Sortilegio,
embrujo de amor que cautiva y sin darme cuenta me lleva alguna vez a cantar
versos pródigos de palabras exactas y silencios largos.
El
intrépido corazón late con gozos acompasados y ternuras compartidas.
El
embrujo de amor me llena de báculos de flores y de luces titilantes con un
delicioso aroma de sal e hierbas tiernas.
Sortilegio
de amor que guiado por la luna, inventora de duendes y gnomos, lleva al más
allá un embrujo unido por lazos indestructibles sin que distintas sendas los
aparten.
Conjuro
que me hace cambiar suspiros y llantos por risas y cantos.
Ensalmo
mágico que me hace cruzar audazmente sendas desconocidas, aires pujantes,
renovadores y luminosos ríos inquietos
de pies y manos.
Sortilegio
encantado que me lleva como buscador de aventuras a senderos de la montaña y de
la estrella para ir tras el amor único y total, pródigo en dones de fe y
esperanza.
Y
como por un encantamiento la fuente del alma se colma de eterna primavera
irradiando fulgor y secreta lumbre por siempre.
Sortilegio
que me envuelve en la verde frescura de los campos y en el canto de los
pájaros, ¡Dadme el amor que anhelo¡ ¡El verdadero! para poder descubrir el
milagro del abecedario guiada por las
estrellas y la gracia de la música inspiradora de creación de luz de sueños.
Sortilegio
sagrado, llévame a los secretos de los astros y dame con tu magia la paz de
intactos cristales que libera de las sombras y nos lleva a la dicha que suave
emana del alma toda…
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