Pienso en ti y no se si
es cierto que te amo o lo sé tanto que temo que ese amor me traiga llanto.
Sólo tú haces de mi
memoria una viajera fascinada, un fuego incesante.
Pienso en ti y espero que
te acerques, quisiera sentirte cercano. Todo hace el amor con el silencio que
puede ser como un fuego o un templo de luces.
Pienso en ti, quiero
apretar tus manos y me corre un secreto en la piel que es feliz y ansiado.
Pienso en ti, te siento y
miro, lejanas, mis palabras, más que mías son tuyas y de mis manos surgen los
poemas de amor que tú inspiras porque llenas mi alma toda de sortilegios
mágicos y poéticos.
Quiero que los oigas, que
te lleguen proféticamente puros porque voy tejiendo con todos los poemas un
collar infinito para que te envuelvan y no te alejen nunca más de mí.
Pienso en ti y en el
equilibrio cósmico de la noche mi voz interior me despierta, me pregunto porqué
busqué en mi ser profundo para saber lo que me desconcierta.
Pienso en ti, muchos
afanes de días, muchas noches sin estrellas, pondré un manto de olvido sobre
este dolor que me aqueja.
Pienso en ti
constantemente, construiré este poco de vida con lo poco que me queda, pero aún
tu voz no se calla, me agita, me apena.
La noche está terminando,
ya entra la luz primera, es una noche que pasa y ella se irá con el alba.
Si todas las noches
pienso en ti y sueño contigo ¿por qué no vivo en un sueño?
Pienso en ti, imagino
eres el viento, rozas mi cara, mis manos, tocas todo mi cuerpo y en su silbido
apacible puedo sentir tu aliento.
Cuanto estás tú callado,
pienso eres mi silencio.
Me tocas con tu mirada y
me recorres toda y mi alma vuela apresurada cruzando mares, desiertos.
Pienso en ti, en nosotros
no existen fronteras, tampoco tiempo, quisiera tener alas para volar y estar a
tu lado acompañándote y apoyándome en tus brazos.
Pienso en ti amor, te
pienso con ansias de frenesíes y pasiones, cuando me abrazas siento que tuve
contra el pecho un palpitar sin tacto, cerquísimo, de estrella que viene de
otra vida.
Pienso en ti, porque te
alejaste y siento sobre el alma esa opresión enorme de sombras que dejaste, de
palabras, sin labios, escritas en papeles que vuelan con el viento, dejándome
tan solo el hueco de tu cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario