Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 21 de mayo de 2020
Tuya soy
Tuya soy,
tiéndeme tu abrazo,
¡ay!, ¡cómo te
necesito,
apóyame, respírame,
grita que me amas!
Cascarón de hojas,
vahos de campo,
de vida, de viento,
de lluvia.
Hueles a cuerpo
húmedo,
mi pasajero fugaz,
necesito tus besos
apasionados
con sentimientos
profundos y tiernos.
¿Cómo puedo pensar o decir esto?
¿Casi sin respirar o
atontada?
Cada día quiero más
de ti.
Tuya soy,
hoy y siempre,
no te pierdas en lo
venidero,
a ti me acerco en tu
presente.
Ser es estar siendo.
Prisa, apetito de las
lejanías,
torpe atropello
de las largas
dulzuras del minuto,
da tiempo al tiempo.
¿A qué darle palabras
de amor
al poema si lo estoy
siendo?
Tuya soy,
mi amor es lento.
El caudal de mi dicha
eres tú
y como el del agua
fluyen parejos,
lo que ellos hablan
y la espuma dice
suenan de acuerdo.
Tuya soy,
tan sencillo es
quererte
que a veces se me
olvid
a que vivo de milagro
el amor fabuloso
que al cargar sobre
ti ingrávido se torna
y como lo redimes de
sangre o de tormento,
por fuerza de tu
pecho,
con corazón de magia,
siento la ilusión de
que estás conmigo,
muy cerca,
a mi lado.
Tuya soy
encuentro la ternura
en que se injerta el
color de tu piel
que me soborna y
adoro tu palabra
que trastorna y apura
mis sentidos
buscándote siempre.
Pienso en acariciar
tu pecho al descubierto
y todo lo invisible
que te rodea,
me complazco en la
luz que te contorna,
muerta de amor en
lecho enfebrecido,
pasto de celo en
huerto clausurado,
corazón por tus
flechas percutido.
Tuya soy,
hambrienta de amor
soy una llama que por
ti clama.
Un agua no pausada sí
cantada,
se allega por tus
manos a mi pecho,
¡oh ríos sin espuma,
tan alzado,
que moja las puertas
de mi cielo!
Tuya soy,
los signos de tu
grave y dulce voz
me reclaman a cada
instante
y despiertas mi
ternura
y mis requiebros.
¡Qué umbría en verde
valle,
qué collados!,
¡qué rama sumergida
en niebla y cielo!
Tuya soy,
tú eres la música de
mi vida
en todo mi tiempo.
¡Te ansío ya!
Mi recuerdo eres tú
Mi recuerdo eres tú
(parece que flota…
es tan suave su ir y volver
bajo el fanal errante de la luna
confidente del bardo peregrino)
Mi última esperanza
(irradias en la sombra
todavía siguiendo un ideal
que no se alcanza,
merodeando en la sombra
la ilusión perdida que fue mi guía)
Mi recuerdo eres tú
(y hoy,
en este otoño que estoy viviendo
y que la vida empieza a declinar,
se encuentra mi corazón
solo y cansado,
sólo me hace feliz tu recuerdo
turbando el nocturno desasosiego)
Mi última esperanza
(tú, mi todo,
eres el que despiertas
con cada triste sonido,
lento toque de notas vagas
que el viento lleva
a flotar como doliente gemido
y de la noche en calma,
tú mi melancólico
me haces estremecer el alma
en vibraciones impredecibles)
Mi recuerdo eres tú
(fuiste mi mundo de venturanza
que me llevó a la plácida nota larga,
tu voz me sigue acariciando
y como un suave reproche
se desgrana en la calma noche
las perlas de las delicias vividas a tu lado)
Mi última esperanza
(¿es que acaso ya no estaremos más juntos?
Quiero flotar en el éter la aúrea nota
que nos unía en un bálsamo efluvio
de noche primaveral.
¡Ven a mí!)
Mi recuerdo eres tú
(¡qué instantes más frenéticos y voraces
vivimos tú y yo!
bajo cielos escarlatas
que se extendían inflamando mantos
sobre nuestros cuerpos)
Mi última esperanza
(no quiero que seas mi silencio total
en un viaje completo de la vida,
te quiero en su trayecto en bacanales,
algazaras, proezas musicales,
en una gesta al abordaje de la felicidad
y de la paz eterna)
Mi recuerdo eres tú
(por ti anduve en el mar,
altiva como una ola,
una ola desnuda y sola estallando
en cada cabriola y desgranándome
al recordarte en cada instante)
Mi última esperanza
(por ti,
un hondo estremecimiento
se aquerenció en mi interior
y destelló en derredor,
un símil del paraíso
al pensar en ti)
Mi recuerdo eres tú
(serás siempre
un horizonte plomizo en mi vida
quedando siempre
un goce en mi corazón
y en mis manos desoladas,
entristecidas, marcadas,
donde mi piel te recordará siempre)
De nada me arrepiento,
pues la verdad de un momento
se grita como absoluta
aunque al final de la ruta
otra verdad la reemplace.
Viví desde la cima a la cumbre,
ardida en ardientes lumbres,
en un eterno recomenzar.
La vida es...
La vida es,
mi existir en un
sueño hecho realidad,
un himno que canto a
cada instante,
una aventura en la
que arriesgo
todos mis sentimientos.
La vida es un desafío
continuo
que enfrento cada día
dominando penas,
luchas, tristezas, envidias;
es un himno que canto con alegría y gozo,
es bienaventuranza
que la saboreo
en cada amanecer
y en cada crepúsculo.
La vida es puro volar
sin hora quieta,
es la salvación por
querer salvarnos,
es amor para disfrutar en cada segundo,
en cada instante.
La vida es una
mariposa de abril
que revolotea feliz
en mi jardín florecido
y ahora en mi otoño
fugazmente miro sus colores brillantes al sol.
La vida es una gota
de rocío al amanecer
que se desvanece en
el cielo
al mediodía de mi existir.
Cae en lluvia al
atardecer
para fundirse con el
mar al anochecer.
La vida es color en
la música del viento,
leve en extensión
pero intensa de dicha y amor
en su breve tiempo
en esta
reencarnación.
Mantendré con aguas
descendidas
por las fieles
veredas de mi pecho
el esplendor del
alabastro
de mi amor sentido
siempre.
La vida es cornisa y
ornamento de mi cielo,
sangre del buen amor,
amor callado,
firme hiedra de amor
en mí plantada.
Estoy en mi existir
soñando semidespierta
en un sol desmayado
y en un musgo
amaneciendo
y tiendo puentes con
mis flechas
bajando sombras de amor a mi tierra.
La vida es también
dudas que ahogan
en desazón el
pensamiento
y detiene las horas de la espera
en la ramazón elástica del viento.
A cada hora recorre
mis sentidos sin orillas
el deseo de ser amada
por ti
y un remolino
adolescente de primavera
atraviesa mi cuerpo
y la estirpe de mis cantos se levanta
y mi sangre convoca
la apetencia de estar
entre tus brazos
acurrucada.
La vida es amor,
¡bendita sea!,
con felicidad e
infelicidad,
es un camino a seguir
con momentos gratos e
ingratos
y un destino a
cumplir.
Si se aquieta la
sangre
o ya niveles desborda
consumiéndose en
fuego toda mi piel,
están prontas mis manos a mi ruego
pidiéndote que vengas a mí,
ya que eres tú el solar de mi vivir coronando
los vientos serenados hacia el río
donde bogan los besos no dados de tu sol
y mis cánticos unánimes
le dan brillo a mis
bienes ya logrados
para que el aire en
su vuelo
te traiga hacia mí.