Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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viernes, 22 de mayo de 2020
Ensoñación
Ensoñación,
me transporta a mundos de amores vividos
en pleno existir del alma.
¿Dónde se esconden los sueños?
¿Están entre los duendes,
las hadas,
los gnomos,
las mariposas transparentes,
las crisálidas de seda,
los brotes de flores de loto?
Ensoñación,
canciones sonoras que flotan en el aire
diáfano de un día especial,
el Hoy,
el día a día pleno de felicidad
y amor a todos mis semejantes.
Sueños locos,
descarriados,
distraídos,
que me conducen sin darme cuenta
a momentos disímiles,
escondidos en el orillar del mar.
Ensoñación,
entre latires y palpitares la sangre vital corre a prisa
por las venas del cuerpo llevando entretejidos
los recuerdos de caricias no olvidadas.
¡Y,
ay,
cómo quisiera ser una alegría entre todas,
una sola, la alegría con que te alegrarás tú!
Ensoñación,
¡cómo desearía ser un amor sólo,
el amor del que tú te enamorases!
Veo declinar la tarde mientras voy caminando lento
entre las sombras de las horas
y la nebulosa de los recuerdos imborrables.
Ensoñación,
¡qué tenues los suspiros de la tarde!
¡Qué dulce es el bramar del océano!
Si parece le hace guiños a la luna
y parece en su coloquio más humano.
Ensueño de un amor ilusionario
que impele en nuestras almas la quimera,
destellos como luces que se encienden
en fulgores de firmamentos lejanos.
Ensoñación que nos conlleva
a la viva caricia de la brisa,
las flores de un color mas encendido,
hay más risas y alegrías en el aire
y se acaban las tristezas en olvido.
Ensoñación,
me haces ascender la vigilia en mis ojos
para recoger tu imagen amada y primigenia,
haces nacer al son de mis deseos viola de amor,
canciones puras,
palabras de amor llevándome
a la cima de los cielos con la tierra.
Ensoñación,
plena de sueños de amor
entre aires estremecidos de ternura
y bajados de altísimas esferas,
perdida me haces sentir por siempre
en tu embeleso sin sentir
el cercado de tus ramas.
Ensoñación,
colmada de verdes esperanzas
que se nutre entre delicias y caricias
naciendo de mi alma los poemas,
las prosas,
como jóvenes olivos recién brotados.
Ensoñación,
secreto que veda tu figura crecida entre pinos
y lloradas mas llena de amor con intención de amar
de mis cantares y así alcanzar la cumbre de tu nombre.
Ensoñación que sacude las bases de mi sangre
y hace aparecer tu nombre contra el cielo,
amor,
que desnudándote caminas sobre el muro
que cerca mi silencio.
Sedúceme
Sedúceme,
conquístame con tu
voz profunda y única
y tus palabras
colmadas de amor
que llegan a lo
profundo de mi alma
dominando mi razón y
rasgando mi piel.
Aún en tus silencios
tu voz me acaricia,
me subyuga,
me estremece en un
letargo impreciso
que el tiempo
desgrana.
Sedúceme,
sin siquiera tocarme,
haz que mi deseo
tiemble entre delirios,
ilusiones,
incertidumbres.
Necesito vivir en un
rincón de tu presente
y que mi imagen la
guardes
atiborrada de
recuerdos.
Sedúceme tan sólo con
tu voz
en un aire silencioso
que como bálsamo
errabundo
me busca en la oscura
lejanía.
Te siento pero no te
tengo,
mi cuerpo mudo de
cariño
necesito ser pasión
en polvo de cenizas
para que me armes con
tus besos redentores.
Sedúceme,
tendrás que hacerme hoy
y fuego,
vivir presente en mis
formas afiebradas.
Necesito reír
contigo,
escuchar con tu voz
de horizonte tibias
de palpitación tus
palabras de amor.
Enséñale a mi boca a
que te busque
en la intimidad del
silencio,
en la compañía del
pensamiento.
Sedúceme poco a poco,
despierta todo lo que
en ti provoco
que me hace pensar
que necesito tu risa y alegría
cada vez que me
llamas.
Estás lejos,
lo sé,
pero te siento tan
cerca
que me llega tu sabor
a gloria de tu alma
y tus coqueteos me
hacen estremecer de placer.
Sedúceme con tacto
como si fuera
seduciendo al viento
o como desojando una
rosa
y dime como
enredarías tus dedos entre mis cabellos,
hoy los he peinado
con perfume de sándalo.
Dime lo que quieres
con mezcla de ternura
y de ansias locas
que penetren en mi
alma
que te está
esperando.
Sedúceme como
distraído,
respira profundo,
acércate a mí con tu
voz serena,
con tus palabras que
como caricias
hacen vibrar mi
cuerpo y sentir ese tu aroma
de flor de azahar
sobre mi cara.
Quiero sentir cerca
tu aliento cálido y dulce,
que no se apague la
débil flama
de este amor febril
recién iniciado.
Sedúceme con tu
encanto,
átame con tus deseos
desde tan lejos,
confiésame tus
anhelos y déjame vivir en tus sueños.
Te nombraré en mis
suspiros,
te dibujaré en el
pensamiento,
te querré con los
sentidos
y te entregaré mis
sentimientos.
Sedúceme hasta en mis
sueños,
que tus dulces
palabras de amor repiquen
como ecos en mi alma
que te espera ansiosa
con deseos de
compartir contigo
todos esos distantes
de estar juntos
con gozo y placer.
Los fantasmas del recuerdo
Los
fantasmas del recuerdo,
esos,
los que pueblan mis sueños,
los que
me acosan en instantes imprevistos,
los que inundan mi alma
de momentos inolvidables,
los que
a su amparo,
en
breve tiempo recorren mi vida.
Los
fantasmas del recuerdo,
se
mantienen a veces
como
formas misteriosas
en las largas avenidas de mi existir
y
revivo paso a paso mis alegrías,
mis
desilusiones,
mis
pérdidas,
mis
amores,
mis
vivires.
Pasan
como un aire raudo
a través de espejos acrisolados,
rompiéndose
a veces en pequeños cristales
que se
estrellan entre los pensamientos silenciosos,
encendidos
de deseos de amar
que
emanan de mis recónditos adentros.
Los
fantasmas del recuerdo sacuden
las bases de mi sangre y aparecen nombres,
fechas,
lugares contra el cielo de mi alma
sobre
el muro que cerca mi silencio.
Me
llevan a la luz
que derroté en el tiempo del olvido,
el
limitado amor que se me ofrendaba.
Los
fantasmas del recuerdo
son mi apoyo de ayeres vividos,
desaparecen de pronto sin saber
por qué pero regresan y se funden uno a uno,
uniendo
los peldaños de mi vida,
que en
este otoño
ya han
alcanzado la cumbre del vivir,
escribiendo
las palabras ungidas de amor
para que inunden cielos
y horizontes por doquier.
Los
fantasmas del recuerdo
son signos que orillan mi hoy,
con un
temblor tocado de rocío
en un
viento por vientos perseguido
hurgando la raíz de mis sentidos.
Mis
sentidos crecen
al
acercárseme los fantasmas del recuerdo
y en
flamígeras imágenes por los aires
en
círculos amarillos van,
filosos
como piedras,
hundiéndome
en el frescor
de la creación primera.
Los
fantasmas del recuerdo
hacen
renacer vidas pasadas,
me
llevan al viento caliente
de estío vivido con intensidad en las orillas
del mar
embravecido.
Quiero,
tan sólo ir perdida por siempre
en los
momentos dulces y tiernos
pasados
como ráfagas fulminantes pero eternas.
No
quiero ver fuegos que me hicieron arder,
sangrar
de dolor mi corazón
y
derramarme en mares de llantos.
Los
fantasmas del recuerdo me hacen perder,
en
pocos instantes,
mi
albedrío,
encadenándome
a hechos sufridos,
plenos de deseos malsanos.
¡No
quiero que regresen todos,
sólo
los que me llevan a envolverme
en
capullos de felicidad y de dicha!
Los
fantasmas del recuerdo
arden en mi espíritu
como
una onda de fuego
y una
racha glaciar me toca levemente,
llenando
los espacios infinitos
de dudas que en mi hondo
interior aún perduran.