
Sentir no quiero la agonía
que se siente al sentir
que no te tengo
¡Déjame sola tú el intruso,
no quiero oír más tu voz!
Esta soledad no me deja en paz,
si tú intruso mío
no estás nada es igual.
El intruso que un día fue todo para mí
en el decir claro de un te amo,
sin regatear ni una sola letra,
dando por completo la pasión
y el corazón en una mirada.
Intruso,
efímero sueño concluido,
¡qué amargo pesar
ahonda la pena!
¿Cómo será?
¿Será esto,
amor,
lo que siento?
Dímelo tú,
mi amado.
¿Será
o sólo es cuestión de tiempo?
Quererte tanto sin saber
si te quiero
¡vivir! ¡morir!
en un momento.
Como si nada más existiera,
sólo tú y yo
en este eterno
tormento de supuesta felicidad
mezclada con la soledad
que no me deja en paz.
La necesidad de no sentir tu
vacío.
¿Será esto,
amor,
lo que siento?
o sólo un instante fugaz
que desaparecerá cuando caigas
tú,
mi dulce amor,
en el tiempo.
¿Cómo será mi vida
sin que tú llenes mi universo
de brillantes estrellas?
estrellas que nublan mi razón
y de cometas que caen
a veces de golpe
y me devuelven a la realidad.
Pero,
¿qué es la vida
si tú no estás?
¿Será esto amor
lo que siento cuando te extraño
y estás lejos y siento
como si fuera a morir
si no te tengo?
¿Cómo será vivir sin ti?
¿Será esto,
amor,
lo que siento?
O más una tortura,
un sufrimiento,
un espejismo,
obra del destino
este sentimiento tan intenso,
a veces frágil,
incierto,
que me hace dudar
y pensar si será esto lo que
siento.
¿Cómo será separarnos?
Lo distinto se alza,
nos pone en pie,
nos llama otra vez
a vencernos por las minas
oscuras.
¿Cómo serán
las tempestades amantes
igual que las celestes,
desembocando en fúlgidas
sorpresas,
en más luz,
en la cándida novedad de lo mismo?
¿Cómo será
cuando nuestras almas dedicadas,
ardientes,
se buscan como por un camino
que no tiene despedidas?
¿Cómo será
el verso que inunda mi espíritu
en noches solitarias,
misteriosas,
en tinieblas?
¿Cómo serán
las estrofas inspiradas por ti,
mi amado,
mi corazón se asombra
de cómo llevan todas mis
ilusiones,
volando como insectos de luz
en sus canciones?
Quiero a mis poemas por ingenuos,
piensan que vuelas,
sólo porque mi frente roza
tus alas de jilguero.
Los quiero por audaces,
yo sé que en sus anhelos
hay horizontes para los mundos
y los cielos.
¿Y cómo será,
amor,
cuando no pueda volcar en mi
papel,
en versos todo el amor
que por ti siento
ya que siempre tendrán
en mi laúd cantares
y en el rosal de mi cariño,
flores brillando en el fondo
de mis noches las alas de mi
númen.
Me buscas
Me buscas sin alas,
silencioso por los
aires,
me buscas recorriendo
distancias,
emocionado con versos
que se dan a la vida
como un milagro.
Me buscas con tu
ritmo cadencioso,
revoloteando entre
caricias y suspiros
en nuestros
encuentros entre rosas,
albores, celajes,
donde el tiempo se
pierde
en un ir y venir
infinito.
Me buscas con flechas
perfumadas
que lanzaste a mis
palabras
en un poema de amor
que viajó hasta tu
alma,
dulce estrella de la
pasión,
ojos de luna,
corazón suave y
tierno
de mi esperanzada
espera.
Me buscas pero de ti
conozco
tan solo tu alma
venida desde lejos,
alma que con pálido
encanto
es fuente sonora,
esencia del canto
¡es un reír de
aurora!
Sé que me querrás,
lo creo y lo veo.
Lo dicen tus ojos
cuando me miro en
ellos
y si así no fuera,
sólo tu recuerdo
llenaría mi vida
de amor no olvidado
por siempre.
Necesito un poco de
aire,
vestido de color,
para que suavice mi
alma
con un soplo de amor.
Me buscas pero prefiero ser libre
en mi espacio
abierto,
sin trabas ni cerrojos,
eso es todo un reto
pero por amor lo
acepto.
Me buscas y son mis
versos
los que se agitan y
rápidos
vuelan al papel que
los está esperando,
ansiosos de recibir
amores al vuelo
con melodías de amor.
Me buscas y mis ojos te miran
y van más allá,
no creen en ti,
otean el horizonte
buscando otro amor
que sea verdadero.
Me buscas y no
brillas aunque brilles…
no besa tu beso…
¡Quién te amó sólo
amaba cenizas!
Pondré en mis versos
el tesoro de las
noches raudas de inspiración.
Me buscas,
dame a beber la poesía
que tú inspiras para
darme
el valor de seguir
luchando
y amando siempre.
Me buscas y así,
si hemos de caer,
en pleno vuelo,
caerán nuestros
corazones
unidos iluminando la
amplitud del cielo,
plenos de luz como una estrella errante.