Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 13 de abril de 2020
Amar
Amar en el aquí y en el ahora,
¡qué gran sencillo milagro
vivir en el hoy contigo!
Mis suspiros se detienen pensando
en ti
y mi corazón late y palpita
porque estás en mi vida.
Sólo se que la distancia alarga
caminos
pero siempre te siento conmigo
a pesar de los abismos.
Amar que no es misterio,
estás en mis sueños
y en el alto silencio de la
noche,
un soñar mío empieza al borde de
tu cuerpo
y en el mío
el tuyo siento.
Ya dormidos o en vela,
los dos nos buscamos,
tu sueño es mi sueño.
Amar sin saber quién eres tú, v
erde de mis prados,
dueño de mis cielos,
sabor del fruto prohibido.
Pensar en ti todas las noches
no es pensarte con mi
pensamiento,
es que estás dentro de mí.
Te voy pensando conmigo,
exactamente en el ancho mundo.
Amar,
dedicándote el alma mía a la
tuya,
a la luz de quererte,
en el gran silencio por la
tierra,
por el cielo,
en las suaves voces de nube,
todo el cántico del amor va hacia
ti.
Este amor nuestro vuelto
estrella,
único y verdadero,
de afán y tiempo,
ha entrado en mí
como la dicha entra sin prisa,
beso a beso.
Amar,
no dejaré de buscarte,
saltaré muros de agua,
anchos fosos de aire,
vallas de piedra,
setos de bosques
y te encontraré.
Te espero sólo a ti
y donde yo te espero,
sólo tú podrás estar,
sólo escucharé tus pasos,
tus vuelos,
tus huellas únicas.
Amar que hace que tu aliento
mitigue mi llanto
y tu mirada guíe mi camino
porque tus ojos son secreto de mi
amor.
Me llevas en tus días,
en tu alma,
en tu pecho,
en tus labios,
en tus palabras encendidas,
lejanas sí de honduras de cielos
o entrañas de la tierra.
Amar,
déjame volar hacia él,
con el alma del alma
y tan sólo un momento fugaz,
eterno,
es tiempo infinito.
El aquí y el ahora
El aquí y el ahora,
¡qué gran y sencillo milagro
vivir en el hoy!.
Mis suspiros se detienen pensando
en ti,
ya no existen noches en soledad,
tu voz me llega,
sin cuerpo,
leve, dulce,
con ternura incontenible
porque tu voz crea tu cuerpo.
El aquí y el ahora es nuestro,
los labios y los brazos se buscan
y por tu voz grave y sonora
se hace la luz al oírla en este
ámbito
en que mis ojos no te ven
y nuestras voces se besan.
Somos dos enamorados
que no tenemos más días
ni más noches
que nuestras voces estrelladas,
nuestras cartas de amor
que como soles cruzan el espacio.
El aquí y el ahora
nos lleva a entendernos
con nuestras diferencias
entre tú y yo
que llaman a nuestro amor a la
alerta,
a probar que existe
y que es verdadero.
En el espacio que nos separa,
laten ávidas y puras
las victorias de amor futuras,
esperando el cuándo…
de este amor que lucha por
sobrevivir
sobre triunfos floridos
en besos de la nada.
Y atravesamos minas oscuras,
tempestades amantes,
fúlgidos resplandores,
cálidos pensamientos.
El aquí y el ahora hace que
delicadas,
ardientes,
nuestras almas se busquen
por un camino
donde no hay despedidas y al
final,
el hallazgo tan deseado,
el contacto,
la nueva separación vencida,
la unión pura brotando intacta en
el hoy.
Ya el viento aprendió tu nombre
y te llama como un triste eco que
se pierde
y rebota entre la montaña.
En el aquí y el ahora,
ven a mi,
que aún no he aprendido como se
vive
sin que estés aquí.
Entre las flores rojas del
framboyán,
nuestros labios se encontrarán
entre las sombras de nuestras
pupilas graves
y mis suspiros de amor y seremos
dos,
amándose con ansias de vivir.
El aquí y el ahora me llevó hacia
ti
y el viento dejó de pesar,
el agua es dulce,
sabe a vida,
mis días ya no son lluviosos,
no soy ya un pedacito de espejo
porque reflejo tu imagen
y la siento mía.
Aquí y ahora,
en el infinito espacio que
llamamos tiempo,
tú llenas el hueco triste de mi
existencia
que ahora se ha colmado de risas
y cantos.
Sabes que te necesito
Sabes que te necesito,
a ti,
amor de mi vida,
que junto con mi poesía
creas mis atributos,
atmósferas radiantes,
emociones dulces
como mieles.
El verso surge de mi alma
donde tú te anclaste
con golpeteos silábicos,
trasmitiéndome la capacidad
de crear imágenes naturales,
nuevas,
creíbles para que te lleguen
y me ames más.
Sabes que te necesito,
para crear el poema
con sentido estético,
movimiento y forma,
tú,
mi tumen,
mi fuente de inspiración,
el que le da sonoridad a mis versos,
plenitud y luminosidad
armoniosa plena de luz.
Sabes que te necesito,
a mi lado,
junto a mí,
eres mi fuente arqueada por el viento
que traen tus palabras,
eres el fulgor de la altura
que resurge
cuando se apartan las nubes
como alas mágicas.
Me das ternura
llevándome a que admire
los cielos estrellados.
Sabes que te necesito,
me cubres como hiedra,
me envuelves con tus brazos.
¡Acércate más!
¡cúbreme de caricias!.
Sabes que te necesito,
te lo dicen mis estrofas,
línea tras línea,
que mi amor se desborda
y al evocarte
te necesito más cada día
y la pasión se desborda
al fuego original que nos lleva
a las llamas de la vida.
Sabes que te necesito,
porque poesía y amor
son una unidad indisoluble,
un medio de revelación,
las dos caras de una misma realidad.
Quiero estar contigo
en edenes ciertos,
en horizontes cercanos,
en crepúsculos constantes e inmóviles,
en arreboles de mil colores.
Sabes que te necesito
para que mis ojos
alcancen el firmamento
y que de mis manos
florezcan poemas
y de mis palmas
nazcan áureas frases.
Te necesito para deleitarme
con esa melodía,
la nuestra,
la que revela nuestro amor eterno
en sus acordes melodiosos,
preludios cercanos
de besos buscados.