Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 25 de mayo de 2020
Revelaciones
Revelaciones son tus cartas de
amor,
cuando me miras
mis ojos son llaves,
el muro tiene secretos,
mi temor,
palabras y poemas.
En la noche sueño en estar a tu
lado,
las palabras son claves,
son llaves para que nuestros
cuerpos
sean siempre
un amado espacio de revelaciones.
Revelaciones,
solamente en la noche las escribo
en mis poemas,
he pedido,
he perdido el amor único y
esperado,
como en alegrías y pesares
de naufragio de letras.
He implorado tanto,
desde el fondo de los fondos de
mi escritura,
en ceremonias de días y semanas,
buscando que tu amor se
despertara
y me encontrara.
Revelaciones del hoy y del mañana
entre las cenizas del alba te
veré llegar a mí
entre pétalos de flores y
sonrisas tiernas y calladas,
entre hierbas invisibles
con perfumes secos.
Revelaciones de las sombras
de los días a venir,
esperando siempre tu dulce
llamado,
entre luces de querer
y cánticos de amor.
Revelaciones como voces cantando
que van vestidas de pájaros,
llevando mis poemas a los
confines del mundo.
Revelaciones de quien salta en el
vacío,
de estrella en estrella,
de quien ama el viento
y tiene la memoria iluminada,
galería donde vaga la sombra
de lo que espero.
No es verdad que vendrá.
No es verdad que no vendrá.
Revelaciones de un corazón
misterioso
que en el umbral de mi mirada,
espera,
ahora,
la dulce presencia del ser amado,
no la cornisa de la niebla,
sí en el cielo azul,
diáfano y puro,
despertando la flor
que se abre al viento.
Revelaciones de poemas
que no digo sin explicar con
palabras
de este mundo el amor
que late profundo en lo hondo de
mi ser.
El final no empieza hoy
El final,
¿es el fin o el
principio?
¿es el hoy cuando
empieza?
¿o es el ayer que
fue?
¿o quizás el mañana
que vendrá?.
El final no empieza
hoy,
termina al desandarse
el camino del amor
recorrido,
pero si es verdadero
y profundo
ese final no ha de
llegar.
Paso a paso,
nuestras almas se
unen a través de la poesía
y el amor renace cada
día.
El final no empieza
hoy,
al tomar mis manos
entre tus manos
nos invade la tibieza
de nuestra esencia
que nos hace andar
los recodos
y vericuetos que la
vida nos depara
con un soplo
imperceptible de amor.
El final no empieza
hoy,
aunque estén contra
nosotros
el aire y la soledad,
la distancia y la
lejanía,
las pruebas y el
tiempo,
debemos querer
y seguir
queriéndonos.
El final no empieza
hoy,
porque el aire está
lleno
de esperanzas en
vuelo
y el amor las
encuentra
y las traspasa con
alas temblorosas
y como saeta las
dispara
sobre su alegría
victoriosa
ganando el cielo.
El final no empieza
hoy,
en la blancura de la
nada,
nuestros corazones
palpitan,
gozan,
aman y se encuentran
prolongando su
florecer sin fin
por los anchos
espacios
de todos los
crepúsculos
en los espejos del
mundo,
en el silencio,
de los azares de la
vida.
Hoy estamos juntos,
somos dos separados
en la lejanía pero
cerca,
muy cerca,
en el querer de los
besos,
en el estar
queriéndonos
que nos encontramos
sin buscarnos
en el borde mismo de
nuestros sueños.
En la orilla del
mundo
se paran las ansias
y los gozos esperan
ya sin prisa el
mirarnos recorriendo
nuestras almas.
El final no empieza
hoy,
para nosotros,
sosegadamente toco lo
inanimado
y nuestras almas
trascienden
el mas allá
como suaves goces de nubes
con cánticos dulces
de amor.
Existir en plenitud
Existir en plenitud,
vivir la vida segundo a segundo
en el Hoy,
con fe en los recuerdos del ayer
y en la oscura memoria de frondas
que ya son pasado,
futuros fueron de innumerables estíos.
Existir en plenitud,
ser feliz en el aire diáfano
y puro dejándome estar en sus brazos,
volar donde ellos vuelen
a sus rumbos marcados,
apoyada en su pecho
donde encuentro resguardo y paz.
Existir en plenitud
es estar en la luz,
entrar en ella,
plena de amor,
en tan dorada dulzura,
sentir que amo
desde los luceros altos.
Irradiar el fulgor de la existencia
que seca las fuentes del llanto
y me estremece de felicidad
en cada instante de vida.
Existir en plenitud
como el nardo juvenil
que guarda los bálsamos de vida
en la secreta lumbre
que alumbra mi corazón enamorado.
Necesito los carismas divinos
de la luz y del canto
para vivir amando,
quiero ser en ti mismo
una huella imborrable
y un recuerdo constante
y una sola verdad.
Existir en plenitud
es ser en tu vida
algo más que un instante,
algo más que una sombra
y algo más que un afán
porque llegaste a mi vida
como un susurro pleno
de palpitantes caricias.
Existir en plenitud,
viviendo como en un amplio jardín florido,
donde la brisa que entre las flores
pasa con los cálices
frescos se perfuma mi vida.
Existir en plenitud
cuando la luz matinal brilla
y se irisa entre espumas de aguas puras
y bajo el verde de las tupidas frondas
sobre la grama de la tierra negra.
Existir en plenitud,
contigo a mi lado,
feliz seré mirando a las felicidades
que vuelan de la rama y del pájaro.
Feliz seré por los caminos
que cerrados tenía y tú,
mi amado,
los abriste al amor.
Existir en plenitud,
amando,
acariciando a mi amante
como agua clara que se oye
y ya no se oye,
entre sonido y silencio,
tras la arboleda como vergel prieto y brillante.
Vivir no es sólo existir,
sino existir y crear
y en plenitud las palabras de amor,
los poemas,
fluyen claros y precisos,
gozando entre sueños,
entre hojas nuevas
que los esperan ansiosas
porque tú las esperas.