Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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miércoles, 29 de abril de 2020
Desengaño
Desengaño,
tristeza
y dolor,
la
verdad afloró
en un
soplo del tiempo,
la
traición y la cobardía
inundaron
mi alma.
Aquel a
quien yo consideraba
mi
ilusión de amor
quitó
su máscara y en un momento
su
verdadero yo,
se
atrevió a ser girar mi vida
en
esquivas y lastimeras
quejas
de llanto.
¿Quién
es capaz de producir
este
desengaño tan humillante
huyendo
rápidamente
después
de la traición?
¿Qué
buscaba al romper la unión,
tan
tiernamente atesorada,
que
creí que existía entre los dos?
Desengaño,
por fin
puedo decir
que se
rompieron las cadenas
que me
tenían presa.
Gracias
doy al cielo
por
este gran milagro
¡no más
humillaciones!
¡no más
mentiras!
Desengaño,
acíbar
amargo y cruel,
te
amaba demasiado para merecerlo,
te
entregué mis vanas esperanzas,
¿quién
te ha conferido
el
derecho divino de juzgar
y el
don de herir y lastimar
a quien
tan sólo te ofreció amor?
Al fin,
todo
terminó,
dejé de
ser el recurrente destino
de tus
falsas caricias,
de ser
la corriente perpetua
de tus
falsas mentiras.
Ya no eres
más el fulgor
donde
se anidaban mis anhelos,
arrasando
mis sentidos
a las
alturas inolvidables del más allá.
¿Quién
eres tú
para
ostentar como bandera
al
viento tus malignas
verdades
plenas
de
apetitos prohibidos?
¿Por
qué crees tener el don
de la persuasión
para engañar
por
falsos caminos
a quien
te respetó
y te
dio todo su cariño?
Desengaño,
triste
y doloroso,
has
dejado de ser mi dulce amor,
el
prófugo príncipe enamorado
que
busca aventuras
mortales
y peligrosas.
Tristeza
y dolor
pero
sentimiento de libertad total
y por
siempre ecos de mis esperas.
Has
dejado una cicatriz
más en
mi alma
pero
con firmeza sólo
será
una raíz muy honda
que ni
se percibirá.
Mi
amor,
el
verdadero,
me
encontrará
y a mi
vida retornarán
como
gotas de lluvia la esperanza,
la fe,
los
anhelos de vivir.
Desengaño,
cruel,
pero ya
superado,
quiso
hacerme daño
pero no
lo logró,
mi alma
aún apergaminándose
de
llanto por la desilusión resurgirá,
pura y
límpida
dejando
en las huellas del olvido
lo que
nunca debió acercarse.
Podré
así sembrar
y
cultivar el amor que me inunda
mi
mundo interior y ser feliz,
gota a
gota cada minuto del existir.
Un rincón de mi vida
Un
rincón de mi vida,
allí
estarás tú,
en un
escondite en mi alma,
sólo y
reprimido.
No
quiero que golpees
con
desesperación
la
puerta de mi fantasía,
sólo
dame el silencio
que me
conlleva a un ritmo carismático
de
soledad que ansía algo más.
Un
rincón de mi vida
lo
ocupas tú,
el que
fue,
el que
era,
el que
nunca será
mi amor
verdadero.
Tenías
para mí
gotas
de agua amarga
escurriendo
por la pendiente del crista,
buscando
mi fragilidad de mujer.
Quédate
allí,
en el
rincón más oscuro de mi vida,
así no
mojarás
mis
sueños con cada mirar.
Deja
que mis minutos
se
vayan de tu vida,
que mis
horas no te busquen más,
que hoy
me pueda esconder
en la
casa de los días y mañana
podré
emprender una huída
al
lugar de los años
y no te
tendré
más en
el rincón de mi vida.
Mi
ahora pasa,
sin ti
vivo el hoy,
instantes
de una supuesta vida
que se
irán a la esencia
de un
deseo de amor.
Recorro
el valle de los recuerdos,
de
aquellos remansos de tus dulzuras,
el
dulzor de tus palabras,
aquel
acento de tu voz
y me
doy cuenta de que te extraño
pero es
mejor
que
pase el tiempo eterno
en un
mustio alejamiento
y no te
encuentre más
en el
rincón de mi vida.
Te
quiero en el rincón de mi vida,
no como
sombra pareja
que me
sigue apenas raya el sol.
Quiero
olvidarte
en un
impecable adiós
a un
desconocido
en una
oscura lámina
de un
rincón de mi vida.
Eres
ahora
tan
sólo un charco mudo a mis pies,
te dejé
en una estacada negrura,
cruzando
concéntricas tinieblas
¡libre
al fin de ti!
¡tu
rincón en mi vida ya no existe!,
entreluces
doy por fin
con el
sendero que hollaré con fuerza
para
encontrar aquel ser
que me
dará su luz
y su fe
para no vivir
condenada
sin remedio
a tus
veloces fechorías,
pasiones
aparentes,
falsos
besos.
Vuelco
a mi blanca soledad,
blanca,
inmaculada,
ajena a
las falsas maldades,
malévolas traiciones
y como
leve hilo de vida
que
renace en la noche vuelvo a ser yo,
conmigo
misma inocente y pura
¿hasta
cuándo?
no lo
sé todavía,
hacia
un hoy corro,
hacia
un mañana
con
toda mi alma entera y casta,
sin ti
en ningún rincón de mi vida.
Y de a
poco surgirán otra vez los versos,
las
sílabas mudas,
se
oirán desde la lejanía
y los
poemas llegarán tejiendo amores,
reflejando
edenes,
esperas
no estrenadas,
caminos
buscados en una palabra
que en
el papel amanece
como
una virgen radiante.
Pienso en ti
Pienso en ti
y no se si es cierto que te amo
o lo sé tanto que temo
que ese amor me traiga llanto.
Sólo tú haces de mi memoria
una viajera fascinada,
un fuego incesante.
Pienso en ti
y espero que te acerques,
quisiera sentirte cercano.
Todo hace el amor con el silencio
que puede ser como un fuego
o un templo de luces.
Pienso en ti,
quiero apretar tus manos
y me corre un secreto en la piel
que es feliz y ansiado.
Pienso en ti, te siento y miro,
lejanas,
mis palabras,
más que mías son tuyas
y de mis manos surgen
los poemas de amor que tú
inspiras
porque llenas mi alma
toda de sortilegios mágicos y
poéticos.
Quiero que los oigas,
que te lleguen proféticamente
puros
porque voy tejiendo
con todos los poemas
un collar infinito
para que te envuelvan
y no te alejen nunca más de mí.
Pienso en ti
y en el equilibrio cósmico de la
noche
mi voz interior me despierta,
me pregunto porqué busqué
en mi ser profundo
para saber lo que me
desconcierta.
Pienso en ti,
muchos afanes de días,
muchas noches sin estrellas,
pondré un manto de olvido
sobre este dolor que me aqueja.
Pienso en ti constantemente,
construiré este poco de vida
con lo poco que me queda,
pero aún tu voz no se calla,
me agita,
me apena.
La noche está terminando,
ya entra la luz primera,
es una noche que pasa
y ella se irá con el alba.
Si todas las noches pienso en ti
y sueño contigo
¿por qué no vivo en un sueño?
Pienso en ti,
imagino eres el viento,
rozas mi cara,
mis manos,
tocas todo mi cuerpo
y en su silbido apacible
puedo sentir tu aliento.
Cuanto estás tú callado,
pienso eres mi silencio.
Me tocas con tu mirada
y me recorres toda
y mi alma vuela apresurada
cruzando mares,
desiertos.
Pienso en ti,
en nosotros no existen fronteras,
tampoco tiempo,
quisiera tener alas para volar
y estar a tu lado acompañándote
y apoyándome en tus brazos.
Pienso en ti amor,
te pienso con ansias
de frenesíes y pasiones,
cuando me abrazas siento
que tuve contra el pecho
un palpitar sin tacto,
cerquísimo,
de estrella que viene
de otra vida.
Pienso en ti,
porque te alejaste
y siento sobre el alma
esa opresión enorme
de sombras que dejaste,
de palabras,
sin labios,
escritas en papeles
que vuelan con el viento,
dejándome tan solo
el hueco de tu cuerpo.