Páginas

sábado, 29 de septiembre de 2012

Llamaradas de amor


Llamaradas de amor que me sugieren tus labios, puedo sentir tu cercanía y cada suspiro me quieta gratamente el alma.
Llamaradas de amor que tus ojos despliegan en mi ser, chisporroteos, coloridos, chisporroteos que me abrazan el alma, me convierten en hada, puedo volar entre abedules  y cipreses, recordando el último beso.
Llamaradas de amor se posan en mi pecho y me hacen gozar de este momento, instante bendito, sentir tus besos que en mi memoria atesoraré  por siempre como hilos de trigo y agua, de cristal y juego.
Llamaradas de amor, fuegos que abrazan y no lastiman, purifican el espíritu y nos unen en una lumbre enceguecedora de pasión.
Llamaradas de amor que rebaten con vivacidad todo espíritu opuesto a la pasión.
Llamaradas de amor, hoguera encendida que entusiasma continuar amando arrancando del tiempo mis palabras.
Vehemencia de acariciarnos el alma. ¡No dejemos que este fuego se apague!.
Ágata de fuego, salida de lo más profundo del orbe, es este amor que nos invade y nos hace olvidar esta realidad que hemos vivido.  Aquí sobrevivimos, eternos como el fuego que arderá cuanto dure nuestra vida.
Vivamos el ímpetu del amor, porque si se acaba no estaremos arrepentidos.
Llamaradas de amor llenan mi vida, la colmaron de delicias plenas sólo con tus manos en las mías, me has flechado el alma, te pertenezco, vivamos este instante como si fuera el último respiro de un milagro de amor sobre la tierra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario